Un Garbeo por el Douro (parte 2 de 2): Niepoort, Quinta do Vale Meao y Wine & Soul

Comenzamos el segundo día con un ligero susto inicial durante el desayuno cuando nos llaman de Niepoort y nos preguntan que dónde (demonios) estamos. Resulta que nos habíamos confundido de hora y la visita era a las 10am en lugar de a las 11am. Y ya eran las 10.30h!

El segundo susto ya no es tan ligero porque Nicolás nos lleva a velocidad supersónica por las reviradas carreteras (carreteruchas) del Douro y llegamos dando gracias a todos los dioses por seguir con vida... Eso sí, las vistas siguen siendo espectaculares y dan todo el sosiego del mundo a la llegada. La siguiente foto está tomada desde la terraza de Niepoort y muestra el río Tedo aproximándose a su desembocadura en el Douro.

Por suerte en Niepoort pudieron acomodarnos una visita “exprés” y aún disfrutar de la cata de algunos de sus vinos más relevantes. No cayó el Coche, eso sí, pese a que yo le tenía unas ganas tremendas! Pero catamos Tiara, una alternativa “menor” que a mí particularmente me gustó mucho. Charme también me gustó por elegancia, de esos vinos ligeros y con poca capa pero estructurados, “con chicha” que quedan en la memoria. Vertente, vino de entrada de la bodega, gustó por RCP y también catamos un par de Portos: un Tawny de 30 años embotellado en 1973 que gustó en boca y en nariz recordaba a un rancio; y un Colleita 2009 embotellado en 2023.

De ahí recorremos hora y media por la zona del Douro hasta llegar a Quinta do Vale Meão pasando por paisajes difíciles no sólo de describir sino incluso de captar fotográficamente. Por momentos podría parecer que estamos en las montañas chinas de Guilin, donde las plantaciones de té también se realizan esculpiendo micro-terrazas en montañas casi verticales. Y todo para plantar un par de hileras de viña por terraza: vaya esfuerzo! Y el del cultivo anual posterior, claro!

Quinta do Vale Meão fue fundada a finales del siglo XIX por la legendaria Antonia Ferreira, a quien sus amigos y familiares cariñosamente llamaban “Ferreinha”. Ahí nació lo que hoy es ese gigante del vino portugués que es Casa Ferreirinha, pero curiosamente la actual Quinta de Vale Meão surge cuando su tataranieto Francisco Olazábal decide recomprar la propiedad de los múltiples accionistas entre los que se había fraccionado la propiedad y la escinde de la actual Casa Ferreirinha en 1994. Como dato adicional interesante, hasta poco después de esa fecha eran las viñas de esta Quinta las proveedoras de la uva de los legendarios Barca Velha y Casa Ferreirinha Reserva Especial.

No me puedo olvidar de contar sobre la construcción actual de la bodega, las salas bajo las que reposan las barricas y los depósitos: ese tejado de madera que veis en la foto tiene 150 años y está construido con pino de Riga! Sí, Riga, la capital de Letonia!! Trasladado hasta Marsella y de ahí por barco a Portugal. Las razones para ello no nos quedaron muy claras, pero ahí queda la anéctota...y la belleza del tejado!

Actualmente produce unas 300.000 botellas anuales de las que el más emblemático es el tinto que lleva el mismo nombre que la bodega. 

Empezamos catando el Meandro Blanco (Rabigato y Arinto), fácil, sencillo y fresco. Rico el Meandro Tinto 2021, con 50% de Touriga Nacional, que dio mucha fruta y muchos lácteos. También produce cuatro varietales Monte Meão (de escasa tirada, unas 3.500 botellas cada uno) del que catamos el Cabeço Vermelho de Tinta Roriz (tempranillo) con los taninos bastante pulidos ya. Tambíén pudimos probar el Quinta do Vale Meão 2021 y aunque apuntaba maneras no dejó de estar muy cerrado durante toda la cata: va a haber que tener paciencia con este!

Catamos luego un par de Portos, uno blanco y uno normal, pero como me recuerda Pepe (que es quien me apunta todas las notas de cata) nos los sirvieron con una corteza de naranja confitada y azucarada que estaba taaannnn rica que ya nos dejó el paladar completamente descoyuntado para poder valorar nada. Todo estaba rico tras la corteza de naranja!

Vuelta a casa y partidita de billar en “Casa Helena” donde nos terminamos el estupendo Crasto Touriga Nacional 2016 que abíamos abierto tentativamente el día anterior: potente, redondo y estructurado, buenísimo ejemplar de esta uva tan típica de la zona.

Tercer y último día de la excursión! 

Toca a su fin la estancia en el Douro portugués con la visita a Wine & Soul, bodega que Sandra Tavares y Jorge Serôdio fundaron en 2001 a partir de un pequeño viñedo de dos hectáreas con más de cuarenta variedades distintas de uva al que nombraron “Pintas”, igual que el perro que tenía entonces la pareja: un Pointer inglés cuyo dibujo todavía aparece en múltiples lugares en el material publicitario de la empresa.

Pintas sigue siendo el buque insignia de esta bodega, pero tenemos la suerte de que Helder nos ha preparado una completísima cata de casi todos los vinos que producen actualmente: Pintas, Character, la gama de Quinta de Manoella, Guru y varios Portos. 

Al Guru 2022 tuvimos que “esperarle” durante toda la cata; pero tras una hora en copa se abrió y se convirtió en ese estupendo blanco (mezcla de variedades) complejo y estructurado que recordábamos. Son ocho meses de crianza sobre lías en barrica de roble francés de la que sólo el 10% es nueva: la imprescindible para ir rotando la tonelería.

Aunque produce cerca de 200.000 botellas al año la visita a Wine & Soul transmite esa sensación de laboratorio enológico, de vino “de garage”, que me encanta. Visita muy recomendable.

Y, por cierto, aunque no lo vimos "en vivo" nuestro anfitrión Helder nos envió unas fotografías del proceso de pisado de la uva en los lagares que no tienen desperdicio!

Fin de trayecto en Portugal: visita bien aprovechada en la que todo salió tan redondo como muchos de los vinos que probamos. Plan perfecto, compañía perfecta y anfitriones perfectos!

De ahí, volviendo a España habíamos planeado una etapa intermedia en Zamora para visitar Dominio de Sexmil, bodega del incomparable Juan Miguel Fuentes. Esto nos proporcionó otra excelente cata adicional y una cena espectacular en la Tierra del Vino de Zamora; pero esa es historia para otro hilo...