De aspecto limpio, granate, capa media-alta, con brillo, atisbos de ocre y lágrima lenta y escasa.

Despliega un conjunto aromático sumamente delicioso: baúl ligeramente barnizado, palo de canela seco, flores marchitas, tierra húmeda. Unos momentos posteriores la fruta empieza a decir:¡Aquí, estoy yo! y de una manera arrogante nos ofrece una deliciosa fruta roja mezclada con sutiles notas licorosas (recuerdos a brandy), clavo, nuez moscada y matices balsámicos tipo laurel.

Su paso por boca está a la misma altura que su naríz, entrada elegante, sedosa, fresca, muy definida. Gran amplitud, soberbia integración, profundo, sin aristas despidiéndose con mucha elegancia y recuerdos a bombones de licor y confitura.

Gratísima sorpresa