De color amarillo dorado. No excesivamente oscuro a pesar de la edad. Reflejos rojizos y anaranjados, con cierta sensación de grosor. Lágrimas finísimas.

Mucha potencia y predominio de notas balsámicas, hinojos, recuerdos de caramelos, flor de limonero, eucaliptus, mentolados, miel, panal, yedra. Sigue cambiando dando notas de fruta escarchada, confitados, membrillo, con un deje de soleras, frutos secos, marchitos y tostados muy suaves de fondo. Impresiona y desconcierta por un perfil nada habitual. De dónde ha salido este vino? Sigue y a más. Se abre a las especias exóticas, cúrcuma, hojarasca, hasta que lo cubren todo.

En boca es grueso y cremoso, seco-seco-seco, con apuntes salinos y punzantes (¿será la manzanilla?) y una acidez brutal. Un blanco más cercano a la ligereza y frescor del antiguo Viña Sole de Franco-Españolas que los tradicionales reservas riojanos. Apuntan notas reductivas a algo parecido al enranciado, tostados, mieles. Largo, concentrado, con un regusto de amargosos que no hay manera de borrar. Sin palabras. Historia pura y dura, de Rioja!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/07/monopole-1952-blanco.html