De color rubí granatoso de capa media-alta, curiosamente algo más extraido que la cosecha de 1982; lo que no suele ser habitual. Reflejos granadinos y anaranjados, brillante y limpio, sin asomo de precipitados. Borde amplio, anaranjado, contrastado respecto al menisco.

Tan intenso como lleno de detalles. Al abrirlo rezuma de una atractiva nota endrinada a fruta roja licorosa, que contrasta con la austeridad del conjunto: tablones, aperos de mimbre, maromas, y un poderoso fondo maderizado a vainilla y azúcar caramelizado. Progresa sin pausa, dejando atrás toda esa sobriedad inicial que lastraba la expresión de un Imperial elegantísimo y de carácter terciario. Salen especiados de gran finura, pimientas ahumadas, torrefactos, hebras de tabaco, maderas lujosas así como un deje de hebanistería y aceite de linaza. Se luce por sí mismo. Prieto, tenso, sin bajar de frecuencia, arriba en todo momento.

En boca deja una sensación de gran armonía. De medio cuerpo, especiado, excelente acidez y un grado de integración extraordinario. Mantiene un núcleo de frescor, vivaz, al tiempo que está pulido como una gema. Resultón!! Uno de los mejores reservas de Cvne probados a día de hoy. No se le echa nada en falta y puede deparar sorpresas en los próximos años. Está en un momento dulcísimo para ser bebido pero aún puede esperar.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/09/imperial-1981-reserva.html

La verdad es que he quedado gratamente encantado con el estado actual de este extraordinario vino, que representa el clasicismo de la D.O. y que se corresponde con una añada calificada de extraordinaria, aunque no por ello deja de sorprender la escasa reducción que ha experimentado y que en definitiva viene a demostrar la buena labor que realiza la bodega.
De color picota claro de capa media y ribete teja.
Aromas de buena intensidad, elegantes y complejos, con frutos negros como ciruelas y moras practicamente en confitura, y frutos rojos silvestres en licor, con notas de cuero, madera fina, ahumados, espécias aromáticas y recuerdo final de café tostado.
En boca agradable sorpresa y grata impresión, con excelente paso, elegante, aterciopelado, con buen cuerpo, extraordinaria estructura, equilibrado y redondo, perfecto ensamblaje fruta y madera y con buen recorrido.
Postgusto agradable de persistencia licorosa.

Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media.

Nariz compleja y profunda, de origen realmente inequívoco. Nos ofrece todavía unas ciertas tonalidades florales y frutales, marchitas y licorosas, pero lo que destaca es su complejidad terciaria con toques especiados, animales, de piel curtida, ahumados, mueble viejo, café en grano. No decae en copa y se muestra siempre animado.

En boca nos ofrece igualmente sus cualidades manteniendo una fresca acidez, con un paso firme y estructurado y un final largo, equilibrado y encantador, tras el que quedan notas de frutas licorosas y toques especiados. Buena persistencia. Tanino pulido, pero todavía con pegada y viveza. Muy bueno.

Magnífico este Imperial en una de las añadas importantes en la casa. Nos ofrece todo lo que uno espera de un gran Rioja clásico, con una gran armonía. Disfrutamos mucho de este vino sin duda, aunque en esta añada nos convenció todavía más el Viña Real. ¡Qué grandes vinos elaboraba D. Basilio Izquierdo!

Cereza con destellos rubí y ribete atejado de media capa. Nariz de intensidad media pero muy expresiva, en la que junto a suaves notas de cueros, aparece una atractiva fruta roja en licor (cerezas en licor), toques tostados, recuerdos a posos de café, suaves tostados, ciertas notas florales. La nariz está muy bien conjuntada y es armónica. En boca es un vino muy fino, elegante, con excelente acidez, un paso extremadamente suave, con buen ensamblaje, cuerpo medio y largo recorrido. Notable su capacidad de dar placer y con vida por delante...