Sacada a unos 5-6ºC pero atemperada a unos 10-12ºC en copa amplia Lehmann Jamesse.
Visual
Topacio-ámbar, limpia, brillante y de buena lágrima. Color de amontillado joven.
Con el paso de las copas, se va oscureciendo para llegar a gamas de ocre-marrón claro con partículas suspendidas y menos limpia.
En cualquier caso, espectacular visual. (9,4)
Nariz
De gran intensidad a pera madura licorosa, melocotón maduro, naranjas y mandarinas muy maduras, herbáceos en infusión, velo de flor, salinidad a tope, yodados, brisa marina, bota vieja sanluqueña muy vieja, aldehídos, muy leves toques acrílicos, frutos secos tostados (avellanas y almendras) y mentolados.
Excelente nariz en intensidad y complejidad, de manzanilla evolucionada, pasada y espectacular ahora mismo. (9,4)
Boca
Ataque de gran salinidad, sapidez enorme, madura pero fresca a la vez, sabrosa, sequísima, de volumen medio-alto, densidad media-alta, buen cuerpo y estructura.
El paso por boca es fantástico: marino y yodado, a frutos secos tostados, muy punzante y con notas de infusión de camomila.
El final es largo, con pera de agua licorosa, mandarina pasada, mentolados, frutos secos y sal marina a tope en un postgusto y retronasal fabulosas.
Gran boca la de este vino con 50 meses desde su saca (algo muy relevante para un vino de crianza biológica que no era originalmente una manzanilla, no manzanilla pasada). (9,5)
Una vez más, una maravilla de vino.
Aún me quedan al menos un par de botellas más. Está en gran momento aunque ya con cierta madurez, por lo que en los próximos meses intentaré dar matarile a las que me quedan.
La Bota de Manzanilla 71 del Equipo Navazos, DO Manzanilla Sanlúcar de Barrameda
Sacada de nevera a unos 4-5ºC y atemperada a unos grados más en copa amplia tipo balón.
Jarra térmica para mantener temperatura de la botella.
Como utiliza tapón cabezudo de aglomedo de corcho, el descorche es trivial (a presión con la mano).
Visual
Pasado unos minutos, ya a unos 8-9ºC en copa.
Dorado oro viejo con reflejos anaranjados y tirando al ocre, limpio, brillante y de fina lágrima de lenta caída.
Muy buena visual para una manzanilla con casi tres años y medio desde su saca.
Se nota evolución pero el color es muy bonito. (9,2)
Nariz
Vino en copa ya a unos 10-12ºC (la ideal para una manzanilla de este tipo).
De inicio es de media intensidad que va creciendo a muy alta con la temperatura y la oxigenación en copa.
Aromas a pera de agua en licor, flores blancas marchitas, abundante salinidad y mineralidad, notas yodadas y de brisa marina, velo de flor, recuerdos de tiza, notables aldehídos, herbáceos en infusión (camomila), poderosas notas de frutos secos tostados (almendras amargas y avellanas), madera de bota vieja sanluqueña, ligeros toques de esmalte de uñas y como de barniz muy leves (se nota su evolución y la tendencia al amontillamiento de esta manzanilla).
Gran nariz, en cuanto a intensidad y complejidad. (9,3)
Boca
Como se me calentó un poco, la he refrescado con algo más de vino de la botella (que sigue fría a unos 6-8ºC), para conseguir que la manzanilla esté a buena temperatura.
Ataque potente y contundente, muy seco, punzante, extremadamente salino y mineral, densidad media, volumen medio-alto, buen cuerpo y notable estructura.
El paso por boca es yodado, de gran salinidad y mineralidad, con recuerdos leves de almendras tostadas y un punto de amargor leve muy interesante.
El final es largo no, lo siguiente, casi eterno, con notas de pera de agua muy madura y licorosa, una salinidad y mineralidad descomunales, un punto balsámico y herbáceo, con muchísimos frutos secos tostados (almendras y avellanas) y un retrogusto levemente amargo que invita a otro trago. La retronasal, no va para nada a la zaga y es también fantástica.
Excepcional la boca de esta manzanilla ya mucho más madura que hace varios años pero, todavía, en su cénit, con gran definición y gran placer. (9,5)
Maridaje
La he acompañado esta tarde con palitos de pipas, frutos secos variados (y va de cine) y también con jamón ibérico de bellota (va de súper lujo).
En cuanto a la cena, las armonías van a ser con:
- Ensalada de tomate Raff, cebolla dulce, zanahoria, alcachofas, aceitunas y caballa.
- Dorada a la sal.
Conclusiones finales
Gran manzanilla ya con 40 meses en botella desde su saca pero, sencillamente, espectacular.
Una vez más, El Equipo Navazos no defrauda y, EMHO, creo que fue un acierto el "cambio" de bodega surgido después de La Bota de Manzanilla nº 55 (Miguel Sánchez Ayala) a esta La Bota de Manzanilla nº 71 (Hijos de Rainera Pérez Marín).
