Visual: Amarillo dorado
Olfativa: Fruta blanca y tropical, notas de melocotón,melón,limón, especias y fondo floral.
Gustativa: Paso medio, buena acidez, con largo retronasal
Muchas gracias a verema y a la bodega por hacernos participes de la cata de este vinazo

Botella abierta con media hora de antelación.
De color amarillo dorado, reflejos idem y lagrima de gran densidad.
En nariz se muestra complejo y con una gran intensidad, fruta blanca madura, de tipo tropical y cítricos entremezclada con predominantes notas de la crianza, vainilla, mantequilla, bollería fina, tostados y un ligero fondo herbáceo.
En boca tiene una entrada glicérica, untuosa, aunque no exento de frescura aportada por una sorprendente acidez, postgusto bastante largo donde el paso por barrica aún está bastante presente.
Sin duda un buen vino que no hará mas que crecer en botella.

De color amarillo dorado, intenso, reflejos verdosos. Mucha sensación de grosor, con grandes lágrimas, permanentes.

Aromas de fuerte intensidad. Al abrir predominan las notas de crianza (vainilla, cremosos, ahumados, mantequilla fresca) que al ir respirando se expresa con recuerdos de pan tostado, cítricos dulces, pomelo, y un fino deje balsámico de carácter mediterráneo, hierbas aromáticas, anises, retamas. Hay una gran cantidad de fruta madura, hueso, y apuntes exóticos de fondo. Un blanco complejo y de calidad.

En boca es concentrado y cremoso, graso. Se hace presente la crianza, aún no integrada del todo al conjunto, y una buena expresión varietal. Sabroso, con muy buena acidez, algo duro a mi entender en este momento pero con potencial de guarda que le hará ganar muchos enteros en unos pocos años. Un bien bien hecho, fino, complejo. Se disfruta. Recuerda a otras añadas pero con un punto de frescor más acentuado.

A la vista se presenta con un color amarillo dorado con destellos verdosos, limpios y brillantes, bonito color, lágrima lenta pero no densa

En la nariz tiene una intensidad media, a copa quieta fruta de hueso y madera fina, tras mover un par de veces, se abre más con recuerdos a vinos blancos de ciertos lugares. Un rato más tarde cosillas de la crianza, como ahumados, vainillas, etc...

En el paso por boca muestra una buena acidez, con cuerpo, su punto de glicerina muy leve, nada alcohólico, madera muy bien integrada, fresco al final de nuevo, pero no demasiado largo.

Botella con etiqueta que hace honor y norma de la bodega.

Caté este vino hace unos meses y en esta ocasión he conseguido que me diga más cosas.

En conjunto buen vino, en cuanto al precio es más bien alto.

Una vez más gracias a Verema y a bodegas Torres por permitirme disfrutar este espléndido vino. En vista se muestra con tonos amarillos dorados, destellos verdosos y apariencia glicérica. La nariz es todo un deleite, si bien la madera se impone en un primer momento, poco a poco aparece la fruta blanca y de hueso, aromas florales (flores blancas como la flor de acacia o el jazmín), cítricos, fruta tropical, (muy marcada la piña madura), notas de bollería, mantequilla y vainilla y un punto mineral de caliza que me costó encontrar.

En boca sigue manteniendo esa complejidad, tiene un tacto graso y untuoso, sorprende por su gran acidez de inicio, pero rápido pasa a la fruta dulce y madura, compensando ese toque dulzón con un fino amargor y un final salino, resultando más evidente la mineralidad en boca que en nariz.

Fantástico y lo mejor, la capacidad de aguante que creo que tiene este vino y lo que mejorará en botella.

