Botella borgoñona de color oscuro, vidrio grueso y pesado que da mucho empaque a la botella, etiquetas modernas.

Buen corcho, largo y ancho, poco bañado en vino por el interior que huele muy bien a fruta roja.

Visual

Leve color de piel de cebolla seca con tonos rosados y amarillos pálidos (rosado amarillento o amarillo con reflejos rojizos), capa muy baja (es bastante transparente), limpio, brillante y de buena lágrima (al ganar temperatura en copa se nota algo). (9,5)

Nariz

De buena intensidad a fruta roja fresca (frambuesa, fresa) junto a algunos frutos del bosque no ya tan frescos, flores blancas, especiados, pimienta blanca, hierbas de monte bajo, toques minerales, notables mentolado-balsámicos y tostados de madera prácticamente imperceptibles si se toma a temperatura de servicio (sólo aparecen algo más si se nos va el vino a 13-14ºC). (8,8)

Boca

Ataque frutal y fresco, seco pero con un ligero fondo algo dulce, de bastante densidad, buen cuerpo y estructura para un rosado, de notable densidad, buena acidez, finos taninos y mucha untuosidad y cremosidad en el paso por boca.

El final es largo con notas frutales dulces-amargosas y ácidas, mentoladas, herbáceas y especiadas en un retrogusto y retronasal muy agradables y que invitan claramente a otro trago. (8,9)

Dos botellas cayeron estas vacaciones de este vino-añada. En ambos casos las sensaciones fueron muy buenas y similares.

Puede beberse ya pero, bien conservado, podría aguantar sin problemas 2-3 años más.

Su PVP ronda los 18-20€ según la tienda. La RCP la dejaremos en correcta pues, aunque es un buen vino rosado, el precio lo veo algo elevado para lo que ofrece (y eso que el envoltorio es sobresaliente pues, lógicamente, aparte de un buen vino, dicha presentación es importante y, a la vez, sirve para justificar el relativo alto precio del vino en su tipología).