De color cereza granatoso de capa media-alta, tapado, con mucha extracción. Limpio y brillante. Reflejos rojizos y anaranjados. Borde estrecho, atejado, muy marcado respecto al exterior del menisco. Sensación de grosor: lágrimas tintadas, gruesas, permanentes.

Potente, expresivo, aunque algo tosco en sus inicios. Viene sobrado de maderas, ahumados, pimientas en mortero, tostados y todo tipo de apuntes a carbón vegetal, turba, balsámicos, reliz Zara, tierra húmeda. No parece haberse reducido lo más minimo en botella a lo largo de estos años; al menos de 2010 hasta el día de hoy... Van saliendo notas de frutos rojos muy maduros, confitados, un asunto licoroso de por medio, que no acaban de perfilarse plenamente. Sensación de estar ante un Prado Enea crudo, de largo recorrido, muy del estilo de 1982.

En boca se muestra algo más hecho, con una fuerte acidez que condiciona toda la cata. Estructurado, amplio, compacto, vigoroso, con alguna aspereza por limar (taninos secantes, marcados, y cierta tanicidad). Se intuye carácter pero sigue en su primera juventud. Un tinto con porvenir.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/12/prado-enea-2001-gran-reserva.html

Rojo cereza con un ribete granatoso donde los destellos atejados son todavia comedidos.

Nariz de media intensidad, otoñal, con mucha carga de trufas y hojas secas con un fondo de fruta, maderas nobles, bien incorporadas en el conjunto y algunas especias dulces.

Entrada intensa, con toques lacteos, sabroso, amplio y con gran cuerpo compensado con una acidez muy alta. Final medio-largo.

En este Prado Enea Gran Reserva 2001 las tonalidades amarronadas de su brillante color rojo picota se muestran con claridad.
En aromas destacan unas primeras pincelades de barniz seguidas por ahumados. Tras ellos se abre paso la fruta roja y notas de buena madera. Una nariz potente con un punto alcohólico que no molesta.
En boca el ataque es potente, con sabores especiados, picantes y olivados. Muy largo y persistente.

Sorprende ver en este Prado Enea claras hechuras de modernidad. Granate cubierto con ribete abierto hay cierto aire clásico pero por la materia y la extracción es un moderno. La nariz es quizás lo más discreto, comienza con cierta reducción, algo cerrada, pronto aparecen notas de brea, toques de confitura de frutos rejos, matices especiados (pimienta negra) y algún toque de nuez moscada. Fondo balsámico. En boca muestra todo su poderío, entra intenso, pasa cremoso, con un tanino dulce y pulido, buena acidez, ligeros amargos, notable estructura, largo y con profundidad. Muy "juvenil" y con un gran potencial de desarrollo....

Color rubí con ribete degradado de capa media.
La nariz es delicada, todo integrado, fruta en licor, finos cueros, tostados y ese buqué que solo la gran crianza Riojana nos muestra.
En boca tiene buena entrada, fresco, excelente acidez que vertebra el vino, elegante, delicado, paso sabroso, suavemente goloso, la crianza se bebe, se siente y nos lleva a un final muy largo en el que vuelven las sensaciones de fruta en licor y especias dulces sobre maderas finas.
Una delicia, me encanta el Prado Enea

Un vino rojo cereza, con ribete naranja, envejecido, limpio y muy elegante.
La fase aromática es como un pefume...para ir dejando pasar un buen rato. Aromas de licores de fruta, con cremosidad, se nota denso.
En boca se muestra fresco, con buenísima acidez y frescura. Es un corte clásico de Rioja, serio y lineal. Notas sabrosas y gustosas de café, maderas viejas, tostados.

Lo he vuelto a beber en Nochebuena. Y sigue estando espléndido. Con ese color marcado por sus años nos reserva una elegancia y una sedosidad inigualables. A pesar de estar en día raíz un vino excelente.

Es un vino, que después de más de 6 años de la última vez que lo probé, evoluciona de forma fantástica. Está en un momento espléndido con unos aromas profundos, complejos y extraordinarios. Un vino potente, pero muy elegante, delicado y agradable. Color rojo rubí con ribetes de color teja. En nariz aromas de especias, cuero y tabaco bien entrelazados, que te llenan la nariz y lo podías estar oliendo un gran rato. Aromas de frutas rojas maduras y una gran madera. En boca tiene un paso suave, armónico y muy amable, es un vino muy maduro. Dejan un buen recuerdo final. Aparece la fruta roja y sobre todo negra madura, unos taninos muy domados y elegantes y algunas notas minerales. Buena acidez, gran persistencia y muy largo. Un gran vino que creo que está en su mejor momento. Excelente.

Nariz carnosa con toques de buen buquet, cedro, tabacos, generoso y frutos secos. En boca es maduro y joven, sin espejismos.
Hay fruta roja y aromas elegantes, con un acabado que muestra buen potencial de envejecimiento.

Vista: Color rojo rubí de alta intensidad y ribetes de color teja.
Nariz: Especias, cuero y tabaco elegantemente entrelazados.
Boca: Paso armónico y gratificante. Su potencia y sabor dejan un recuerdo final memorable, muy elegante y de gran persistencia.
A destacar ese impresionante final, algo astringente y simplemente un Gran Rioja Tradicional, con algun toque de modernindad.