Color amarillo pajizo, limpio y brillante, con reflejos verdosos.
En nariz inicialmente piña, dando paso a fruta blanca de hueso, manzana y pera, aromas herbáceos y anisados.
En boca es fresco, acidez correcta. Untuoso, se nota la crianza sobre lías. Final amargo so. Postgusto largo, fruta de hueso.
Me ha resultado agradable, sin ser la verdejo de mis variedades preferidas.

Vino encerrado en una botella borgoñona, vestida con una sencilla etiqueta de diseño austero, corcho que la cierra, aglomerado corregido, correcto.
A la vista está limpio y brillante, con un bonito color añarillo pajizo y en el que se aprecian notas verdes. Fina y escasa lágrima que está muy perezosa en manifestarse y deslizarse por el caliz de la copa.
En nariz es muy varietal, casi de libro. Frutas cítricas, notas herbáceas, anisados, hinojo, frutas de hueso, leves lías y tropicales. Todo ello con una intensidad media. Conviene oxigenar el vino para que desarrolle lo que encierra.
En boca, me encuentro con un vino muy varietal, glicérico y untuoso. El trabajo con las lías se percibe. Denso y elegante. Tiene volumen, es herbáceo y con carga frutal. Con un leve cosquilleo del carbónico, que desaparecerá en un par de meses; situación normal en estas fechas de embotellado. Correcta acidez que te invita a beber y que le va a dar buena vejez en este otoño. Grato paso de boca. Es largo. Me da una permanencia de 2,30 minutos.
Un vino que es una pequeña luz en ese mar de medicridad en que se ha y han convertido esta D.O.

Pajizo pálido y brillante con reflejos verdosos. En nariz es bastante intenso y expresivo. Me ha preocupado el carácter tropical que muestra de entrada pero afortunadamente ha evolucionado hasta mostrar los matices herbáceos, incluyendo algo de hinojo y las notas de fruta blanca fresca que espera uno de los verdejos de Rueda. Hay un toque mantecoso, posiblemente por la crianza sobre lías pero sobre todo aparece el lado fruta/floral de la variedad. Con la aireación también aparece algún matiz cítrico y curiosamente también aumenta la sensación de golosidad del vino.
En boca muestra buen ataque, el paso es cremoso si bien su punta de acidez domina el paso, hay ciertos amargos, bastante fruta fresca y una longitud notable. Destaca el lado frutal pese al peso que le aporta la crianza sobre lías y lo más destacable del paso es su acidez.

Vestido de manera elegante por la forma de la botella y etiqueta.

Amarillo pajizo con algun reflejo verdoso. Brillante y con una lagrima evidente.

En nariz buena intensidad, un perfil mas de fruta tropical que blanca, notas vegetales marcadas que le aportan personalidad, esos hinojos, hierbas de tocador y notas que recuerdan a masa de pan fresco. No demasiado abanico pero muy franco y directo.

Ataque amable, acidez bien presente y balanceada. Seco, con algo de untuosidad, bien equilibrado, directo, franco, sin excesivo artificio pero suficientemente atractivo. No demasiado intenso en retronasal. Final medio.

Soy de los excépticos ante los verdejos, debido a la mala prensa, a los tópicos (hay que admitirlo) y malas formas de algún que otro vino verdejo que he catado.

en este caso, solo con ver la botella te das cuenta de que han querido hacerlo bien, incluso al final (al embotellarlo).

Amarillo pajizo, limpio, brillante, cierta viscosidad en copa a baja temperatura. Aromas más tropicales que herbáceos, fruta de hueso, albaricoque, lichy, algo floral, y hierba fresca muy ligera. Entrada suave, más seca, con retrogusto untuosos, perfecto de acidez y bajo alcohol.

pues si, parece que deben haberlo hecho bien desde el principio también para conseguir este verdejo, verdejo de los buenos.

Botella borgoña grabada que le da un toque frances y poco habitual en España y que con la etiqueta trabajada pero sobria le da una elegancia típica de la bodega. Corcho natural, adecuado para este tipo de vino.
Visual. Amarillo pajizo, brillante con ribetes verdosos. Limpio. Lágrima fina y de caída lenta.
Nariz. Potente y afrutado, Intensidad media. Comienza con fruta blanca, ahumado y especiado. También un componente cítrico que recuerda al nispero.
Boca. Talante complejo. Se muestra con un buen equilibrio y una buena acidez, como un vino fresco, untuosidad, largo y suave postgusto.
Un verdejo clásico y elegante, que marca el camino que deberían seguir los elaboradores de Rueda.
Noto mejorías en cuanto al conjunto en el resultado final de este año.

Vino color amarillo pajizo con destellos dorados, limpio, brillante y lágrima fina y ágil.
En nariz con buena intensidad, notas de cítricos, pomelo, limón y conjunción de fruta tropical, muy perfumado, con evolución a notas florales y herbaceas, hinojo y puntas anisadas. Buena expresión y agradable sensación aromática.
El paso por boca, suave, fresco, vivo, con nervio, sabroso, afrutado, vegetal, buena, acidez, equilibrado y largo recorrido. Muy bueno.
Retronasal, vegetal con toque de fruta blanca de hueso.
Postgsuto, largo y muy bueno.

Buen precio y muy bien hecho, verdejo puro.

Visual amarillo pálido con reflejos verdosos y muy brillante.

En nariz predomina la fruta blanca destacando la pera blanca, también piña y cítricos, con un fondo herbáceo.

En boca buena acidez, es muy cítrico y tiene un ligero amargor al final.

Es un buen vino donde se nota muy bien la tipicidad de la verdejo. Para tomar muy fresquito.

Botella borgoñona grabada algo poco habitual en vinos blancos jóvenes y que se muevan e este rango de precio. Etiqueta clásica, sobria con el inconfundible márchamo de la bodega. Contraeqtiqueta con poca información. Corcho natural colmatado, adecuado para este tipo de vino.

Visual_ Amarillo pajizo ligeramente subido y reflejos dorados más intensos con algunos matice acerados. Limpio y brillante. Lágrima escasa, fina y de caída lenta, con la temperatura va ganando en densidad y presencia.

Nariz_ Intensidad media-alta. Comienza con fruta blanca, recuerdos de manzana, y de hueso, melocotón ligeramente entreverado que con la temperatura va evolucionando hacia notas algo almibaradas. También un componente cítrico que me recuerda más a la mandarina y un buen fondo de hierbas de tocador. Nariz varietal, sin los excesos tropicales y exóticos que tanto criticamos en los verdejos de Rueda.

Boca_ Se muestra como un vino fresco, directo, con una buena acidez cítrica que en cierto modo disimula el volumen y la untuosidad que le aporta la crianza sobre lías y que en añadas anteriores estaba más presente, finaliza con unas elegantes notas margas. Longitud media.

Un verdejo clásico, que huye de los verdejos tropicales de barra, y que junto a otros elaboradores marca el camino que deberían seguir los elaboradores de Rueda en esta franja de precios.

Amarillo dorado , no muy subido de color, y reflejos verdosos.
Aromas de fruta blanca, cítricos(pomelo), notas dulces, leves minerales(tiza).
En boca, al principio lo noté algo falto de acidez, con fruta blanca, toques dulces, notas de pomelo.....
Más avanzada la cata, parece que recobra la acidez, y se contrapone a las notas dulces, recordando a algunos rieslings.
Sería interesante tomarlo con sushi.