Rojo rubí intenso, ribetes rojizos, capa alta. No aparenta para nada sus 45 añitos.

Nariz intensa, tremendamente reducida, lo cual hace aconsejable aireación, incluso decantación. Poco a poco va mostrando si tremenda clase. Flores secas, frutas muy maduras, cáscara de naranja, chocolate puro, una maravillosa gama especiada de canela, cominos, nuez moscada. Aparecen igualmente unos elegantes terciarios con piel curtida, maderas nobles, cedro, hongos, tabaco de pipa y unos ligeros balsámicos. Complejísimo y encantador.

En boca es un cañón, un vino realmente cautivador. Pleno, poderoso, con cuerpo, con una marcada y fresca acidez, de paso firme y estructurado. Largo, amplio y con peso en el final tras el que quedan notas especiadas y de maderas nobles. Muy persistente y todavía algo tánico, tremendamente joven. ¿Estará algún día en perfecta redondez?

Soberbio vinazo. Se nota la mítica calidad de esta añada no solo en su color, sino también en su estado, ya que puede decirse que le faltan todavía unos buenos años para redondearse. Así son las cosas, este VR del 64 es ahora mismo uno de los grandes tintos mundiales. ¿Y los de ahora? Pues eso, quien te ha visto, quien te ve…