Estamos ante un vino con vocación de guarda y lo estamos catando cuando ha salido de un periodo de 18 meses de barrica, pasando a botella a mediados del 2015, hace apenas 8 meses aproximadamente. Pero sin embargo está apto para consumo, lo cual me ha sorprendido, gratamente.

Visual: El tapón tiene buen aspecto, íntegro, sin fisuras, al olfato se muestra límpido, sin defecto y ya se podría hacer una olfativa con el.
El color es rojo picota con matices violeta, de capa alta. Tinta la copa. Buenas lágrimas o piernas. Con 15 grados de alcohol parece razonable que así sea.

Olfativa: Nariz de buena intensidad, atractiva, sugerente, golosa y compleja. Balsámica y mineral. Hay notas de fruta negra muy madura, casi pasificada, notas de terruño, de sotobosque, algo de cuero, regaliz y vainilla, nuez moscada y unos torrefactos golosos, e incluso algo de brea.

Gustativa: El ataque es sabroso, pero no empalaga, el paso es alegre y gustoso al tiempo, hay frescura, ensalivas y limpias, el tanino es maduro, sin dejar de mostrar su carácter. La acidez algo cítrica te deja una sensación de frescura que acompaña esa sensación más golosa del resto de componentes, alcohol, fruta madura, la crianza, el tanino. Equilibrio, cuerpo y sabor. Todo está en su sitio. Deja un buen recuerdo durante un buen rato.

Color rojizo oscuro, denso, compacto e intenso que al moverse desprende ligeros tonos violaceos.

En nariz generoso en tonalidades que nos sugieren desde toques de cacao a aromas de confituras de frutas rojas (fundamentalmente ciruela) y que acaban en fragancias de tomillo, de bosque mediterráneo.

En boca su entrada es potente pero controlada y generosa. Armonía de sabores, que hacen que su desarrollo en paladar sea largo y equilibrado apagándose suavemente y dejando ligeras notas de regaliz e incluso mentoladas.

Un brillante ejemplo de vino del priorat que conjuga la potencia de sabores y aromas de este tipo de vinos con un equilibrio en su desarrollo en nariz y sobre todo en boca, que lo hacen atractivo a todo tipo de paladares. En unos años ganara y potenciará todas sus grandes facultades

Botella bordelesa, de aspecto serio. No destaca, alejada de tendencias que buscan la complicidad del comprador de imagen. Corcho de calidad.
Color picota, de borde joven, capa cubierta y lagrima intensa.

Olfativa: Mucha mucha fruta. Muy madura.
Intenso y casi dulzón. Notas de pasas y licor. Digno de un picnic en la campiña. Monte bajo, hierbas aromáticas. Golosooo. Con el paso del tiempo va tomando complejidad. Se torna más mineral, licoroso. Se van imponiendo las maderas

En boca: Acidez presente. De la que se sujeta una sensación frutal y cárnica en el paso por boca. Especias y maderas se hacen presentes, sin estridencias. Intenso, pero con control.
Ahumados y cacao se perciben al fondo. Algo verdoso.
Un vino que da interesantes cambios durante la cata.
Sin duda un buen producto

Rojo picota con ribete violaceo, cubierto, brillante y con una lagrima fina.

Nariz intensa y de buena evolucion. Compleja, fruta negra, tostados, regaliz, monte bajo y notas de licorella. Pimienta negra y cafe.

Entrada potente, recorrido intenso, levemente secante por su tanino que sin embargo no agrede. Acidez bien integrada. Finura y complejidad con garra. Tipicidad. Salino y mineral. Fruta negra y maderas presentes pero sin llegar a ser invasivas. Muy claro su perfil balsamico. Final largo.

Esa preciosa botella alargada con etiqueta oscura y dorada, le da solemnidad, es bonita, seria y a la vez, moderna.

Es rojo picota oscuro, casi negro (haciendo honor a lo de "negre" en catalán), de capa bastante alta, lagrima gruesa, lenta, abundante y bastante teñida. Ribete granate con borde violáceo. También en esto es serio y para 18 meses en barrica, parece mas joven.

Nariz muy amplia desde el inicio. A poco de abrirlo era fruta roja, jalea de arándanos. Luego, fruta mas bien negra y tabaco, regaliz. Todo bastante serio también. Tostados, pimienta negra, tomillo.

Macizo en boca, sabroso, serio otra vez, pero con una potencia licorosa que recuerda a cerezas en licor, retrogusto, ahora sí , balsámico. Al ataque de los taninos amargos parece que se va a encontrara unos con astringencia, pero no... pura seda. Eso sí... acidez ya justa. Yo no lo dejaría guardado demasiado tiempo. Me gusta así.
Largo, fruta roja en boca, Es un vino amargo.... como para postre. Como el chocolate negro.... amargo y dulzón.
Me da pena maridarlo, soltero me gusta tanto. Para tomar con quesos tipo Idiazábal.
Está muy rico.
Caro.

Rojo picota muy de altísima capa y ribete violáceo. Lágrima muy densa, cremosa y tintada de lento descenso.
Se muestra con una alta intensidad a copa parada predominando los aromas de fruta roja en confitura (cereza, ciruela...)
Tras la primera impresión de fruta en sazón aparecen notas de hierbas mediterráneas (orégano, tomillo...) y balsámicas (eucalipto). La sensación global es que nos encontramos ante un vino complejo, intenso y profundo; cambiante en la copa, con notas torrefactas de buenas maderas y aromas florales (lavanda...) junto a notas cítricas. Piedra seca, mineralidad.
Su intensidad aromática no decae, cambia, pero sin perder un ápice de potencia. Excelente!!!
También con el tiempo la fruta se torna licorosa.
Ataque potente y noble, se percibe una gran concentración. Sin estar pulidos, los taninos no se muestran agresivos, aunque sí vivos,
Ni alcohol, que lo tiene, ni la fruta, que es obvia, ni la acidez, que es estupenda van cada uno por su lado. Perfectamente conjuntados los tres para dar un vino carnoso, bastante accesible ya, musculoso pero fresco.
Lo que ya se intuía en nariz, se vuelve realidad en boca, un vino que, desde su entrada, aparece grande, enorme, hasta cierto punto goloso, amplio, con una extraordinaria acidez que aguanta su enorme estructura. Cálido, ligeramente licoroso y envolvente.
Ojala pudiésemos ver la evolución de este vino en el tiempo, ahora ya es grande, pero creo que se hará más grande aún !!!
Postgusto intenso, elegante y muy largo. Enhorabuena a bodegas Torres por habernos permitido la cata de este mozuelo que, a buen seguro, se hará todo un señor!!!

Etiqueta que representa el estilo de la bodega, de color rojo picota, lágrima acorde a los 15 grados, complejo en cuanto a sus aromas, torrefactos, cítricos, balsámicos y a fruta madura.

En boca persistente, redondo, taninos dulces.

Vino color picota madura con ribete granate y destellos violeta, capa media alta, limpio, brillante y lágrima abundante y lenta.
En nariz con buena intensidad, notas frutos rojos en mermelada, cerezas y frambuesas con un fondo láctico y cedro, pura delicia, evolución a notas de monte, rastros cuanto a penas de tostados, lavanda y tomillo, para devolvernos a la fruta y tocando registros florales, perfumado, amplio y muy expresivo.
El paso por boca, potente, con cuerpo, fruta tanto roja como negra, largo recorrido, buen peso en boca de la fruta, bien hecho, serio, notas de monte si llegar a tapar la fruta, especias fuertes, buena acidez, equilibrado y un tanino aterciopelado.
Retronasal, afrutada.
Postgusto, largo y muy bueno.