Aunque "la vigente" y "más nueva" es, actualmente, La Bota de Manzanilla Nº 93 (de la misma solera que la nº 71), todavía puede encontrarse por algún sitio en el mercado esta nº 71.
Su PVP ronda los 24-25€ aunque, en mi caso, de oferta, pude conseguirla por unos 20€.
Excelente RCP para lo que ofrece.
La Bota de Manzanilla nº 71 "Equipo Navazos"
La Bota de Manzanilla nº 71 "Equipo Navazos"
Con 3 años y un mes desde su saca.
Sacada a unos 6-8ºC, descorchada 1 hora y pico antes de consumirla, tomada en copa a unos 9-12ºC.
Visual
Oro cobrizo yodado que tiende ya al ámbar, se nota más evolucionada en visual aunque limpia y brillante.
Muy bonita visual para su tiempo en botella. (9,3)
Nariz
De bastante intensidad, con notas de pera de agua muy madura y casi confitada, aldehídos por doquier, ligeras notas de velo de flor, tiza, flores ajadas a tope, frutos secos tostados (almendras y avellanas), mineralidad abundantísima, muchas notas de salmuera, yodados, cantos rodados húmedos, balsámicos y madera vieja de bodega sanluqueña.
Complejidad, definición de aromas maravillosa aunque con un menor nivel de intensidad que los recordaba (de muchísima intensidad a bastante intensidad). (9,3)
Boca
Ataque potente y contundente, punzante y fresca a tope (y más para su edad), salinidad a raudales, mineralidad por doquier y sapidez tremenda.
El paso por boca es maravilloso, envolvente, sabroso, muy seco y con un punto de apreciable cremosidad.
Final larguísimo, enorme, sabroso, aldehídico, yodado, mineral, balsámico, con notas de pera de agua confitada y tiza en un retrogusto maravilloso; en vía retronasal se reproducen sensaciones del retrogusto junto a un punto de flores ajadas enorme que la redondean fabulosamente bien. (9,5)
Excelente evolución a los 37 meses desde su saca. Está evolucionada, pero todavía conserva cierta dosis de frescura y, sobre todo, es muy compleja y tiene sus descriptores (en nariz y boca) muy bien definidos.
Aún me quedan varias botellas más a las que tendré que ir dando matarile en los próximos meses.
Manzanillón de gran RCP.
vuelve a ser un muy buen disfrute.
Las sensaciones tanto en nariz como en boca son muy frescas y sobre todo satisfactorias, una rica manzanilla que se bebe muy bien, pero que al mismo tiempo en compleja y estructurada.
Otra botella más.
Visual
Me da la impresión de ser de tonalidad más oro viejo cobrizo yodado que la recordaba, como más evolucionada, limpia y brillante. (9,4)
Nariz
Tremendamente intensa y compleja, flores marchitas por doquier, aldehídos, yodo, salmuera, tiza, mineralidad, musgo, setas y tierra húmeda, balsámicos y bota vieja jerezana (con notas que parece quieren virar hacia el barniz), entre muchísimos otros aromas ya descritos en anteriores notas de cata.
Dominan, en este momento, las flores marchitas y las notas yodadas, a setas y piedras húmedas. Más evolucionada que la recordaba de la botella bebida hace un par de meses (9,4)
Boca
Ataque salino y ultra seco (extremadamente seco), mineral, fresca y sápida a raudales; con un paso por boca equilibrado pero punzante y superlativamente sabroso. Es larga en su final, enorme, sabrosa, yodada, aldehídica, mineral, balsámica en un retrogusto y retronasal superlativos. (9,5)
Más sápida, fresca, compleja e intensa que la recordaba.
Una vez más, me ha encantado, aunque en este caso, no sé si es la botella o que ya tiene 17 meses desde su saca, pero está notablemente más evolucionda que la recordaba. En cualquier caso, está buenísima esta manzanilla, sapidez, sequedad, complejidad y frescura (todavía), a raudales. Un manzanillón (de la que aún me queda alguna botella para ver cómo evoluciona en los próximos meses).
Excelente RCP
y otra botella disfrutada de este sobresaliente vino.
En general es una manzanilla "suave", pero tiene caracter y complejidad, aunque esta botella ha sido un poco más anodína.
Vale todo lo que he indicado más abajo, teniendo en cuenta las puntualizaciones que acabo de realizar.
Después de una año, su evolución es extraordinaria. Sigue fresca y ligera, pero muy seca. Su color es más oscuro y su sabor más seco y más salino. Rica y muy agradable.
Visual
Amarillo dorado oscuro pálido tendente a tonos amielados oro viejo, limpia, brillante y de buena lágrima, fina y de lenta caída.
