Color cereza rubí.
Aroma de mucha potencia a buenos tostados, torrefactos, furtos en mermeladas, minerales, toffés, pastelería.
En boca es sabroso, con un paso de boca que tiene una dulzura muy semejante a los buenos oportos, es atractivo y con buena elegancia.
Buena persistencia y una muy buena RCP ya que cuesta sobre los 14 €, el corcho un 7.

Morado con reflejos violáceos. Nariz de buena intensidad, muy especiada, con notas de fruta negra madura (ciruelas, higos y frambuesa), tostados, regaliz negra y un sutil fondo de flores ajadas. En boca no resulta muy dulce, tiene buena acidez, buen recorrido y una sutil tanicidad. Paso levemente amargoso.

Me ha parecido con la nueva cata si cabe de color mas intenso que la ultima vez (?) siguen estando las buenas notas de ciruelas y frambuesas, el caramelo y los aromas a regaliz, la boca tan estupenda como la otra vez, largo envolvente, la puntita acida y golosa, a la buena fruta madera en el retrogusto, exquisita elaboración si señor, recomendable de gran factura y calidad.

Preciosos color rubí con ribete anaranjado. Aroma de intensidad correcta a fruta negra; ciruela, con notas de granada y higos secos. Paso de boca con un suave dulzor muy equilibrado con la carga frutal y ligeras notas alcoholicas. Final ligeramente astringente... De todas formas un vino que enamora, precioso color y olor...!!

El tercero de la serie, catados hoy, este interesante vino de E. Mendoza me ha gustado igualmente, Acredita un bonito color color rubi, de intenbsidad media, con aromas en nariz a ciruelas y frambuesas sobre un fondo de regaliz y caramelo y ahumado; su paso por boca resulta con una puntita de acidez, amorgoso, pero dulce conjuntado goloso y rico, con un paso largo y exquisito, con retronasal a la fruta y pasas maduras me encantó.

Elegantemente vestido en un sugerente Picota Rubí, denso, muy opaco y bien cubierto, con ribete anaranjado. Solo enturbiado por una lagrima muy tintada.
En aroma, claro predominio de ciruela, 100% Pruna, con apuntes de frutas rojas maduras, melocotón y flores.
En boca resulta personal, de buen recorrido y final feliz, algo picante muy a moscatel!
Puntas alcohólicas, taninos melosos, dulzon amargor y acidez media controlada.
Retro Nasal a ciruelas, moras, Zarzaparrilla, cava y pasas.
Copa Seca, ahumado, melaza, regaliz y flores

Recatado de nuevo, (Anet tb soy yo), es un vino estupendo, aunque al lado de los otros dulces de la noche, se quedó está vez un poco falto de complejidad.
Buen dulce, de gran paladar y algo carente de esa complejidad que se hizo tan especial esa noche....

Preciso y magnífico comentario de Anet. La nariz es frutal, rica y sugerente... El paso en boca es rico, aunque algo falto de estructura y consistencia.

Cardenalicio con intensidad azabache y consistencia cremosa.
Si en algún vino destaca sobretodo la capacidad de hacer malabarismos del enólogo Enrique Mendoza, es en éste.
Visto así de pronto en copa y con la nariz metida en ella, apreciamos sobretodo los toques suculentos del syrah, con una cantidad de recuerdos a tapenade,recolección de aceituna, aquellas redes extendidas en el suelo cubiertas de pequeñas hojas y frutos.
Aparte de estas notas, tb se aprecian toques florales muy difusos en una concentración de aromas muy abigarrados y profundos. Quizás violetas.
En boca es espeso, meloso, consistente, por fin descubre su dulzor muy bien disimulado en los tonos dominantes en la nariz.
Es goloso, barroco y espectacular, aunque le falta, quizás , un toque de frescura.
Vino tb para beber solo y con calma, para dejar airear en copa e ir descubriendo la sucesivas capas de aromas y de composición.