Buena presentación con vistoso diseño en el que se enfatiza la transparencia y visión del líquido, ligero relieve y curioso tapón de cristal. Color oro rosa con tendencia a cobre ahumado muy límpido y brillante. Aroma intenso, equilibrado y evocador. Muy fresco, caramelo, melocotón, rosas, jazmín. Refrescante también en boca, ligero, persistente, untuoso, seco, acidez bastante lograda. Cereza poco madura, floral que lo lleva a ser sutilmente goloso. Bien estructurado y versátil. Sorprende.

Botella elegante, en la línea de los rosados actuales que son atractivos a la vista.

Echo en falta más información en la etiqueta como la variedad y elaboración.

En visual se presenta bonito, piel cebolla, con ribetes salmón, lagrima lenta, un vino limpio y brillante.

En nariz nos encontramos con buena intensidad aromática aparecen frutas rojas, fresas madura, platano y algo de cítricos, flores blancas como el jazmín.

En boca es intenso, con acidez y algo de tanicidad, persisten los aromas presentes en nariz, con estructura, graso y largo recorrido.

Un rosado que sorprende, que invita a beber y que acompañará platos con solvencia.

es una bodega de gran prestigio, muchas referencias, aunque esta sea otra bodega distinta es Ramón Bilbao

este viene en un formato de botella elegante, con relieve y ese tapón que le da clase

color salmón

y me quedo con los matices que dice la ficha de cata, profundo ,sabroso y de una finura envolvente

un vino fácil de beber, redondo, que no cansa 

por lo visto los rosados son muy complicados de hacer, creo que es un gran trabajo

también a la hora de maridar estos vinos combinan con multitud de platos

gracias a la bodega y a la exposición que tiene gran nivel

Botella muy elegante, de producto Premium, con tapón de cristal y mínima etiqueta de diseño.

90% Garnacha, de la Rioja Oriental, subzona de Monte Yerga, de unos 45 años.

Color rosa pálido, muy tenue, con algún tono anaranjado.En nariz es muy intenso, destacando la frescura de una fruta roja madura, frambuesa; notas cítricas de pomelo, mandarina.En boca es de buen ataque, con acidez comedida, refrescante. Es untuoso, graso y con un final algo secante.

Un vino de gran complejidad global, muy interesante y con una clara vocación gastronómica de máximo nivel. Gran apuesta de Ramón Bilbao.

Una vez más quiero reiterar mis disculpas a Verema, a la bodega Ramón Bilbao y los usuarios de Verema ya que el cambio de fecha de la cata hizo que coincidiera con otra cata que ya tenía programada.

Botella moderna y elegante, destacando el tapón de cristal.

Vino ligero, con lágrima media de cierta densidad, limpio y brillante. Color rosa pálido, melón cantaloupe, recuerda al salmón. 

A copa parada lo noto un punto cerrado, con aromas presentes pero muy sutiles. Muy fresco, con mucha presencia de cítricos con el fondo de frutos rojos, principalmente fresa. Removiendo aparecen notas más florales y herbáceos, hinojo.

Excelente acidez en el ataque. Vino goloso y amplio, untuoso y redondo. Se bebe con extrema facilidad, pero complejo y elegante. Al final del pase de boca aparece notas mas amargantes, herbáceas y sutiles. Postgusto medio-largo.

El día de la cata ha acompañado a una fritatta de calabacín y parmesano. ¡Perfecto!

Color rosado, "piel de cebolla", con esos reflejos anaranjados y cobrizos tan característicos de los rosados riojanos de los últimos tiempos. De capa baja, con ligera tinción de color. Muy elegante y atractivo en el aspecto visual, con limpieza y muchos brillos y reflejos. Se mueve untuoso, con apariencia grasa, por la copa, dejando una abundante lágrima que arrastra la glicerina y transcurre con lentitud por el interior del cristal. Perfil de rosado "glamuroso".

Nariz de muy buena intensidad aromática, con recuerdos de fruta roja ácida, fresas en sazón y picotas, con apuntes de cítricos --piel de naranja sanguina. Fondo ahumado de notas de panadería y levaduras finas, con recuerdos de flores rojas, geranios y rosa silvestre y de flores blancas de la gama del azahar o la acacia. Nota mineral, de "tono" metálico, que recuerda al hierro frío. Ciertos recuerdos dulces de caramelo de naranja y eucalipto. Con la aireación aparecen notas herbáceas de tallo de flor recién cortado. En definitiva, una paleta aromática compleja, intensa, fragante y llena de matices, elegante, fresca, jovial y seria al mismo tiempo. 

