Vino de Rioja de color cereza oscura con ribete anaranjado. Capa media. En nariz, de buena intensidad, predominan los tostados y torrefactados, que enmascaran un tanto la fruta roja. También se perciben notas de cueros y leves balsámicos. Nariz demasiado dominada por la madera americana. En boca es seco, ligero, con cuerpo medio, paladar levemente amargante y con sensación astringente. Una acidez un tanto subida. El postgusto es de persistencia media, con recuerdos entre tostados y frutal. Correcto crianza, pero no volvería a repetir. Jarreado para ver mejor su evolución.

De acuerdo con las notas anteriores, pero, a diferencia de Juan, yo no esperaba mucho, y me sorprendió la nariz con cierta complejidad. De resto, un vino que comienza más o menos bien en boca, pero que no aguantó toda la comida al no tener grandes matices. Un rioja correcto, tan solo destaca algo la nariz.

Bebido en restaurante. Nariz dominada por torrefactos, frutas rojas y negras, con cierta complejidad. En boca le falta carnosidad y sustancia, muestra excesiva acidez y no deja una buena impresión global. Está bastante mejor en nariz que en boca, que deja una impresión un tanto desvaída. Me esperaba más de este vino.

Color picota oscuro con borde anaranjado.
Aroma con buena intensidad y con cierta elegancia a frutos rojos y negros en confitura, las madera se detectan de calidad y bien ensambladas, también especias, tostados y balsámicos.
En boca es mucho más flojito, ni tanta potencia ni elegancia como en nariz, tiene un paso de boca un poco sabroso y equilibrado, pero los taninos son rudos, en el retronasal vuelven las maderas, las frutas y las especias. Final amplio y muy persistente. No tiene buena relación calidad/precio. En nariz un 8,7, pero en boca un 8. Cuesta sobre 11 Euros, el corcho un 7,5.