Rotundo e impresionante en todas sus fases. Un viejuno , muy vivo , con acidez tremenda y gran complejidad en nariz. La fruta roja, integrada con los terciarios y los matices dulces , de especias, frutos secos. La boca voluminosa, con tanta acidez todavía, aterciopelado. Qué vinazo¡¡

Allá por Enero de 2015 nos pudimos agenciar esta botella, y ya en 2019 dos más, todas en subasta. Hoy vamos a abrir la primera de ellas, con mucha ilusión por cierto después de leer sus valoraciones. Tuvimos la botella de pie durante tres días previos a su apertura. Nivel de líquido bastante aceptable, justo al inicio del cuello, unos 2 cms por debajo del tapón. Lo abrimos y dejamos respirar durante dos horas y media antes de proceder con su valoración a 17.5°C. El corcho salió enterito con el abridor de lamas, tintado un 80% de su longitud, compacto y muy adherido al cuello.

VISUAL: Presenta un color rojo cereza de capa media, con un amplio ribete en tonalidades teja, ocre y anaranjadas. Su lágrima es escasa, gruesa, lenta y transparente. Muy bien clarificado por cierto (90).

OLFATIVA: Hay una deliciosa fruta acompotada de entrada. Encontramos aromas de mermelada de frambuesa, uvas pasas, culís de fresa y fruta escarchada... fragancias muy dulzonas. Agitamos y nos viene todo un sinfín de aportes viejunos, hojarasca seca, naftalina, armario cerrado, desván, musgo y humedad. Enseguida asoma un sutil puntito mineral como de polvorilla, con diversas notas de mazapán, avellana tostada y turrón. También hay recuerdos fúngicos de níscalo y trufa negra, junto con terciarios de chocolate negro, cuero curtido y caja de puros... un no parar...ahora con una vena licorosa de guindas en licor acompañada por unos delicados matices amaderados de ebanistería final. Brutal nariz, mostrando un final en donde la madera se erige protagonista con ligeros apuntes ahumados. De intensidad media-alta y apabullante en complejidad (96).

GUSTATIVA: Qué pegada que tiene, Uaaaauuuu!!. Una acidez que descoloca, 49 años tiene ????... increíble. De tacto carnosito, con los taninos muy pulidos pero con esa acidez que golpea y sorprende. Sin embargo el paso por boca es un caramelito, saboreamos chuches de fresa, ciruelas pasas, almendras tostadas y regaliz de palo. Amabilísimo, sedoso y con ese tanino del tipo ave fénix que atesoran estas joyas riojanas. En retronasal asoman aromas de flor marchita y ciertas notas fúngicas, mientras que en el post-gusto se mantienen los frutos del bosque en compota variados junto con un ligero matiz de corteza de naranja y cointreau, ligeramente licoroso. Maravilloso, potente, con carácter, mostrando toda una pátina terciaria de fondo: caja de puros, cacao, apuntes amaderados varios, serrín, ebanistería fina y duelas envinadas... Una maravilla que vamos a disfrutar con muchísimo placer. Persiste por encima de los cuatro minutos en boca. Tenemos un par de botellas más, así que iremos siguiéndole la pista, atributos para aguantar los tiene todos. Un viejuno para recordar, qué añada la del 73!! (96).

La RCP la considero muy buena aún pagando 42 euros. Los vale con creces.

MARIDAJE: Lo abrimos con unos solomillitos de cerdo en masala y a la plancha. Otro día acompañó unas lentejas con costilla, chorizo y aguacate. Nos lo terminamos con un brutal Porterhouse steak de 1 Kg con papas chaucha y all-i-oli. Fabuloso con todos los ágapes, aunque si hay que destacar uno, sería el día que lo maridamos con la descomunal pieza de res. Los intensos apuntes cárnicos y sanguíneos pedían a gritos un vinazo como el nuestro, de alta acidez, frutoso, licoroso y con gran personalidad. Una delicia, qué grandioso vinazo hemos tenido la suerte de disfrutar compañeros. 

VIDEOCATA:  https://youtu.be/0u_nH4C-0-8

Salud-os!!

Probado en la cena del vino de Rioja, este viejuno de una gran cosecha, conserva muchas maravillas y mucha complejidad. Color rojo rubí, algo amarronado por la edad. En nariz aromas muy finos a bosque, maderas, especias y notas minerales. En boca mantiene un buen equilibrio y buena acidez, elegante y armónico. Un buen ejemplo de un gran rioja clásico. 

Ya que el 72 es una añada muy floja en Rioja, este 73 es desde hace tiempo mi vino de referencia.

