Cereza con ribete violáceo. Capa media. Limpio y brillante.
Muy expresivo y conjuntado en nariz. Flores, fruta roja y negra en óptimo punto de madurez, mina de lapicero, balsámicos, leves toques maderosos, tabaco de pipa y mineralidad.
Como me ha pasado en otras ocasiones, noto a este vino a medio camino entre la tradición y la modernidad. Posee una boca fragante y bien definida pero con ninguna sobreextracción. La barrica y el alcohol casi no se notan y la acidez es muy notable. Paso fresco y elegante que revela que aunque este Pagos está joven, ya se puede disfrutar. Sabores parecidos a los descritos en la fase anterior.
Final de intensidad media que deja recuerdos primarios y especiados.
Un Rioja con tipicidad y armonía. Bebí hace poco un Real de Asúa 94 que aunque no es el mismo vino sí guarda ciertas similitudes con éste y estaba muy bueno, así que seguro que evolucionará de maravilla.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.