Se ve una manzanilla con cierta edad y evolución pero de muy bonita visual. (9,2)
Nariz
De alta intensidad aromática a aldehídos, etanal, frutos secos tostados (almendras verdes tostadas), bastante punzante aún, flores marchitas muy abundantes, fruta blanca muy madura, velo de flor, salmuera, brisa marina, aromas yodados muy concentrados, abundante tierra albariza (tiza), bodega sanluqueña, maderas viejas, notas minerales poderosas, toques cremosos y camomila infusionada. Alta intensidad y complejidad a raudales. Muy equilibrada en olfativa. (9,5)
Boca
Ataque fresco, sequísimo, mineral a tope, salinidad a raudales, sapidez prácticamente extrema con cierto nivel de untuosidad y cremosidad en el paso por boca (esa sensación grasa y mantecosa es proporcionada principalmente por la acción de las manoproteínas de la cabezuela de la bota); de elevado volumen para una manzanilla, densidad media plus pero sin perder un ápice de fluidez, cuerpo medio-alto y muy buena estructura. El final es, sencillamente, eterno, colosal, con algo de fruta blanca madura pero, sobre todo, muchísima sapidez salina, mineralidad, frutos secos, herbáceos e infusión de camomila en un retrogusto redondo, punzante y sabroso espectacular; en vía retronasal aparecen notas potentes a velo de flor, salmuera, yodo, tiza, madera de bota vieja, flores ajadas y aldehídos que la redondean magníficamente bien. Se bebe con extremada facilidad (9,8)
Manzanillón que escala algunas décima respecto a hace unos meses. Es una maravilla. Una manzanilla de libro y que (sin ser una Bota Punta), se acerca mucho a la perfección. Sorprendido y flipado con ella. Tremenda y para deleitarse y disfrutar sin descanso.
PVP que ronda los 22-23€ (aunque yo pude conseguirla por 19-20€). Excelente RCP para lo que ofrece.
Me queda aún media botella de la que estoy catando y 3 botellas más. La seguiremos porque está tremenda ahora mismo pero creo que con más tiempo aún puede mantenerse o, incluso, mejorar.
Botella y etiquetado típico del Equipo Navazos.
Manzanilla embotellada en "Hijos de Rainera Pérez Marín".
Cierre cabezudo de aglomerado de corcho típico de este tipología vinícola.
Visual
Amarillo dorado pálido oscuro con reflejos tendentes ligerísimamente al oro viejo, limpia, brillante y con cierta lágrima de lenta caída. (9.2)
Nariz
De buena intensidad con aromas a sutil fruta blanca madura de hueso y ligera ralladura de limón maduro pero, sobre todo, lo que predominan son los aromas aldehídicos y a velo de flor, tierra albariza (tiza), bota de roble viejo, balsámico-mentolados potentes, cantos rodados mojados, brisa marina, yodo, salmuera, salinidad y sensaciones minerales a raudales, flores ajadas, hierbas de monte secas , vainilla, canela así como notas cremosas que recuerdan algo a crema pastelera. De buena intensidad y elevada complejidad. (9.5)
Boca
Ataque de buena potencia y contundencia de sabor, pero a la vez, sedoso y equilibrado, manzanilla redonda, vino muy seco, donde se nota esa salinidad a raudales, esas notas marinas, esa frescura y sapidez espectacular. Una manzanilla de buena densidad, acidez razonable, buen cuerpo y estructura pero, además, de cierta cremosidad sin empalagar que nos proporciona un paso por boca espectacular. El final es largo con notas a fruta blanca madura y ralladura cítrica, mentolados, salinidad y mineralidad a raudales en un retrogusto excelente; en vía retronasal se reproducen y amplían dichas notas apareciendo balsámicos, bota vieja de roble, flores marchitas, hierbas secas de monte, tiza, aldehídos a raudales, yodo y notas de vainilla que la redondean maravillosamente bien. (9.6)
Gran manzanilla que, una vez más en el Equipo Navazos, saca tras saca, no falla.
Me quedan todavía varias botellas (3 más) que seguiremos en las semanas y meses sucesivos.
PVP en oferta por unos 20€. Excelente RCP para lo que ofrece.
Precioso color dorado con tonalidades rojizas, limpio y brillante.
Los aromas se han vuelto más serios y complejos de lo que eran hace medio año. Aparte de los consabidos toques cítricos, mentolados y a piedras, ya empezamos a disfrutar de un deje lácteo, a vainilla y barquillo que atenúa ese matiz punzante que suelen tener los vinos generosos de sacas recientes.
La boca, en sintonía con la nariz, nos deja sensaciones de equilibrio y tersura. El tacto es sedoso, limpio y fresco y ya posee un relativo abanico de sabores bien definido.
Final largo y bastante persistente.
Una manzanilla en un excelente momento de consumo, elegante y perfilada. La cuestión es si dará mucho más de sí.
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