Ramón Bilbao Rosado  2019
Ramón Bilbao Rosado 2019
FICHA TÉCNICA
Bodega
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Rosado
Graduación (vol):
12,50%
Varietales:
85% garnacha y 15% viura.
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 5 a 9,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.06
/
90
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,7
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ELABORACIÓN
El sangrado se realiza por gravedad sin prensado automático La uva tinta entra en el depósito y macera durante dos-cuatro horas En ese momento se recoge el mosto mediante sangrado tradicional por gravedad, sin prensado mecánico. El rendimiento es de un 40% aproximadamente. Es un mosto que sintetiza los aromas y sabores más primarios, los que recuerdan a la variedad garnacha con sus toques florales. Le sigue la fermentación a baja temperatura (14ºC).
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Opiniones de Ramón Bilbao Rosado 2019
OPINIONES
54

Presentación del vino en la línea de la colección básica de Ramón Bilbao. Sobria, vintage, y elegante.

Tapón Nomacork que augura un vino de consumo rápido.

Color piel de cebolla muy pálido, con lágrima ligera que resbala con facilidad por la pared de la copa.

En nariz se presenta muy tímido, casi encogido. Notas cítricas y de yerba fresca. Aún esperando a que coja más temperatura el vino sigue sin despertar.

Boca de entrada golosa con carácter vinoso, y una potente acidez que le da frescor y levanta el vino. Para mi gusto algo excesiva.

Pero esta percepción es cuestión de gustos.

Final agradable, de persistencia media.

Un vino fresco para este verano

El tejido huele y se mastica. Es decir, tejido por delicado, olor por elegante y masticable por vinoso. A este sintético resumen le precede un color maquillaje, entre rosa y naranja, con reflejos cobrizos. Aromas de fruta blanca crujiente como una manzana de piel roja Delicius y también fresa ácida, con unas rosas envolviendo todo ello y haciéndolo elegante. Se aprecia ya la jugosidad que confirma la boca, esa manzana rabiosa y carnosa aparece de nuevo, con una acidez buenísima y unos amargos que se instalan perfectos y que estiran el vino. Resulta muy atractivo en conjunto. El maridaje es amplio en el lado de los arroces, pasta y ensaladas.

Se presenta vestido con un bonito color rosa piel de cebolla pálido. Limpio, brillante y con presencia de lágrimas que se deslizan con rapidez por la pared de la copa.

Nariz franca de intensidad media en la que destacan los aromas de fruta fresca con predominio de notas cítricas (piel de naranja, pomelo, lima…) junto a sensaciones de cerezas, fresas, frambuesas y albaricoque sobre un fondo de flores blancas y hierbas de monte bajo.

En boca se muestra fresco, sutil. De cuerpo medio, de cremosa textura en el paso de boca, sabores limpios de mediana intensidad a fruta roja y de carne blanca. Su correcta  acidez le aporta frescura y longitud en boca.

Final de buena longitud con fruta cítrica, roja y blanca fresca, toques herbáceos, de monte bajo y, sobre todo, hierba fresca recién regada.

Vino en el que todo está en su sitio, equilibrado, joven y listo para disfrutar.

Color " a la francesa" que seguro resultará atractivo, por ejemplo, a los británicos, que tiran más para allá que para acá.  Es mas blanco que rojo, más cebolla cobriza que salmón. Muy clarito. Lágrima gruesa y lenta, muy transparente también.


El aroma,  de nuevo,  es casi más a blanco que a tinto, con dominio de piel de cítricos, flores azules, pero con algo de  chuchería de fresa. Luego se nota mandarina. 


En boca es sedoso, con un buen punto de acidez que lo agranda y que llena y da cuerpo. Es un vino elegante, bonito, atractivo por ojo y por nariz, fresco por boca. Salinidad que también se agradece, final muy largo para un jovencito de estos, goloso pero con su punto de seriedad con sabores a plátano, algún toquecillo carbónico y un levísimo matiz licoroso. 


Vamos, que es divertido, complejo, sorprende y entretiene. Una buena construcción de la que disfrutar: ¿estructura se llama?
No es ese "rosadete" de caramelo de fresa  de andar por casa para refrescar el gaznate. Es sutil, suave, serio al tiempo y con mucho interés. Además, lo veo capaz de aguantar durante una comida de un buen arroz caldoso o un buen pescado a la espalda. Mucho para una lubina o una dorada a la sal. 

Un vino para tomar con una bonita ropa de verano, zapatos de rejilla, pantalón blanco, un panamá en la cabeza, una camisa de lino azul clarito... por ejemplo en....¡¡Portofino al atardecer!! 

Gracias a Verema y a Ramón Bilbao por la oportunidad de participar ene esta cata virtual. 

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