Vista: Muy brillante y limpio. de color amarillo dorado con algunas irisaciones verdes, lágrima de buena densidad.
Nariz: Aromática, intensa, limpia, equilibrada. Estos cuatro adjetivos definen este estupendo vino que se distingue en nariz por un estupendo equilibrio de la fruta y de la crianza en madera a la que ha sido sometido. Destacamos sus recuerdos de fruta blanca de hueso, notas herbáceas y cítricas, anisados y un elegante y sutil toque tostado y avainillado.
Boca: Todo lo que sugería la nariz se refrenda posteriormente en la boca, su intensidad, su armonía, su sabrosidad, su frescura, su elegancia. De suave entrada, se va abriendo con rapidez hasta adquirir una considerable amplitud, muy expresivo, untuoso, equilibrado, de gran frescura, frutal, con un toque salino que potencia su final largo, ligeramente tostado y tan rotundo como todo el vino.

En resumen, nos encontramos en mi opinión ante una extraordinaria elaboración de uva Chardonnay. Un vino de una destacada armonía y expresividad en todas las fases de la cata y que opinamos que aún siendo un placer ahora su consumo, tiene aún mucha vida por delante en donde transformarse y ofrecer nuevas y buenas sensaciones.
Su precio está en torno a los 40 euros.

Espectacular muestra del chardonnay tratado con mimo y precisión desde el viñedo, y que aporta un punto de calidad a la gama de vinos de esta varietal.

El vestido ajuar de botella, cápsula y etiquetado anticipa un producto volcado a la exportación (¿de ahí el precio también?), habiendo "castigado" en la contra la información enológica por la historia.

Visual: amarillo dorado, glicérico medio, y brillante en copa parada.

Olfativa: es la fase más bonita de la cata de este vino....evocaciones a minerales y vainillas, para un conjunto muy frutal y fresco, donde los aromas a limón maduro y piel de naranja verde le conceden una complejidad soberbia, lejos de la presunción de que resultase un blanco sencillo.

Gustativa: al inicio, frescura, muy fácil de beber, y liviano....transcurrido un instante en boca, se confirman las notas de flores blancas y la componente frutal, que alargan la sensación, y revela una combinación más rica y elaborada. Ensamblaje casi óptimo, sin esperar a la guarda para más adelante.

No necesita grandes comidas - aunque con ellas maride fenomenalmente -. Unas almendras tostadas, virutas de jamón, una punta de cuchillo de un buen foie, o unas gambas frescas a la plancha, al alimón con ensalada verde ..., y a triunfar.

El pero, como en otras ocasiones, su precio... No conviene compartirlo con aficionados a beber "de gorra"...;)

Botella borgoñesa, muy acorde con la variedad, y etiqueta elegante, que le va fenomenal en mi opinión a este gran vino.
En visual amarillo-verdoso con tonos dorados, limpio, brillante. Lágrima en abundancia.
Complejo en nariz, con buena intensidad aromática. Fruta tropical, piña, miel. Flores blancas, alcachofa, mineral, bollería.
En boca tiene una entrada fresca, fruta tropical, un toque mineral. Va ampliándose en boca, la cubre totalmente con una acidez fantástica, quizás su mejor virtud. Muy elegante y aterciopelado. Madera muy bien integrada. En mi opinión se puede tomar incluso algo subido de temperatura, unos 11-12 grados. Untuoso, muy largo, habrá que ver la evolución, pero con esa acidez promete mucho.
Para maridar con infinidad de platos, como apuntaban muchos en la virtual, con sushi iría ideal.

Visual: amarillo dorado algo aclarado. Muy brillante
Nariz: intensos aromas a destacar bolleria y vainilla. frutas tropicales con predominio de la piña y algo de maracuya.
Boca: untuoso y glicerico. Recubre la boca como si fuera seda. Ataque acido y final sutilmente amargo en equilibrio perfecto.
Un vino para disfrutar en que el unico "pero" es el precio...."pero" de vez en cuando hay que darse un capricho

Corcho y botella acorde con la calidad del vino.
Color amarillo dorado con destellos verdosos. Lágrima fina y armoniosa.
Los aromas son muy intensos, tostados, fruta madura en compota, frutas tropicales y al agitarlo surgen notas cítricas, que pierden potencia a favor de otros aromas al dejar la copa parada.
En boca es una maravilla, sabroso, potente, redondo, con buen cuerpo, largo y con una excelente acidez. Además, se repiten algunas sensaciones de la fase olfativa, fruta tropical madura, cítricos y tostados.