Celeste 2012
Celeste 2012
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
14,00%
Varietales:
100% Tinto Fino
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 10 a 19,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
7.85
/
89
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
5,5
ELABORACIÓN
Celeste Crianza 2012 es un vino de Tinto Fino (Tempranillo) elaborado por Bodegas Torres en la Ribera del Duero a unos 900 metros de altitud. Ha pasado por un periodo de maceración de 15-20 días tras la vendimia, seguido de una fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. Más tarde, un proceso de fermentación maloláctica en barrica nueva con crianza sobre lías durante dos meses. Más tarde, una crianza en madera de roble francés y americano un periodo de 12 meses. Embotellado en enero de 2015.
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Opiniones de Celeste
OPINIONES
84

Bonita presentación moderna y colorida. Corcho de calidad. Todo muy bien cuidado.

V: color picota intenso. Limpio brillante y con una lagrima muy intensa. Cae lentisimo por las paredes de la copa. Elegante y típico de la zona de la que procede.

O: intenso aroma a frutas rojas y negras. Pimienta suave y elegante junto con aromas muy agradables de laurel. Recuerdos lácteos y de vainilla. Cambiante y con madera muy bien integrada. Especial. Muy agradable con intensidad media.

G: entrada amable y algo cálida, dulzor inicial que da paso a una acidez bien mesurada. Amargor final suave. Retro nasal láctea y algo licorosa.

Buen vino típico de su zona. Recomendable

Visual:De color picota granatoso, capa alta, ribete morado intenso, limpio y brillante.

Gustativa: Bien de intensidad, primeras sensaciones con una madera bastante presente, dulce, láctea, tostada, especiados, toques avainillados, la fruta (negra) algo tímida y de fondo, ciertos apuntes metálicos.
Al agitar se mezclan unos aromas con los otros dejando una sensación de cierta complejidad, con toques minerales y ahumados de fondo, bastante equilibrio de aromas pero la madera un pelín por encima, aparece un aire de frescura y balsámico, la madera no demasiado elegante, con especias, algo de turba.

Gustativa: Entra con comedida potencia y dulzor, tanino bastante presente, ligeramente dulce y secante, aterciopelado, sensaciones de nuevo de maderas pero bien integradas, paso y cuerpo medio, correcta acidez, más bien corto final con algo más de fruta que en otras fases de cata.

Al final me queda sensación de vino bastante correcto, sin aristas y bastante bebible a fecha de hoy, podrá mejor algo en buenas condiciones de guarda dos o tres años más.

Presentación: bastante sobria, aunque distintiva. Bordelesa clásica con etiquetas largas, que resultan al mismo tiempo la delantera y la trasera, cápsula que da un contraste (plateada) con la etiqueta principal (azul muy oscuro con los pequeños detalles en plateado) que personalmente me encanta, ese cielo nocturno que se ve desde el viñedo en época de vendimia me ha encantado y me recuerda a los que yo veo.
Corcho correcto, de longitud normal, buena elasticidad (he leído que lleva embotellado menos de un año) y sorprendentemente apenas tintado en su fondo dada su capa.

Visual: Capa alta, color picota oscuro y ribete con algún reflejo violáceo, en visual está hecho un chaval, aunque tenga tres añitos justos, parece más joven. Lagrimeo muy lento, se nota muy glicérico, lo cual unido a sus 14º, ayuda a esa lentitud en la producción de lágrimas y en su lenta caída.
Olfativa: A copa parada intensidad media-baja, predominan los aromas de crianza, tostados y maderas finas, fondo muy especiado de pimienta con notas de fruto rojos; ligeras notas de carne. Al agitar la copa, aparecen enseguida notas licorosas, a parte de los especiados, aparece algún balsámico. Notas muy claras de frutas rojas en sazón, aunque de momento no despliega mucha complejidad. Parece estar cerrado todavía, quizas haya que airearlo unas horas antes para disfrutarlo ya.
Gustativa: Entrada fresca, paso medio, con recuerdos de maderas, tostados y ligera fruta, muy buena acidez, pero con taninos muy vivos y por domar, cierta agresividad en el final y en el postgusto, donde vuelven los aromas de crianza y un leve recuerdo a bombon de café con licor. Astringencia de larga duración en las encías... necesita mucha botella.


Bonita etiqueta
Capa alta, color violáceo
Aroma frutal con balsámicos y algo de cacao
Boca algo cruda, frutal, vegetal, astringencia media
Correcto

Bonito rojo picota con ribete rubí, limpio y brillante. Capa media-alta. Lágrima densa y lenta que tinta la copa, alguna burbuja suelta de carbónico que denota juventud. Muy apetecible.

