Botella borgoñona típica de este vino. Cápsula y corcho en muy buen estado pero que, al descorchar se parte en dos. No obstante, no hubo problema en sacar la parte que quedó dentro sin apenas caer nada al vino. Decantado posteriormente durante al menos 1 hora antes de beberlo en la cena de Nochebuena.

Visual: Rojo picota claro casi cereza, buena cobertura (capa casi media-alta), ribete ligeramente transparente-atejado-anaranjado que indica larga crianza y evolución, brillante pero no limpio del todo (se observan ligeras partículas de posos en el vino).

Nariz: Fruta negra muy madura (casi en licor) de buena intensidad, regaliz, especiados, tostados, torrefactos, mucha madera, algún toque lácteo y a sutil mineralidad (como a hierro), intensos balsámicos. Ligeros aromas oxidativos agradables, aparecen también algunos cueros y piel de animal muy bien integrados en el conjunto. Excelente nariz (sobre todo si se le deja tiempo en decantador y en copa).

Boca: entrada cálida, suave, sedosa, de bastante volumen y estructura, buena acidez todavía. Muy complejo en el paso por boca, se notan los tostados y, sobre todo ese chocolate negro ligeramente amargo, esas maderas nobles y esos taninos, presentes pero finos y sedosos. Final medio-largo con postgusto y retronasal con toques balsámicos, especiados, oxidativos, a fruta en licor y maderas fantásticos en el global final. Muy elegante.

Un grandísimo vino clásico riojano en un momento de consumo fantástico pero que, bien conservado, le veo mimbres (acidez, tanino y estructura) para mantenerse (e incluso evolucionar algo más) en botella en buenas condiciones, al menos otros 5 años más.

El precio de 30 y tantos euros acercándose a los 40 (36-39 euros según la tienda) lo veo algo elevado (sobre todo porque un 904 La Rioja Alta vale lo mismo o algunos euros menos), aunque, en general, su RCP podríamos considerarla correcta para lo que ofrece y su capacidad evolutiva.

Capa media con ribete atejado.
Aroma complejo y penetrante con notas de pimienta, nuez moscada, tabaco de pipa, cuero y lejanos dejes de frutas en licor. Empieza a intuirse un leve recuerdo de carne cruda.
En boca está fantástico, con un paso sedoso pero con carácter aún, dejando un largo postgusto. Empiezo a percibir un sabor que suelo encontrar en riojas de cierta edad como de hierro oxidado que no resulta molesto en absoluto, la arruga es bella dicen algunos.
Me ha encantado, una pena no tener más.
Creo que está en un momento fantástico
Salud!

Sin duda un gran vino que lo fue, el cual se sigue disfrutando hoy en día con la variación de ciertos valores aportados por su longevidad.
Presenta un color picota muy cubierto, de buena capa y ribete totalmente teja.
En nariz muestra buena expresividad, a pesar de no haberle dado demasiado tiempo, con una primera apreciación a cuero, tabaco, setas, caza de pluma y regaliz negra, así como madera y tostados. Posteriormente y con algo más de tiempo hacen acto de presencia la fruta, principalmente roja.
En boca se muestra muy bondadoso, de paso elegante y equilibrado, bastante ligero y totalmente domado, casi diría que demasiado, de los que te invitan a seguir bebiendo esperando a que llegue la chispa que por desgracia se quedo en el camino, con un final bastante justo y persistencia de madera.
Todavia me queda una botella para degustar el año próximo.

Picota oscuro con borde ligeramente atejado.
Agradable aroma de fruta roja con tostados regaliz y madera.
Boca de cuerpo ligero, correcta acidez tiene un cierto volumen y presencia pero pasa muy rápido, correctamente expresivo regularmente largo. Un buen Rioja clásico.

Cereza con borde teja y capa media.
Notas de compota de fruta roja, muchas especias ,clavo y anis, cuero viejo y notas de maderas de mueble antiguo.
Fruta madura y golosa, el tanino se mantiene vivo pero muy pulido y fundido con las notas de madera vieja, muy especiado con notas anisadas,buena acidez,todo un clasico.

Botella nº: 297.877
VISUAL: Bonito color rubí de capa media con el menisco tirando a teja.
OLFATIVA: Buena intensidad, en la que a copa parada destacan notas a fruta roja con un punto de sobremadurez, algún aroma vegetal (olivada), especies y un fondo de madera elegante con algún tostado y cueros finos, al agitarlo los aromas se mantienen, pero la fruta se funde con la madera dando aromas muy agradables, además experimenta una magnífica evolución hacia notas balsámicas de la familia de las resinas que van dando paso a notas avainilladas.
GUSTATIVA: De media boca, paso ligero y agradable, buen equilibrio con la justa acidez, en vía retronasal la madera destaca con algún tostado y cuero, el final es algo corto pero bueno.
Buen vino, no obstante el precio lo encontramos algo excesivo.

Sin decantar.
Visual: picota oscuro con insinuaciones atejadas.
Nariz: buena cantidad de fruta madura roja con agradables aromas terciarios como tostados, cafe, tabaco, cuero.
Boca: elegante paso por boca con estupenda acidez riojana. Largo y bien elaborado este clásico rioja. Está pulido y perfecto para beber.
Está claro que los riojas clásicos de hoy eran los modernos de antes (salvo excepciones).

Me ha impresionado el estado y la viveza que presenta este Gran Reserva donde preserva el gran clasicismo riojano con apuntes de modernidad, ya que en nariz huye de la madera ahumada con tintes mojados y recuerdos excesivos de piel de animal, para mostrarnos un tinto licoroso con buenos apuntes de tabaco habano, torrefactos y una fruta que nos aporta notas de cassis, de guindas en aguardiente y un manto de especias -nuez moscada, pimienta-. En boca muy agradable y de gran longitud, buena acidez, taninos sabrosos y redondos, buen final.

Color picota subido con buena lágrima.

En nariz fruta roja y tostados.

En boca agradable de paso, con los taninos muy bien integrados y final algo corto.

Esperaba más de el

Color rojo picota de capa media-alta. Lagrima abundante.
En nariz aparece fruta roja, toques especiados, lácteos y como ya he leido tabaco rubio muy identificable. En boca tiene buena entrada, buena acidez, de cuerpo medio y buen recorrido que termina con un toque amargoso, apareciendo más fruta en retro gusto. La madera y el alcohol están muy bien integrados, es un vino que sin tener gran cuerpo para mi gusto es muy bueno, facil de beber y lleno de matices de la barrica aunque quiza algo caro.