Rubí marronáceo de capa media con ribete algo atejado.

Nariz de mediana intensidad, elegante, fina, con aromas a fruta roja muy madura acompañada de tabaco, cáscara de frutos secos, especias, leves vainillas, notas balsámicas, almazara y toques florales. Muy complejo, pero a la vez equilibrado, sin aristas.

De cuerpo medio, presenta una acidez excelente, muy viva, que se mantiene firme hasta el final del paso de boca. Taninos maduros y parecidos registros a los encontrados en la fase olfativa (fruta roja madura, especias, tabaco…). Largo postgusto acídulo y especiado.

Todo elegancia y finura, mantiene un buen equilibrio entre fruta y terciarios, estando ahora ya en un excelente momento para su disfrute.

De color rojizo granatoso de capa media-alta, extraído, cubierto, muy oscuro. Reflejos granadinos y anaranjados, refulgente, limpio, sin el mínimo asomo de precipitados. Fuerte sensación de juventud respecto a otras añadas. Borde ligeramente cobrizo, estrecho, diferenciado del exterior menisco.

Se presenta sin sorpresas: de expresión franca y muy tradicional - muchos puntos en común con la cosecha del 2000. Aromas iniciales de orden dulzoso a frutos rojos maduros, cascarilla de naranja, tabaco Virginia, toffee, melaza y un apunte de ebanistería de fondo (tung, lacas). Impecablemente perfilado, elegante y abierto, infusionado en vainilla, equilibrado, sin parafernalia inecesaria. Aquí no sobra nada. Reconocible de principio a fin como buen 904. Da la impresión de ser un vino menos abultado que el 2001, más pausado, aunque con una necedidad evidente de guarda en botella para comenzar a ganar en matices. Lo tiene todo para que así sea. El tiempo lo dirá...

En boca se muestra enérgico, dotado de una acidez intensa que acrecienta la sensación inicial de sequedad. Vivo, lleno, aportando un tanino algo marcado, aún por pulir. El conjunto ya es notable, sabroso, muy frutoso, con ese matiz de dulcedumbre, tan de La Rioja Alta, adornado de tostados, especiados, amargosos... Larguísimo, con dni riojano. Gran trabajo de la bodega aunque aún es pronto para valorarlo en plenitud. Hay quien afirma que se pueda detectar un cierto cambio de estilo, algunos matices que no solían darse anteriormente... En todo caso, es complicado estar seguro. Ha gustado y mucho.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/12/la-rioja-alta-904-gran-reserva-2004.html

Rojo anaranjado de ribete granate, ladrillo, capa baja.

Intensidad media, muy equilibrado con carácter dulce, especias, fruta negra seca, ciruela Borges, cacao, vainilla, café, muy cremoso, notas de pimienta, clavo y tabaco con final de regaliz.

Boca suave, armónica, con la acidez perfecta, muy untuoso con buen recorrido, perfil algo licoroso y maduro. Muy buenas sensaciones….

Vino rojo oscuro con ribete granate a teja. Lágrima densa y elegante.
En la nariz ,de entrada, potencia de aromas secundarios y terciarios como caramelo, algo de yogur, especias, menta, madera. Y por detras de todo frutas rojas que fueron exacerbando con el tiempo de oxigenación.
En boca esperaba algo más. Entrada potente pero con paso menos intenso, con cuerpo medio. Inicialmente una acidez algo exacerbada que fue dulcificando con el tiempo. Post gusto persistente, algo más aspero de lo que esperaba.
Obviamente un vino muy bien hecho. Una intensidad aromatica soberbia. En boca me pareció menos inetresante.
Probaré otro más adelante.

Dicen que 2001 es mejor añada, pero éste me ha gustado más.
Picota con trazas oscuras y borde atejado. Limpio y sin mucho brillo. Medianamente cubierto.
Con una buena definición en nariz desde el inicio, observamos notas muy similares a otros 904 que hemos probado anteriormente. Fruta negra, canela, torrefactos, cartón mojado, tabaco de pipa, incipientes apuntes terciarios y piedras.
Boca conjuntada, el tanino todavía agarra y deja algo seca la boca, pero ya se deja beber. Acidez suficiente y alcohol contenido. El paso es elegante y deja sensaciones parecidas a las descritas anteriormente con ese característico deje dulce.
Un riojano que nunca falla. Lo podremos tomar más o menos hecho, pero debido a su larga crianza y a su concienzuda elaboración siempre deja excelentes resultados. Ojalá que no cambie.

Ciertamente es un gran vino de los clásicos de Rioja, elegante, con ese color ya de años de conservación, que muestra el tiempo. No llega al nivel del carácter frutal del 2001, al menos según mi opinión. Pero es un vino excelente. EWn nariz aromas a una buena madera y aparecen los toques de fruta. Y en boca es un vino muy estructurado, carnoso y placentero. Digno representante de los grandes cásicos riojanos.

Bonito color rojo cereza, de capa media, limpio, brillante y ribete atejado. En nariz es complejo, con el patrón habitual de la primera aportación de las notas de la crianza (vainilla, ligeros tostados, notas balsámicas, toffe, chocolate) que, agitando la copa, se abren a notas de frutas rojas y negras maduras. En boca tiene una entrada vibrante, con buena acidez, llena la boca con unos taninos pulidos y muy finos, dejando unos recuerdos aromáticos especiados muy agradables. Le queda mucha vida. Una muy buena añada.

Un portento de frescura , finura y afinamiento tánico en boca. En mi opinión, durará o no, pero no creo que pueda mejorar mucho más. En nariz es todo un clásico, con el plus de una gran añada. Ebanistería y caja de puros en nariz, licoroso, especiado, frutillos rojos, aunque por debajo de la excelencia frutal del 2001.

Rojo cereza de capa media con ribete teja-amarronado. Lágrima fina y bien definida.
Nariz cremosa y compleja de frutas compotadas de hueso (ciruela negra, orejones), fruta roja y negra en sazón y pétalos de rosa marchitos, en muy buena sintonía con aromas especiados algo dulzones, caramelo de café y chocolate, olivada y cueros. Fondo balsámico con toques de hierbas aromáticas secas.
En boca se viene arriba, tiene un ataque frutal intenso y bien definido de guindas en licor, ciruelas y orejones, con leve dulcedumbre que combina con notas de café natural y algo de tabaco de pipa. Les siguen notas especiadas de nuez moscada, canela, incluso algo de clavo. A media boca surge un grato toque amargoso que le da empuje al recorrido. Es complejo y amplio, aunque sedoso al tacto y con muy buena frescura. En general es profundo y elegante, ligeramente ahumado, con taninos bien pulidos y golosos. El final persiste en boca notablemente. Muy buena añada!