La primera aproximación a un vino es su botella, en Purgatori, ya el nombre nos llama la atención y más aún cuando vemos la etiqueta y leemos la contraetiqueta. Seguro que es un vino que no nos va a dejar indiferentes.
De color rojo violeta, brillante con capa alta. Glicérico, con lágrima sin demasiado color y ribete morado.
En nariz fruta roja madura, aunque con el tiempo es más herbáceo. Pimienta negra y cacao.
En boca es una delicia, entrada suave, fresco, nada astringente. Equilibrado. Apetece beber más. Buen acompañante para gran variedad de platos.

Botella bordelesa de hombros muy ligeramente anchos.

Bonitas etiquetas bastante chulas en mi opinión contando la historia del nombre del vino en la contraetiqueta.

El corcho es de buena longitud y grosor, de calidad. Está un pelín penetrado en vino (unos pocos mm) por algunas partes pero no tinta demasiado el interior siendo el color rosáceo-granate. Huele muy bien.

Visual: rojo picota rubí de capa media-alta, ribete granatoso-transparente con ligeros destellos violáceos aún, limpio, brillante y con buena y abundante lágrima de buena anchura y lenta caída. Ya se va oliendo el vino de solo mirarlo...

Lleva ya casi media hora descorchado y andará en unos 16-17ºC en copa.

Nariz: tiene una intensidad bastante elevada a fruta roja y negra madura, fondo especiado, canela, mineral, mina de lápiz sutil, tinta china, ligeras notas vegetales, té verde, algunas flores, pimienta blanca, finas maderas, balsámico-mentolados, algo de tabaco rubio, monte bajo y herbáceos de monte,... Lo noto fresco, frutal, algo mineral, intenso y complejo en nariz.

Vamos a dejarlo un rato más a ver cómo evoluciona. De momento la nariz me gusta mucho y no se notan mucho esos 14.5% de alcohol que tiene.

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Con ya más de hora y media descorchado, vamos a recatar en nariz por segunda vez de una forma amplia (y una vez lo hemos bebido). Servido, de nuevo, de botella mantenida a unos 14-15ºC.

Fruta roja y negra madura pero sin excesos, especiados, balsámico-mentolados, regaliz, té verde y mucho más mineral que al inicio, con mucha mina de lápiz, tinta china, ligero tabaco rubio y notas vegetales suaves.
Dejando a un lado la fruta (que la tiene y bastante), la mineralidad, la tinta china, el té verde, las notas balsámicas y los herbáceos son las notas predominantes.

Me gusta, incluso más ahora en nariz, que hace poco más de una hora.

Boca: ataque potente y con puntitas muy ligeramente licorosas y tánicas (ligera astringencia) en la entrada (que se apaciguan con la oxigenación en posteriores recatas). En conjunto se nota fresco, sedoso, elegante, sabroso y goloso. De cuerpo medio, de magnífica estructura, de media densidad y volumen (entrando potente y expansivo, luego algo más delgado para luego volver a expandirse en boca de nuevo). Taninazo tremendo que aunque está rico, todavía tiene margen de mejora/pulido en botella. El paso por boca es agradable, frutal, con buena acidez, con notas minerales y hasta ligeramente salinas. También se notan esos toques a té verde y vegetales con un fondo muy sutilmente picante. Final de longitud media-larga donde en retrogusto vuelve esa fruta negra madura (pero sin excesos de maduración), esa ligera mineralidad salina, ese toque picantón a pimienta, esa amargosidad del tanino y en retronasal ese tabaco rubio, caja de puros, herbáceos, balsámico-mentolados, ligeros torrefactos y cacao.

Me parece que tiene una boca estupenda y muy bebible aunque con años de margen de mejora en botella (aún hay que domar esos taninos, integrar del todo el alcohol y la acidez). Además, esta boca (y su nariz), mejora con las horas de oxigenación.

Muy buen vino de Torres con 3 años, en buen momento, pero que seguro evolucionará y mejorará en los próximos 6-8 años. Para comprar alguna botella y seguirlo en el futuro.

PVP: 25-30€ (la añada 2012 se encontraba por 25, la 2013 ya va por los 30€). Precio relativamente elevado pero de buena RCP para lo que ofrece (está muy bueno y tiene bastante futuro).

En copa muestra un color rojo cereza picota con ribete no muy amplio y de matiz púrpura. Tinta la copa, lágrima abundante y estilizada, limpio y brillante.
Nariz de buena intensidad, golosa y franca. Pronto se abre y nos señala las notas de fruta madura, en algunos casos casi compotada, destacando las cerezas, frambuesa, moras y arándanos. Hay un toque balsámico que me recuerda levemente al eucalipto y algo de hierbas de garriga, alguna nota mineral tipo guijarro, especias como la regaliz, la vainilla y algo de pimienta. Cacao y café tostado, caramelo, notas de cuero, chocolate negro, nota ahumada y toque de brea, terminan de completar la paleta aromática de este vino que por momentos va creciendo en nariz.
En la gustativa el vino se crece, tiene acidez viva, amargos presentes y nobles. Es un vino redondo, hay suavidad, los taninos si bien están presentes son fundentes, maduros, el alcohol se percibe, pero en general hay equilibrio. Es un vino fresco y cálido al tiempo, hay buen balanceo, hay sabor, jugosidad, cuerpo, buena estructura. La entrada nos atrapa el paso tiene cierto peso y frescura. Los primarios se respetan. Su recuerdo es largo y destaco cierto toque de fruta licorosa arropado por los torrefactos y tostados respetuosos.

