muchas, muchas, gracias, siempre muchas gracias al excelente equipo Navazos.

aperturo otra joya de estos "magos".

El vino es impresionante, tanto en nariz como en boca, pero a mi me apasiona esta última, hay tantos aromas y expresividad que al cerebro no le da tiempo a asimilar y el sentido del gusto se queda anestesiado.

Maravilla en todo y por todo, vino que tiene caracter, complejidad, calidad, elegancia, personalidad, etc. etc.

Me emociono sólo al recordarlo.

Caoba oscuro con reflejos yodados.

En nariz se muestra intenso, complejo y profundo. Notas de frutos secos, almendras, avellanas, ebanistería, mueble viejo, corteza de naranja, especias orientales, ahumados, recuerdos marinos como de yodo o algas, algo de crema pastelera, ligeros atisbos anisados y balsámicos, en fin, un portento aromático que mejora con los días abierto.

En boca nos deja la impronta de su indómito carácter, vino muy viejo y punzante, de esos que deja su huella por su fuerza y desarrollo, enorme extracto seco, marcada vejez, muy concentrado pero todo con armonía y equilibrio, es de esos pocos vinos viejos perfectamente razonables que nos quedan. Frutos secos, maderas tostadas y un marcado acento salino en el final. Persistencia eterna.

Con esta “Bota GF” se completa una serie de Palos Cortados viejos absolutamente formidable procedente de Gaspar Florido y que ha adquirido el Equipo Navazos para embotellar diferentes botas, siendo las más viejas la 48 (Bota NO) y la 49 (Bota AR). Esta es igualmente vieja y porta ese enorme equilibrio de estos vinos que los hace absolutamente razonables dentro de su enorme complejidad. Serie irrepetible sin duda, con joyas sanluqueñas de nivel mundial.