Rojo picota intenso, capa alta. Predomina el café, los tostados, regaliz y tabaco. En boca, el paso es singular, tornándose cada vez más agradable. Bien estructurado y equilibrado, es una buena apuesta de Torres por un vino "que no sabe a Torres". En nuestra opinión, de lo más original que se elabora en esta bodega. Monastrell recomendable.

Visual: Color cereza. Capa media-baja

Olfativa: Fruta verde. Aromas secundarios. Torrefactos, caramelo de cafe con leche, yogurt de fresa

Gustativa: Astringencia de verdores, algo descompensado con la madera. En retronasal verdores.

Tasación: 6 euros

Vino de alto carácter mediterráneo apoyado por las uvas syrah y monastrell. De altísima capa de color y ribete rojo picota, no resulta demasiado brillante. En nariz recuerda a las frutas negras muy maduras resaltando los aromas limpios de la madera nueva. Regaliz, tostados y aromas de tabaco sobre fondos balsámicos configuran la equilibrada y completa nariz de este vino. En boca es seco, de entrada suave y paso refrescante. Los taninos de la madera se muestran notables pero sin molestar. Posse buena estructura y es pleno dejando una agradable sensación de calidez. Final largo que recuerda de nuevo a la fase olfativa. Buen vino aunque sin mejorar la añada 2002, la mejor de esta referencia.

Vino dominado por una madera muy tostada. Puede venir bien un decantado ya que se encuentra algo sucio, tanta madera enturbia la fruta, que en todo caso es muy madura, más bien mermelada. Domina el aroma a café. En boca se muestra opulento y con buen recorrido, aunque con demasiado dominio de la madera tostada sobre la uva. Poco complejo.

Vino dominado por una madera muy tostada. Puede venir bien un decantado ya que se encuentra algo sucio, tanta madera enturbia la fruta, que en todo caso es muy madura, más bien mermelada. Domina el aroma a café. En boca se muestra opulento y con buen recorrido, aunque con demasiado dominio de la madera tostada sobre la uva. Poco complejo.

Picota violáceo con reflejos azulados.
Nariz de buena intensidad con presencia de flores azules, fruta negra madura, tierra húmeda y leves especias.
En boca tiene buena acidez, buen recorrido, correcta estructura y tanino bien integrado, pese a faltarle algo de botella para mejorar.

Muy rico este vino de corte moderno de Torres.

Color Rojo picota con capa media.
Algo de especias,café y regaliz.
Entrada un punto dulce. Agradable y bastante larguito.
Equlibrado. Ya está rico aunque le queda un largo recorrido en botella.

Color picota de capa alta con ribete violáceo. En nariz da notas de café, especias y cuero, junto con frutos rojos maduros. En boca es amplío, con una buena acidez que le da viveza, paso aterciopelado con taninos dulces. En retronasal se obtienen las notas del café y de la fruta.

Visual precioso picota con tintes violeta.

Nariz intensamente syrah, jovial, refrescado por unos frutillos rojos silvestres -zarzamora, frambuesas- con unos adornos de crianza muy propios de syrah -caucho quemado, alquitran- que van equilibrándose por la madures y notas licorosas de la Monastrell.

Boca se expresa amplio, rico con una paso de boca firme con notas de crianza, de final media y postgusto denso y tostados.

Un vino para los amantes de la syrah en estado puro.