Bonita presentación y nombre sugerente. Visualmente aparenta fuerza. Capa alta con lagrima glicerina. Untuoso
En nariz despliega aromas a fruta negra que van dejando paso a balsámicos y especias. Todo muy ensamblado.
En boca es equilibrado. Tiene de todo y sale dulzor, salinidad, amargor y acidez en su justa medida.
Con el paso del tiempo se me ha venido algo abajo pero en cualquier caso es un vino a tener en cuenta.
Un gran trabajo de bodegas Torres

Botella aparente, aunque dentro de los límites de lo razonable para mi. Bien vestida con etiqueta amplia de corte clásico bien conjugada con la cápsula negra. Las letras doradas y su tipografía le dan cierta suntuosidad.
Color granate de capa alta. Vino que cae en la copa con apariencia glicérica, densa.
Bellísima nariz, con mucha finura y conjugando una deliciosa fruta roja con distinguidas notas especiadas que denotan una madera de gran calidad.
Pimienta, canela, cedro, caja de puros, tabaco rubio, flores moradas,… todo ello en un conjunto armónico y elegante. Siguen contundentes las notas frutales (cerezas, ciruelas) notas ahumadas, monte bajo, café, torrefactos, caramelo de tofee… nariz compleja y atractiva que algunos momentos me evoca a un buen Côte Rotie.
Boca amplia, golosa, con volumen, grasa. Muy equilibrada y con excelente estructura. Taninos bien pulidos, que dejan cierto amargor final que está ligeramente por encima de mi umbral. Es la única arista, si es que tiene alguna. Alcohol perfectamente integrado, imperceptible si la temperatura es la adecuada y se abre con suficiente antelación.
Acidez suficiente y final largo, en el que retorna la fruta madura, la pimienta, anisados, especias, violetas,… Delicioso. Un gran vino con buena RCP.

Rojo picota capa media-alta, buena lagrima, glicérico.
En nariz, aromas de frutos negros del bosque, lácteos, especias dulces.
en boca es una delicia.
entrada muy syrah, con esa fruta negra(mora, arandanos...) equilibrada con una frescura envidiable. Buen cuerpo, taninos de fruta integrados, y un final donde la cariñena impone su estilo.
Un vino hedonista, que en estos momentos está en una fase de disfrute terrible.
Tiene acidez y estructura tánica para evolucionar bien en unos cuantos años, aunque sea otro tipo de vino el que nos encontremos.
Muy recomendable

Visual_ Rojo picota de buena capa y ribete violaceo con proliferación de destellos granates. Limpio y brillante. Lagrima abundante, fina, de caída lenta y algo tintada.

Nariz_ Buena intensidad. Fruta negra madura con recuerdos compotados, balsamico, con mucho matorral, y algo vegetal. La crianza da muchas especias, pimienta negra y algo de vainilla, notas de café que con el tiempo evolucionan hacia notas ahumadas. Poco a poco la Syrah toma protagonismo con notas de tapenade, violetas y matorral. La cariñena presente con esa fruta negra y los balsámicos algo vegetales, pero la garnacha desaparecida en combate.

Boca_ Cierto volumen en la entrada, menos estructura de la esperada en boca, cierta rusticidad, taninos algo vegetales y amargosos y buena acidez. No muy largo y con mayor protagonismo de la cariñena y probablemente la garnacha.

Botella bordelesa con etiqueta grande y elegante siguiendo el estilo que caracteriza a Torres. Dibujo de la etiqueta muy interesante y contra etiqueta que cuenta la historia.
Aunque Torres no da información en las botellas del coupage, nos dicen que es garnacha, cariñera y sirah.
En copa, vino de capa alta, de color rojo cereza picota y ribete entre rubí y granate.
En nariz es un vino muy complejo con muchos aromas, destacando los ahumados, café, sin olvidarse de la fruta roja presenta. Notas de vainilla y especias presentes. Un aroma que solo pide probarlo.
Ya en boca buena acidez, retrogusto amargo. Fruta roja, con muchos toques propios de la crianza. Persistencia media.
Buen vino, muy redondo, en línea de la marca Torres, sin embargo es cierto que esperábamos algo más.

Color rubí oscuro, buena lagrima, capa media alta.

En nariz, cereza negra, canela, especias, ahumados.

Fresco, fruta, agradable y persistente.

De bonito color rojo granate con tonos rubí. Lágrima no muy densa, persistente. Capa media. Predominio inicial de la syrah, con notas de ciruelas maduras, frutillas rojas bien ensambladas con notas de madera balsámica y pimienta negra. Notas de vainilla, y canela. Boca un poco chica, muy suave y sedosa. Vino de buena factura, muy fácil y comercial. No está mal