Color rubí con notas marrones y algún deje anaranjado, dejando ver tonos tejas en el ribete. Muy limpio y sin apenas sedimentos.

Nariz finísima, muy franca, una fragancia de fruta compotada ligeramente dulce combinada con notas de café, finos especiados (vainilla), cuero viejo, tabaco y ese fondo delicadamente terroso de los grandes vinos.

Boca tersa y sabrosa, con los taninos aún en su sitio, finísimos, y una acidez magnífica que juega con los tonos especiados, la fruta en confitura, el chocolate y el tabaco, con ligeros toques terrosos. Largo final, sabroso y especiado.

Un prodigio de elegancia, es uno de esos vinos que hay que probar para entender la gran Rioja clásica.

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta.

No muy intenso en nariz pero encantador por su finura y complejidad desde un primer momento. Con ese carácter tan otoñal de muchos 73 aparecen notas de bosque umbrío, tierra mojada, tabaco de pipa, finas maderas, especias orientales, una fruta roja en confitura, trazas minerales y un cierto fondo de chocolate negro. Tremendamente elegante.

En boca es una delicia por su entereza y su equilibrio, con una clase sobresaliente, una acidez muy fina y un paso redondo y persistente, dejando en el final recuerdos especiados, terrosos y minerales, con un tanino fundido y que es pura seda, pero que todavía denota que hay cuerda para rato.

Imperial GR es una referencia indispensable sin la cual no se puede entender el vino tinto riojano y español en su máxima calidad. Este 73 en concreto es uno de los grandes, fino, delicado, estiloso, elegante, armónico, una verdadera delicia que sin duda hace honor a esta gran referencia.

Un clásico que nunca falla, todas las botellas abiertas de este 73 (y van ya 5 o 6) salen excelentes. Para muchos, la mejor nariz de la cata.

Rubí de capa media con amplio ribete ligeramente atejado, muy limpio y bonito. Nariz de excepcional clase, fina y compleja, muy franca desde el principio pero evolucionando continuamente, muy frutal (ciruela, confitura de fresas), con puntas cítricas (cáscara de naranja), hojarasca, trufa, deliciosamente especiado, con una intensidad y una cantidad de capas y matices tremendas.

Ataque firme, con magnífica acidez, magnífica fruta confitada envuelta por esos tonos especiados que evocaba la nariz, con gran estructura y aún con mucha vida por delante. Grande!

Enlace al post con la cata completa:
https://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/1183237-cata-historica-rioja-parte-i

Recien abierto. Sin decantar. Corcho absolutamente destrozado. Mal indicio de lo que -parecía augurarse- iba a pasar después.

Vista: Rubí marronoso, con ribetes tejas y naranjas. Capa baja. Escasos sedimentos de pequeño tamaño.

Nariz: Poco expresivo, con predominancia de los aromas brandydizados, alguna madera vieja, humedad, marrasquino.

Boca: Puro licor, sin más. Absolutamente plano e inexpresivo. Sin mejora apreciable en las horas siguientes.

De vez en cuando toca.. es la ley del vino y a ella nos sometemos -a pesar de estos, por fortuna, esporádicos episodios- todos. Y, además, con gusto y veneración.

Descanse en paz.

De color rubí marronoso de medio cuerpo, reflejos cobrizos y anaranjados, limpio, borde amplio, atejado.

Nariz generosa, abierto, totalmente entregado, elegante, de una madurez y accesibilidad impresionante. Un Imperial en estado de gracia que nos reconcilia con los grandes Rioja de toda la vida. Potente, expresivo, con una ráfaga de notas notas de cacao recién tostado, café aromático, fruta negra en compota (ciruelas maceradas, pasas, algarroba, higos), cremosos, vainilla, bombón en licor, y un deje de mermelada, de guindas, fruta roja madura, confitura de cítricos, piel de naranja. No se acaba... Al respirar comienza a sacar todo tipo de aromas terrosos, maderas nobles, humus, hojarasca, pimientas, especias, cava de puro, tabaco de pipa. Bufff!!!!

Inunda el paladar, sabroso, lleno de tostados y notas achocolatadas, con una acidez de vértigo y unos taninos firmes. Mucha estructura y elegancia, persistente, lleno de fruta en confitura, cítricos dulces, especias, largo, amplio, redondo, armónico, aposentado. Lo tiene todo y en grandes cantidades: igual de serio como de accesible.

Otro gran vino del 73 que sigue mostrando su capacidad para concebir bombas de relojería que como éste explotan 40 años más tarde. Al nivel de las mejores añadas de Imperial GR.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/06/imperial-1973-gran-reserva.html