A primer olfateo, menos intenso de lo que nos esperaba. Torrefactos, café, regaliz, balsámicos, hierbas del monte, vainilla y potentes lácteos. Poca fruta de momento, apuesto a que si fuera en copa negra no sabría adivinar el color. Parece goloso, sorprende lo poco alcohólico que es para el grado que tiene.

Buen ataque, paso medio, buena acidez, de momento predominan los amargos. Astringente a tope, deja lengua de gato. Buena persistencia, aunque no enamora en boca. Más fruta aquí que en nariz, aunque me ha gustado más en su fase anterior. Me lo esperaba más goloso.

No tengo bola de cristal para saber si mejorará en botella, parece que tiene buenas hechuras, pero está muy verde en este momento como para ser disfrutable más allá de la primera copa.

Color picota capa media con ribete violáceo.
Intensidad media en nariz, fruta roja con buena presencia de madera, vainilla, pimienta. Toques lácticos.
En boca correcto. Buena acidez, taninos aún por pulir pero muy bebible. Postgusto no demasiado largo.
Vino fácil de beber. No complejo.

Siempre me ha gustado la etiqueta del Celeste, y es verdad que en la Ribera es fácil ver esos cielos estrellados en las noches de Octubre.
A la vista da un bonito rojo cereza de capa media alta. Glicérico. No tinta en exceso.
La nariz es muy frutal y balsámica. Hay mucho monte bajo: romero, tomillo, jaras. También una maloláctica muy lograda, que da claramente lácteos tipo yogur.
Muy buena boca, fresca y con acidez. Bien estructurado. Los taninos aún algo sin domar. Cosa de 1 o 2 años más. Un rico posgusto amargo, que yo encuentro muy gastronómico.
Un tinto Ribera de manual, de factura muy correcta, con la crianza muy bien llevada, y que da lo que se espera.
La cata tuve que hacerla en solitario a mediodía, porque a la hora de la cata virtual estaba viajando.
Gracias a Torres y a Verema.

Color picota con ribetes rubí, de capa media-alta.

Olfativamente, frutas licorosas, fresas con nata y tonos lácteos en general, muy cambiante con la temperatura...esmalte de uñas y pimienta, dan ganas más de morderlo que de beberlo.

En boca tiene una entrada golosa y fina, bien equilibrado.

Dice más en nariz que en boca.

Visual de color granate, de capa media, no excesivamente cubierto. Ribete degradado y de reflejos azulados (amoratado). De lágrima muy abundante, ancha y glicérica, pero poco tintada. Muy brillante, especular.

Nariz de intensidad media, con notas frutales patentes y francas, de frutillas negras silvestres maduras, en primer plano: recuerdos de moras de zarza y arándanos. Notas herbáceas de monte mediterráneo, de jara y tallo recién cortado, con apuntes frescos e intensos de balsámicos de eucalipto que le aportan volumen a la nariz. Las notas de crianza están muy bien engarzadas y son respetuosas con las notas primarias del fruto: aromas lácteos sutiles de caramelo de nata, con ligeros apuntes de regaliz. Fondo floral de violetas. Fresco. Fragante. Elegante.

Boca de muy buena intensidad, que destaca desde el primer momento por la frescura que le aporta una muy buena acidez, las delicadas pero patentes notas herbáceas y de pimienta y la presencia de unos amargosillos de hoja de té verde que le confieren notable viveza. La fruta está presente, si bien con un carácter más ácido y fresco que en nariz, que recuerda a la fruta roja silvestre madura (grosellas y fresas). De textura fluida, con uno taninos jugosos que le confieren buena estructura y que aún presentan una cierta astringencia que deberá limar con el tiempo en botella. El vino se desarrolla más en longitud que en amplitud, lo que, junto con su frescura y fluidez, le confiere elegancia. Final fresco y fino, de buena longitud, con recuerdos finales donde reaparecen las notas de té verde.

Buen vino que, sin duda, mejorará en botella, gracias a su buenísima acidez, el buen engarzado y equilibrio de todos sus componentes y su excelente carga tánica. Tendrá larga vida... eso no lo dudo.

....por que presenta color de vino juvenil con tonos violáceos y color picota.
en nariz es divertido con matices de fruta negra fresca, recuerdos tostados y especiados.
en boca tiene chicha y es agradable aunque seguro que la sequedad de los taninos mejoran pues tiene acidez y fruta para ello.

A día de hoy pide acompañamiento de comida....

Lo que peor veo es la falta de personalidad y la globalización total de este tipo de vinos.

En fin el consumidor manda

Gracias a verema y a torres por permitirnos de nuevo ser participes de estos momentos

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