disfrutada (con grandes mayúsculas).

Todo sigue igual que hace unos meses, el vino tiene una nariz excelente y diversa, con gran clase y enorme calidad.

La boca es más de lo mismo, el paso excelente pleno de matices pero con una vairedadl, elegancia y calidad que no es normal en la inmensa mayoría de estos vinos.

Fabuloso, creo que todavia me quedan dos botellas y las voy a disfrutar, igual que esta, lo máximo posible.

me encuentro en mi  gran "zulo", una de las sorpresas más agradables de los últimos años, tengo de este fantástico e irrepetible vinazo cuatro botellas, he recordado que al equipo Navazos le solicite tres, pero en vista de la enorme calidad y la gran satisfacción que me produjo la primera botella, consegui adquir otras tres.

Sigue en un estado mágico, deslumbrante, pleno en todo lo positivo y agradable. Como se ha dicho por activa y pasiva, un vinazo que no tiene parangón y que goza de casi todos los privilegios de los caldos que hacen época.

y por desgracia, ya sólo me queda una.

Hacia casi siete años que no disfrutaba de este "néctar de los dioses".

Leo la cata realizada en el año 2010 y compruebo que las sensaciones son muy semejantes a las indicadas en esa valoración, de hecho la nariz es muy, pero que muy semejante, sin embargo la boca, que también es casi igual, ha ganado en elegancia, no se si eso era posible y sobre todo en complejidad. La diferencia es mínima ya que este vino se encuentra a una altura a la que muy pocos pueden llegar.

Las puntuaciones van in crescendo, espero que la que me queda consiga el 10.

Poco o nada que añadir, brutal, excelso y espectacular. Una de las mejores botas que han salido. Última botella de este gran vino que perdurará en el recuerdo.

Otra botella disfrutada de este monumental vino.

Qué más se puede decir de esa nariz, punzante, brutalmente intensa, con ese delicioso aroma a corteza de naranja envolviendo los frutos secos…
Y de ese paso por boca larguísimo, potente, que colma las papilas, seco, con ese toque salino y especiado.

Este vino no necesita nada más que tranquilidad y tiempo para degustarlo cómo se merece.

Vino color oro quemado, limpio, brillante y lágrima muy densa y abundante.
En nariz con buena intensidad, notas de frutos secos, almendras y avellanas, entremezcladas con membrillo y flores.
El paso por boca, suave, aterciopelado, amplio, complejo a la vez que concentrado, leves notas cítricas, pomelo y vuelven esos frutos secos. Buena acidez, equilibrado, levemente punzante y sabroso.
Retronasal, floral.
Posgusto, largo, franco y muy bueno.

Rock you like a hurricane: http://www.youtube.com/watch?v=9Me_tXyq_t4

De esto que te levantas por la mañana y resulta que sin que te dieras cuenta ha habido un apocalipsis nuclear. Menuda contrariedad, ahora toca volver a empezar el mundo desde cero. Prioridad: Volver a inventar lo más importante y necesario. 1) La almohada 2) Este vino.

Poco más hay que añadir de este vino que lo ya expresado aquí.
Uno lo huele, lo saborea y lo vuelve a oler y tiene la sensación de estar ante un vino monumental.
Excepcionalmente complejo en aromas y muy largo en boca, a veces parece que tienes delante un viejo armagnac.
Vino de culto, para dedicarle toda la atención y poner en él todos tus sentidos.

Precioso color entre ámbar oscuro y caoba, límpido y brillante con destellos naranja. Con abundante lagrima, glicérico

Nariz intensa, compleja y persistente, pero sobre todo elegante. Con notas tostadas de frutos secos y caramelizadas, balsámicas. Con notas de barniz y ebanistería, y sutiles notas cítricas, en perfecta armonía con algunos apuntes salinos.

En boca tiene un ataque espectacular con amplio recorrido, seca y ligeramente punzante. Con frescura y un tanto amarga de almendras, envolvente y sedosa y fina. Con un postgusto entre amargo y tostado larguísimo y muy agradable. Y el retronasal que nos vuelve las almendras ligeramente amargas. Un amontillado potente pero al mismo tiempo sedoso y elegante. Una maravilla.

Casi casi el cielo de los amontillados. Desaforado, brutal y excelso. Un cuchillo afilado y punzante en la entrada, una caricia aterciopelada en el paso con un final eterno. Expresa su naturaleza al máximo. Lujo extremo.