La Bota Nº 10 de Manzanilla Pasada
La Bota Nº 10 de Manzanilla Pasada
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Dulces y Generosos
Graduación (vol):
15,40%
Varietales:
Palomino 100 % (Saca de Enero 2008)
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 20 a 29,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.65
/
98
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
9,6
ELABORACIÓN
La Solera 1/15 de manzanilla pasada fué creada por La Guita a partir de una selección de sus mejores manzanillas coincidiendo con su traslado a la Bodega Misericordia (Sanlucar). Durante 20 años ha sido cuidadosamente mantenidasin más sacas que pequeñas c
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Opiniones de La Bota Nº 10 de Manzanilla Pasada
OPINIONES
28

Color oro viejo brillante. Tiene una nariz intensa, profunda, muy bien definida, su carácter punzante y cierto matices salinos le dan carácter, y algunos recuerdos de corte oxidativo la dotan de complejidad, con notas de aceitunas verdes 'picadas' y bastantes recuerdos a frutos secos (almendras tostadas, pipas de calabaza), toques de barnoz y un fondo de hinojo. En boca tiene buena entrada, amargoso, con sensación de densidad, notable estructura y gran persistencia. Magnífico....

Nueva botella de este soberbio vinazo, al que el tiempo de guarda le ha sentado a las mil maravillas.

Se presenta algo más oscura de tono y algo más compleja y madura de aromas, predominando los frutos secos y los tonos salinos y minerales. La profundidad aromática de esta manzanilla es sencillamente arrolladora.

En boca arrasa con todo lo que se le ponga por delante, siendo un vino pleno, poderoso, profundo y estructurado, con un paso fresco y voluminoso y un final eterno, lleno de sensaciones salinas.

Ya en su día esta manzanilla nos sorprendió por su brutal calidad, ahora, con un tiempo más de botella, ha cambiado y se ha hecho todavía más profunda y trascendental si cabe. Uno de los mejores vinos del mundo. Y todavía quedan botellas por ahí por algo menos de 30 euros. Imprescindible.

Sigue inmensa, con una ligera evolución que le presta aún mayor complejidad. Se merece ir a lo alto de la cúspide, como vino irrepetible y único. De largo la mejor manzanilla que conozca.

Amarillo dorado, límpido y algo brillante.

Aroma intenso, profundo, complejo, punzante, salino, avellanas tostadas, almendras amargas, picada de aceitunas verdes, barniz y unas notas dulces que me desconciertan.

En boca se muestra untoso, potente, sabroso, algo amargoso y con buena acidez.

Largo y muy persistente.

Equilibrado y elegante, una nariz que enamora, mejor que la boca, pero sin desmerecer.

Catado en excepcional compañia,solo hace falta mirar las notas de cata para saber quienes lo disfrutamos..............

En fase visual presenta un color dorado con cierta vejez y destellos brillantes.Bonito color.en nariz presenta aromas potentes de frutos secos(pipas de calabaza),herbaceos de monte bajo,cierta reducción y salinidad.En boca se muestra aceitoso al paladar,ligera amargosidad y longevo para las papilas.

Una manzanilla que es una "pasada" ......

Comentario
Un vino para tomarlo mirando al mar (y así lo hice), para comprender lo que son las marismas reproducidas en aromas, una salinidad dulce.
A destacar...
su complejidad, su conjunto y volumen en boca, para no olvidar.
Cata y armonía
Visual llena de matices que nos augura un gran vino, oro viejo con tonos miel y luminoso. Nariz compleja a la vez que elegante, se expresa con frescura y muy buena intensidad, donde se perciben notas punzantes que recuerdan a los girasoles, permaneciendo siempre presente las notas de marismas dulce. Boca produce unas sensaciones sostenidas y de gran volumen que llenan las papilas por completo, produciendo al paladar un sumun de ricas y complejas sensaciones, todo un acontecimiento. En su final aparecen sensaciones secante que frenan la frescura de su paso. Armonía sinceramente cedo todo el protagonismo a la manzanilla, aunque la recomiendo con un plato con salinidad leve y contundente en aromas, de lo contrario desaparecerá el plato.

Amarillo dorado bastante brillante. Tiene una nariz intensa, expresiva, con la profundidad que le aporta su largo reposo en bota. Pese a la protección que todavía le aporta el velo flor, hay algunas notas de corte oxidativo aunque claramente el perfil olfativo dominante es el propio de la crianza biológica, con unos atractivos toques de acetaldehidos, una atractiva sensación punzante que reaparece en el paso por boca y un fresco fondo de brisa marina, con sus notas salobres. Hay también algo de aceituna picada. En boca tiene un ataque intenso, con cierta sensación densa, suave amargosidad que trae recuerdos a las almendras amargas, una trama bastante compacta y ligera, buena acidez y largo recorrido. En resumen un vinazo, complejo, elegante y lleno de matices.

Visual, dorada, con reflejos ambarinos y yodados. Limpia. Brillante, denotando su frescura ya en esta fase de la cata. Lágrima abundante y lenta, grasa en su caída.

Nariz, intensa e inmensa, como el mar. Un mar que se refleja con delicadeza en este vino, elegante y complejo con mayúsculas. Nariz embaucadora, perfumada y fragante, cargada de la salinidad de las olas, de las algas marinas que dejan en ella aromas de puerto marítimo, de océano. Punzante, fresca, salina, y a la vez profunda y misteriosa. Con notas de frutos secos, de almendras frescas, de avellanas, de nueces, de tostados, combinados con apuntes de bodega, de duelas envinadas. Aromas donde se combinan con increíble complejidad y armonía las notas de yodo y miel de caña, de brea, de salitre, de marisma... mareas de océano profundo, de mar sanluqueño.

La boca es asombrosamente cremosa, grasa, potente y fina a la vez, amplia, llena y elegante al mismo tiempo. Sabrosa, salina. Con exquisitas notas de frutos secos. Larguísima, se diría que infinita.

Una manzanilla pasada de una complejidad abrumadora. Se aleja de cualquier esquema preconcebido que podamos tener de una manzanilla, incluso de una manzanilla pasada. Una dimensión diferente, plena de matices, de texturas y de una tipicidad apabullante. En cada sorbo, se vislumbra la historia del vino del marco de Jerez, con total nitidez. La degustación de este vino es una experiencia sensorial para la que no existen palabras que le hagan justicia.

Precioso color con aromas de uva soleada, intenso y amplio, aromas de crianza, alcoholes evolucionados. Bien de acidez y cuerpo, perfecto equilibrio, sabroso, suave y largo. Toques de frutos secos. Con un delicado toque final de boca con elegantes recuerdos de nueces y
avellnas. Fabuloso

Visual: precioso color oro, brillante y limpia. Precioso color que invita a beber.
Nariz: La salinidad del Atlántico, de las algas, de arena de playa, de la desembocadura del Guadalquivir, a esto huele Sanlúcar. Un fino toque tostado, qué bota tenía que ser esa. Característicos recuerdos de frutos secos, avellana.
Boca: aquí sale el 10, el 10 de la bota Nº 10. La salinidad te agarra los carrillo y debajo de la lengua y te deja el mar en la boca, con ese sutil tostado, incluso con un ligero recuerdo floral en retrogusto. Vuelven las avellanas, más aun, la piel de esa avellana amargando un poco y diciendo aquí estoy yo. Una auténtica pasada

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