De color rojo rubí con ribete que empieza a ser teja.

La nariz es de buena intensidad, fruta madura en equilibrio con buenos cueros y especias que evocan su larga crianza. Nariz cambiante y llena de complejidad.

En boca tiene buen ataque, sedoso, redondo, amplio, crianza integrada, fino, elegante y muy largo. En retrogusto vuelven las sensaciones vividas en nariz. Un gran clásico para disfrutar ya o guardar por mucho tiempo.

Un vinazo.

-Fase visual: Color rojo rubí algo caído, ribetes teja, capa media baja, lágrima media, ligeros sedimentos al final de la botella y brillante.

-Fase olfativa: Franco en nariz, aromas especiados, cueros, cárnicos, pimienta negra, intensidad media, oxigenamos el vino en la copa agitandolo y percibimos aromas de fruta negra seca, como de ciruela seca, cedro, ahumados, balsámicos y un poco de reducción como de barniz.

-Fase gustativa: Entrada potente, acidez media baja, tanino presente algo seco la verdad, la tanicidad puede llegar a ser pesada al tomarlo solo, siendo este más un vino gastronomico, alcohol con cierta calidez, cuerpo medio, sabores de especias, pimienta, clavo, canela, cedro, tabaco, final vegetal y posgusto medio largo.

Cuando pienso en un vino de Rioja de perfil clásico y fino, en esta nueva añada del Gran Reserva 890 encuentro prácticamente todo lo que considero ideal en este tipo de vinos. Desde su color rojo rubí con bordes teja a su amplio espectro aromático perfilado por las notas terciarias de una larga y cuidad crianza en barrica y su posterior paso por botella. Las notas especiadas y dulces, el chocolate negro, el punto animal del cuero húmedo, las frutas negras maceradas y deshidratadas -orejones, ciruelas pasas-, el punto de tabaco,...todo en su justa medida. En boca, disfrutable desde ya pero con un larguísimo recorrido en botella, con un paso amplio y sedoso, elegante, con buena estructura y un final muy, muy largo y complejo por la gran cantidad de recuerdos aromáticos que tranmiste. Sin duda, el mejor vino de este perfil de Rioja Clásico, con mayúsculas, que he probado en todo este año 2018 que ya finaliza.

Color rojo rubí con ribete atejado.

La nariz tras buena aireación es elegante y llena de complejos matices. Buenos balsámicos, especias dulces, sobre todo vainilla, recuerdos a chocolate, notas de clavo, ligeros tostados, cueros y fondo lleno de fruta madura integrada en el conjunto. Deliciosa nariz.

En boca tiene buena entrada, aterciopelado, taninos pulidos, estructurado, con muy buena acidez que acompaña su paso lleno de matices, elegante y con una magnífica integración de la crianza, es amplio, redondo y de gran persistencia.

Un vinazo.

Sensacional vino tinto de corte clásico. Es un vino de color rojo intenso de tendencia al rubí con reflejos teja. En nariz es un vino que engloba muchos elementos a descubrir ya que, encontramos: cacaos, especies, frutas negras, un punto terrosos,caja de tabaco. Es un vino que en boca tiene una entrada suave, sedosa donde se repiten las sensaciones de nariz pero descubrimos elementos pasificados, pero también fruta muy madura. Es un vino amplio de acidez equilibrara, elementos bien integrados y persistente en el tiempo.

Presenta un bonito color rojo rubí con reflejos anaranjados. En nariz es ante todo complejo, lleno de matices frutales pero sobre todo cargado de aromas terciarios nítidos, limpios y elegantes. Hay cacao, notas de cuero limpio, punta de lápiz, fruta muy madura y caja de puros. Es imposible no cerrar los ojos e inspirar los aromas que emanan de la copa. En boca es maravilloso, elegante, fino y eterno.