Color rojo picota con ribete granate, capa media-alta y lágrima media. En nariz es de intensidad alta. Aparecen notas de frutos rojos maduros, con matices especiados, y un punto mineral. En boca es suave, sabroso, amplio, equilibrado y con un punto goloso. El retronasal es largo y nos devuelve la carga frutal con un deje torrefacto.

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Color rojo picota maduro, capa media y ribete granate.

Nariz fresca compleja y equilibrada, tonos lácticos, vainillas, tabaco sobre fondo especiado.

Boca suave, de buen cuerpo, amable, con volumen y persistencia.

Visual: De precioso color rojo picota, capa alta y borde granate.
Olfativa: Buena intensidad con justa complejidad entre fruta y crianza, con un fondo riojano que desprende su crianza y sensaciones minerales características de Muga, especiado y fresco.
Gustativa: Equilibrado, redondo, toque goloso, fina madera, paso sabroso y goloso, de medio cuerpo y peso, buen final con fruta y ligeras sensaciones tostadas.

Muga nos tiene acostumbrados a vinos de una excelente calidad y este crianza, que por su tipo de elaboración podría salir calificado como un reserva, sigue esa línea que la familia Muga ha marcado durante todo este tiempo. El vino tiene un color picota de capa alta con ribete ligeramente abierto. Tiene una nariz con un buen equilibrio entre las notas de crianza en barrica, con una madera muy fina y un tostado suave, y la fruta roja en sazón, con un fondo especiado. En boca tiene una muy buena acidez, con un tacto cremoso, pulido en su desarrollo y un buen recorrido, dejando un sabor de cueros y tostados final. PVP aproximado 13,5€, así que muy buena RCP.

Picota de capa alta con ribete granate.
Nariz de buena intensidad que se muestra algo tímida al principio pero que rápidamente da mostrando toda la finura y complejidad de este vino. Tiene unas notas de manzana roja que se entremezclan con los recuerdos de barrica, tostados, especias, un punto de carne cruda, fruta negra madura, vainilla, tierra mojada, sotobosque.
En boca tiene una buena acidez, marcada presencia de la fruta, tabaco de pipa, tanino en su punto, carnoso y cremoso, amplio y esbelto a la vez, por un toque fresco. Buen recorrido con un punto amargoso.

Es innegable su carácter riojano pero, tal vez por ese punto dulce de la garnacha o esa acidez de la graciano, tiene una personalidad arrolladora.

Aroma delicado, frutos negros, tostados y cremosidad de la madera, aromas especiados, rasgos animales, hojarasca, otoño.

En boca la entrada es dulce, el tanino esta presente, pero no es rugoso. Gana el dulzor y el poder del alcohol, hay acidez pero no tan contrastada como en añadas anteriores. Tiene un gran futuro. Firme promesa.

Catado durante el encuentro Verema.