Rojo cereza y ribete granate azulado. Nariz primaria, intensa, despliega aromas de frutas rojas maduras ( fresas ) sobre finas notas de flores azules y pinceladas vegetales. Hay mermelada de ciruelas negras que con la aireación saca una personalidad frutal más cercana al hueso. Notitas de vainilla, canela y algún matiz metálico que recuerda al depósito. En boca es muy rico, frutal, cremoso, sápido, ligeramente amargoso como los caramelos rojos y que deja un leve recuerdo medicinal ( jarabe para niños ) en el posgusto y la retronasal. Muy buena acidez que le da frescura en todo el recorrido. Un ejemplo muy bueno de la frutalidad y tipicidad de la variedad Tempranillo y por ende del alto nivel de los vinos de nivel de entrada de La Rioja. Conseguir este nivel con volumen de producción hace de este vino un auténtico e imbatible conquistador de mercados. Pero además CVNE tiene otras marcas históricas que conviven de forma magistral con la botella y el tiempo, Viña Real e Imperial son señas de identidad no solo de la Bodega sino de los vinos españoles. Posiblemente sea la Bodega Riojana y de España que mejor ha sabido entender su papel dentro de los mercados, ya que satisface a las dos puntas de la pirámide de consumidores de vino.

Estamos en el aeropuerto de Barajas en pleno mes de Julio con el Covid dando por saco viniendo desde Ecuador, pero es la última escala hasta Valencia para empezar las vacaciones de verano. Para comer nos pedimos este criancita en formato benjamín. Nos lo sacan atemperado a unos 16°C aunque lamentablemente en vaso de plástico.

VISUAL: Presenta un color picota agranatado de capa media y con el ribete cardenalicio (86).

OLFATIVA: En primer término encontramos frescos aromas de frutos rojos (fresa y frambuesa) acompañados por especiados avainillados. También asoman notas de coco y regaliz de palo con un fondo amaderado con recuerdos tostados, a cacao y cuero curtido. Intensidad media-baja (84).

GUSTATIVA: En su ataque se muestra dócil y suave, con una acidez media y los taninos muy dulcificados. Paso por boca lácteo y fresco, de gran amabilidad. Aromas retronasales frutosos marcados. En el post-gusto se aprecian las notas especiadas y al final esos apuntes terciarios de la madera, a roble y cacao. Nos da una persistencia de 1 minuto y 40 seg. Un típico crianza riojano, un vino fino al uso, muy fácil de beber aunque quizás falto de un poco más de cuerpo (84).

La RCP sabiendo que cuesta unos 6 euros la considero muy buena.

MARIDAJE: Nos lo bebimos acompañando un rico bocadillo de jamón ibérico. Sensacional maridaje siempre un grasosito jamón y un frutoso criancita riojano.

Salud-os!!

Color cereza, limpio y brillante.
Aromas a fresa, frambuesa, grosella, vainilla, regaliz negro, algunas notas propias de la crianza como el tabaco y el cuero.
En boca es un vino suave, de buen paso, acidez media, madera y fruta bien casadas y un final medio.
Hay que reconocer que esta bodega ofrece un crianza muy reconocible y con un nivel que dejará satisfechos a sus muchos consumidores.