VISUAL: Color amarillo oro intenso.
OLFATIVA: Buena intensidad, destaca su crianza, con recuerdos a profiteroles de crema, vainilla, mantequillas, de fondo y haciéndose paso notas de fruta carnosa muy madura, melocotón, pera, toques florales y vegetales, justa complejidad y para los que nos gustan esas sensaciones de fina crianza todo en su justa medida, según se oxigena aparece un fondo dulce amielado, cítricos tostados y frutos secos, se vuelve más complejo.
GUSTATIVA: Graso, pesado, complejo, gran elegancia, ligera sensación untuosa, con la acidez ya equilibrada, amplio, ligera sensación frutal y cítrica, y con mayor peso se deja ver la crianza, las maderas, con ligeras cremas, brioches y almendras, final largo con ligera sensación amarga que te invita a beber.
34,5€aprox.
Quince hectáreas plantadas de Chardonnay por la familia Torres en 1979 -fecha en que adquieren el terreno-, constituyen, a los pies del Castillo del mismo nombre, el Pago de Milmanda. Se trata sin duda de uno de los mejores vinos blancos de la Península Ibérica, y perfectamente comparable a grandes vinos blancos borgoñones y californianos.
Como Vino de Pago que es, la añada determina la excelencia y, en años menos benévolos Milmanda desciende al común de los mortales, exhibiendo su linaje decadente con buenas maneras y buena materia prima, pero sin el brillo y esplendor de los grandes vinos en las buenas añadas. Ahora bien, cuando el clima se alía con la Tierra y el Hombre, nos ofrece una densidad y una concentración notables, un color amarillo limón intenso, brillante, con reflejos dorados y mayestática caída en copa.
La paleta aromática nos ofrece piña, coco, vainilla, finas maderas, especias sutiles -¿canela?- fruta blanca, almendras y tostados. Hay que esperar que gane un poco de temperatura para que pueda expresarse plenamente. La boca es carnosa, grasa, intensa...hay buena fruta madura, acidez equilibrada. Gran recorrido y largo recuerdo... Muy rico.
Un gran Chardonnay (para mí el mejor de España junto a Chivite), muy al estilo de los blancos de Borgoña, con presencia de madera de forma equilibrada y dotándolo de complejidad y con una extraordinaria capacidad de envejecimiento cuando el año lo permite.
Lo peor, el precio...entre 30 y 40 euros en tienda.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Personalizar”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.