De color cereza granatoso de capa media-alta, tapado, más extraído que otras cosechas de la misma época. Límpido, brillante, refulgente, sin asomo de precipitados. Reflejos rojizos y cobrizos. Fuerte sensación de grosor, lágrimas densas, permanentes.

Un auténtico peso pesado: potente, amplio, lleno de fruta roja confitada, mondaduras de naranja y una clarísima sensación de licor Grand Marnier que se funde a un fondo silvestre de tallos de laurel, salvia, arañones. Complejo, expresivo, lleno de energía. Grandísimo ejemplo de estilo riojano clásico borgoñón, como en las mejores cosecha de Viña Real. Un tinto que enlaza el pasado con el futuro de la marca. Va ganando sutileza y detalles al airearse: tabaco de pipa, cedro, térreos, caprinos, café aromático. Complejo, completo, abundante y muy resultón.

Toda esa lágrima llorona se confirma en boca. Graso, maduro, lustroso, concentrado, sabroso, amplio, lleno de fruta dulzosa, de rica garnacha, que se matiza por la acidez. Domina la sensación de hinchazón, de redondez y de belleza desinhibida que se prolonga en boca eternamente. No es un tinto perfecto, ni se acerca, pero sobrecoge por su enorme verdad. Un vino tan redundante y espontáneo como imprescindible. El mito de Viña Real más vivo que nunca.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/10/vina-real-1981-gran-reserva.html

Botella tomada en restaurante.
De color rojo amarronado, ribete en tonos teja y lagrima densa y transparente.
Corcho mojado casi en su totalidad, aunque salió perfecto.
En nariz se muestra muy limpio y fragante desde el primer momento, apareciendo fruta roja confitada, notas especiadas muy marcadas, cueros, tabaco de pipa, maderas viejas, piel confitada de naranja, notas como minerales, sutiles balsámicos...
En boca tiene una entrada opulenta y fresca a la vez, gracias a una excelente acidez, taninos que aún se dejan notar y un postgusto muy, muy largo y muy especiado.
Sin duda un gran vino que aguantará todavía muchos años.

Rubí de media intensidad con ribeta teja amarronado, muy limpio y brillante.
Nariz poderosa, pedernal, tonos animales, especias, muy complejo, enorme buqué.
Boca muy frutal, sabroso, muy joven aún, acidez perfecta, gran volumen, sabroso, muy largo.
Un vino mayúsculo, glicérico y con una fuerza enorme, se le augura un potencial de guarda tremendo. Imprescindible.