De color rubí rojizo de capa media-alta, oscuro, extraido. No muy brillante con tímidos reflejos cobrizos y un rastro de turbidez. Hay una buena cantidad de precipitados, en forma de escamas, en la base de la botella y gran parte del vidrio sedimentado y tintado. Borde amplio, atejado, marcado respecto al menisco.

Poderoso, hinchado, presentándose con un gran despliegue inicial y sin necesidad de tomar aire para venirse arriba. Hay un primer registro que lo vertebra a maderas finas y ebanistería, tung, barniz, acompañado de tostados, ahumados, balsámicos, y unas curiosas notas apimentonadas de fondo, muy próximas a la cabernet, que traen a la memoria esos viejos vinos de "urgencia" de postguerra elaborados por Cvne en los primeros años de los 40. Complejo, profundo, resultón, evolucionando gracias a apuntes de caza, faisandaje, ferruginosos (sangre) y un tostado marcado fundido en un toque agreste a hierbas aromáticas, balsámicos, monte bajo.

En boca es vivo, amplio, acídulo, especiado, lleno de sabor y energía. La sensación de firmeza está presente en todo momento, gracias a su excelente estructura y a unos taninos firmes, maduros, de grandísima calidad. Elegante, lleno, ganando enteros copa a copa, cada vez más maduro y frutoso. Un Imperial sobrado de todo, muy al estilo de los vinos del 82 en Rioja. Se encuentra en un momento óptimo de consumo pero existe la sospecha de que una buena temporada de guarda podría domarlo y hacerle ganar muchos enteros.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2016/01/imperial-1982-gran-reserva.html

Catado en formato mágnum.
Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta. Ligera turbiedad.
Nariz intensa, muy reducida en el inicio, haciéndose necesaria la aireación. De todas formas y pasando el tiempo, el vino no terminaba por abrir del todo y continuaba muy reducido, con notas animales, de café torrefacto, bosque umbrío y balsámicos. Bien, pero no era el perfume de los mejores Imperiales.
En boca sí que nos gustó algo más, pero tampoco llegaba a los excelsos niveles de otras botellas, aún así el vino mostraba acidez, ligereza, sabor y estructura. Final largo y vivo con toques herbáceos y balsámicos en posgusto y una cierta fuerza tánica bastante bien integrada. Un vino en buen momento de consumo.
Una pena porque estos Imperiales de los primeros ochentas son vinos de verdadero nivel mundial si te toca una botella buena, claro. Este mágnum estaba bien pero no estaba perfecto, no terminó por explotar. En cualquier caso y nos está ocurriendo con otros vinos de Rioja, la añada 81 está llegando mucho mejor ahora que la 82, más mediática en su día.

Color teja. Tiene una nariz profunda y expresiva, con un seductor bouquet, muy bien definido, hay notas de tabaco inglés, cueros, buena presencia y notable profundidad, sus toques de pimienta negra recordaban a los de un viejo cabernet. En boca tiene buen ataque, tanino presente algo terroso, cuerpo medio, muy buena estructura, cuerpo medio, ligera amargosidad y buen recorrido.
PVP aprox. 48€