Amarillo dorado. La nariz muestran sobre todo notas de la crianza biológica y el perfil frutal ha pasado a ser muy maduro, con compota de manzana y confitura de ciruela amarilla. La boca tiene buen ataque, ha ganado en volumen y n sensación de untuosidad, posiblemente porque la boca aparece algo más "fofa" con una sensación de acidez más pobre de lo que recordaba. Buenos amargos y bastante longitud...
No se si me quedan más botellas... pero me da la sensación que o bien está de capa caída o en fase de retraimiento...

Vino encerrado en una botella borgoñona y vestido con una elegante y sencilla etiqueta en la que predomina el color blanco. Buen y largo corcho.
A la vista se manifiesta amarillo dorado, limpio, brillante, discreta lágrima que se desliza muy desectructurada por copa.
En nariz notas salinas, de frutas de hueso maduras, flores blancas, frutos secos tostados en forma de almendras.
En boca está muy elegante, con cuerpo, muy salino, mineral, con presente y viva acidez que te ensaliva la boca y que te invita a beber. Con mucha vida por delante. Equilibrado, madera muy bién integrada. Grato y elegante paso de boca. Es muy largo. Me da una permanencia de 3,00 minutos.
Es una vino que se encuentra a mitad el camino de un fino y un vino tranquilo. Es la 3ª botella que tomo de esta añada y es la que más me ha gustado. Un vino con personalidad.

Tomada mi última botella de esta añada en formato magnum.

El vino ha evolucionado bien, ahora da la impresión de haber desarrollado más aromas salinos y ajerezados, y en boca presenta mayor consistencia y entidad, a pesar de lo cual sigue siendo un vino muy ligero y del final corto.

A la vista presenta un color pajizo con ligeros destellos amarillos muy claritos, limpio y no muy brillante.
En la nariz tiene una intensidad de tipo media, con fruta algo de tipo blanca y muy leves detalles florales y sobre todo, los detalles típicos de su crianza.

Al paso por la boca, tiene un buen paso, con notas salinas, detalles a veces punzantes y otras veces de muy ligero amargor.

La fase final me ha resultado más bien larga.

Conclusión, tras haberme comentado que se asemeja a los finos tal cual los elaboraban hace unos cuantos años, este me he dejado “como a falta de algo”, supongo que al estar acostumbrado a los ahora.
Cata realizada con el Club de catas Círculo de Recreo, en la jornada de vinos de Jerez.

Tirando de fondo de armario encuentro esta botella del Navazos Niepoort que muestra carácter y personalidad marcadas. Algo más subido de color de lo que lo recordaba su nariz muestra una atractiva combinación de las notas propias de un vino de crianza biológica con finos toques de fruta blanca y algún apunte floral. En boca tiene un buen ataque, pasa ligero, aunque hay alguna sensación punzante, destaca la fruta, delicada y algo tirante, hay cierta cremosidad y notable longitud.

Amarillo pajizo, mate y limpio, sin lagrima.
Nariz de intensidad media con flores, toques punzantes y fondo citrico
paso por boca con excelente acidez, frescura , sabor medio y postgusto ligeramente amargoso
Vino fresco, sencillo y muy bueno como aperitivo

Catado a ciegas en la cata nº 215 de la Penya La Verema fue una experiencia interesante... en nariz aunque muestra también notas propias de un vino seco tranquilo al uso... las notas propias de la crianza biológica delatan su origen... en boca sin perder esas notas su carácter está más diluido y encontramos el perfil con notas de fruta blanca, cierta untuosidad, buenos amargos, matices vegetales y notable longitud...

Pues eso, repito con la segunda añada del Navazos Niepoort. Amarillo pajizo, tiene una nariz de buena intensidad, con una definición atractiva, en la que encontramos ciertas notas de crianza biológica, incluyendo algún toque punzante y ciertas notas de frutos secos, hay también algo de manzana verde, sensaciones herbáceas y una atractiva mineralidad. En boca tiene buen ataque, con suaves amargos, cierta untuosidad, sensaciones salinas, fresco, bien de intensidad es largo y está bien definido. Personalidad no le falta...

Segunda botella de esta añada y me reafirmo. Es un vino limpio, solvente y aseado. Te lo bebes si te lo encuentras, pero tampoco lo buscas. Sólo eso.

Amarillo limpio y brillante.

Aroma de media intensidad, muy fresco esencialmente tiza con flor citrica.

Boca de cuerpo ligero, excelente acidez, pasa y corre ligero por boca, buena expresión mineral (tiza), no es muy largo. A este 2009 se le ve más hecho y con mayor entidad que el 08, seguramente debido a haber sufrido unas meses más de crianza. Sigo pensando lo mismo que el año pasado, es un vino que va muy bien como aperitivo y comidas ligeras en épocas de calor y no hay que ir más allá, salvo que lo valoremos por su aspecto histórico -científico, lo cual sin duda es un valor añadido. Con el tiempo irá mejorando.