Segunda botella.....

y por desgracia, ya sólo me queda una.

Hacia casi siete años que no disfrutaba de este "néctar de los dioses".

Leo la cata realizada en el año 2010 y compruebo que las sensaciones son muy semejantes a las indicadas en esa valoración, de hecho la nariz es muy, pero que muy semejante, sin embargo la boca, que también es casi igual, ha ganado en elegancia, no se si eso era posible y sobre todo en complejidad. La diferencia es mínima ya que este vino se encuentra a una altura a la que muy pocos pueden llegar.

Las puntuaciones van in crescendo, espero que la que me queda consiga el 10.

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