El vino Protos Crianza 2012 presenta un color rojo picota, es brillante y su capa es media.
Es rico en aromas. Abundan la pimienta negra, los ahumados, la fruta roja y negra, y hierbas aromáticas.
En boca es tremendamente fresco, con una muy buena acidez, buen recorrido y postgusto medio-largo.

Picota con borde morado, lágrima densa y lenta, que tinta la copa.

Muy buena intensidad en nariz, frutos rojos dulces, característicos toques especiados, mentolados, balsámico, con fondo cremoso y dulce.

La entrada en boca es sedosa, amplia, con muy buena acidez, que lo hace jugoso, sabroso, buen cuerpo, equilibrado, taninos pulidos, con un post gusto largo de toques tostados.

Los clásicos son clásicos por algo.

Color picota granatoso de buena capa.
La nariz es de buena intensidad, fruta roja y negra en buena conjunción, también canela, vainillas, hierbas de monte y gratos tostados.
En boca entra con un tacto sedoso, amplio, con muy buena acidez que acompaña su paso jugoso, cremoso, con nervio y en el que la fruta y la crianza se funden, final largo tras el que asoma la fruta y recuerdos lácteos.
La verdad es que nos ha sorprendido a ciegas su alto nivel en este añada. Muy rico.

Se muestra aromático, hay densidad y profundidad, se aprecia sabroso, con una buena fortaleza frutal, todo con intensidad, se significa. Aunque la fruta está presente no es la que manda, hay cabida a las especias y al fondo tostado y la terrosidad. Pese a todo hay frescura en el conjunto es balsámico y mentolado y con un buen toque de regaliz.

En boca es corpóreo, rico y sabroso, se pega al paladar, sin duda el tanino necesita más tiempo, pero es noble y además la acidez que se muestra viva y salina lo hace paladeante y goloso. Con peso frutal, toque de regaliz, todo con contenido y densidad.

Vino de color rojo cereza con capa media.
En nariz es especiado, se aprecia canela, fruta roja, aromas balsámicos y ligeros tostados.
En boca entra bien, con muy buena acidez a la par que armónico. Buen cuerpo y tanino fino. Un vino que puede aguanta unos años.

Picota de capa media.
Nariz de media intensidad marcada por la fruta negra, ciruelas, ahumados, tostados, algo de fruta en sazón, un punto balsámico fresco, notas de menta y otras hierbas aromáticas.
En boca destaca la buena acidez y el equilibrio entre la madera y la fruta, la notable impronta de la Ribera del Duero, este es de los que aciertas a ciegas casi seguro.

Rico. De vez en cuando está bien volver a los clásicos.