-Fase visual: Color rojo rubí atejado, los reflejos son marrones, capa media baja, lágrima ligera,con algunos sedimentos, algo brillante aún.

-Fase olfativa: Al inicio esta algo cerrado, hemos decantado sutilmente con mucho cuidado, el vino ligeramente se ha oxigenado y presenta unos aromas limpios, intensidad media, aromas marcados de los terciarios, cueros, ahumados, mineral como tiza, regaliz negro seco, palulu, algunas notas golosas de canela, clavo, el vino luego se abierto más y hemos percibido aromas de pimienta blanca, fruta en licor, flores secas y balsamicos.

-Fase gustativa: Entrada suave, seco, acidez mas bien media baja, tanino maduro suave, alcohol algo cálido pero nada agresivo, bien integrado, cuerpo medio, sabores de fruta en licor como ciruelas, especiados, canela, clavo, pimienta, terciarios, torrefactos,cueros, final vegetal y posgusto medio largo.

De color rubí rojizo de capa media-media, límpido, brillante. Reflejos ambarinos y grandinos, refulgente. Ribete cobrizo, muy estrecho.

Vaya nariz!! Aromas de fuerte intensidad, desbocado, juvenil, reconcentrado. Se entremezclan las notas de fruta madura, roja y negra, con un tostado que nos trae cacao en polvo, pimienta negra molida, y un rastro balsámico de hollejos, regaliz, eucalipto. Necesita un poco de pausa. Se abre en la copa como una flor. Aparecen apuntes varietales de tempranillo en pureza, perfumadísima a pétalos, y materia vegetal (lilas, geranios) que se imponen a un fondo de maderas nobles, cuero, térreos. Lo tiene todo para ir modelándose poco a poco y tomar formas de gran señor.

En boca esgrime una acidez que nos acuchilla las papilas. Concentrado, nervioso, más largo que amplio, lleno de fruta acídula, de enorme calidad, que se empeña en ocultar todo lo demás. Hay especias, tostados, amargosos, pero desdibujados por tanto empuje inicial.

Una de esas ediciones especiales a las que nos tenía acostumbrados muy de vez en cuando La Rioja Alta y que se muestra con mucha vitalidad. Si se parece a alguno de los vinos de la bodega sería al 904 (aunque para nada al del 89), quizás más vital y con una curva horizontal que se intuye larguísima y que se demorará por mucho tiempo antes de llegar a su meseta. El formato de doble magnum le viene que ni pintado. Tiene tanta vida por delante que seguramente nunca alcancemos a verlo en plenitud. Acompañó una alubiada con todos sus sacramentos. Para santiguarse!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/11/marques-de-haro-1989-gran-reserva.html

Color rojo rubí con tonos tejas de evolución. A pesar de la edad, sorprende la capa que todavía conserva. Aroma intenso, elegante y con recuerdos especiados. En boca se muestra armonioso, sedoso, redondo y con potencia todavía. El final es bastante largo. Todo un gran clásico. (Catado de botella Jeroboam).