Boca de muy buena intensidad, que reproduce muy bien el perfil aromático de la nariz, con mucha presencia frutal de frutas cítricas y frutas rojas ácidas, como la grosella o el fresón. Muy fresco, con una acidez que llena la boca y transporta los aromas del vino, que se abren a notas ahumadas, salinas, con ligeros apuntes amargos de piel de naranja y recuerdos de flor de acacia. Muy buena textura, con cierta untuosidad grasa, aportada con justeza, que le confiere amabilidad. Tiene un paso de longitud media, que deja un buen recuerdo de herbáceos finos, flores blancas y notitas amargosas de piel de cítricos. Todo ello invita a volver a beber.

Diseño de la botella muy elegante, incluyendo el tapón de cristal y su etiqueta, aunque sin una mínima información sobre sus variedades o elaboración, algo que valoro negativamente.

De color salmón pálido, limpio, brillante, con escasa lágrima pero gruesa y lenta.

A copa parada ya se prevé de elevada intensidad aromática, fruta muy madura.

Cuando oxigenamos es muy intenso, fruta blanca madura (melón, plátano, maracuyá), también algo de fresa, frambuesa y mora, con toques cítricos (pomelo y piel de mandarina) y un fondo floral (jazmín, pero también rosa).

Muy buen paso de boca, goloso, fresco, potente en sabores, destacada acidez, con cuerpo, glicérico, equilibrado. Retronasal donde reaparece la fruta blanca y el fondo floral. Persistencia de media intensidad.

Encuentro que se trata de un vino perfectamente gastronómico, aunque yo lo degustaría a solas sorbo tras sorbo.

En contra hago constar la nula información que nos ofrece la etiqueta así como su acidez tan marcada. Quizás le falte un año en botella, y si es así la bodega no tendría que sacar al mercado un producto aún por pulir.

En su conjunto se trata de un buen rosado vestido con una botella y cierre que quiere hacerse destacar.

La presentación es espectacular, tanto la botella, como la etiqueta y el tapón le dan un aire sofisticado y elegante.

Color rosa asalmonado casi piel de cebolla

En nariz tiene una intensidad aromática alta, fruta fresca cerezas, albaricoque, manzana  agria, también frutas tropicales, piña, maracuyá, aparece al rato el chicle de fresa y recuerdos florales como el azahar, tiene una nariz extraordinaria

En boca es ligero, refrescante, muy buena acidez, paso largo de boca, muy frutal, se percibe la cereza y arándanos, también toques cítricos, pomelo y ligero amargor final que le da un toque muy elegante

Botella atractiva a pesar de la “cierta” dificultad que ofrece el tapón de vidrio al ponerlo y quitarlo.

En nariz predominan los aromas a melocotón, melón, plátano, pera… con toques florales y cítricos.

En boca resulta elegante, seco, mineral, untuoso, con una marcada acidez y final amargoso que produce una salivación intensa que pide otro trago.

Buen vino a un precio un poco alto.

Color asalmonado pálido, límpido y brillante, con abundantes y finas lágrimas.

Es de un aroma franco, fresco y sutil, me gusta la "ausencia" de artificialidad. La fruta es muy tierna, sensible, rica y madura, recuerda a las cerezas, algo de sandia y de frambuesa. Se le presume melosidad, palpas las lías al fondo, punto cremoso, casi lácteo. Ciruela blanca, y un ambiente floral...

Me gusta mucho el comportamiento del vino en la copa. Se va abriendo a cada momento, es más expresivo y claro en el mensaje. Alma de blanco pero corazón rojo, la verdad. 

Alcohol fragante, es como una manzana envuelta en caramelo, te atrapa y seduce, te invita a ir a la boca a cautivarte del todo. Ahora encuentro fresas, albaricoques y cítricos, como la pulpa de la mandarina, pétalos de rosa y un rasgo seco muy elegante. 

En boca tiene tacto, cierta tanicidad, una acidez viva que sabe moderarse a cada trago, es jugosa y paladeante, el alma blanca se adueña del conjunto, es largo y con brío...

Es más entretenido en la nariz, si bien en la boca tiene su garra, me gustaría algo más de presencia frutal roja, no digo que no la tenga. Reafirma las fresas del bosque entreveradas. Tras la calma de la acidez sientes su grasa, su textura, su carácter, invita a sentirlo...

Al paso del tiempo, me recuerda a la endrina y a la manzanilla seca, el alcohol es fragante y dulce junto con un toque herbáceo, fresco y vegetal sano. Hay notas de madurez como de una cereza en licor, y a la vez un aire pizpireta de rico punto salino.

Le sentara muy bien pasar un tiempo en botella y me llama mucho la atención, una cata vertical de este vino, para comprobar su evolución.