De color amarillo pajizo con reflejos verdosos. Limpio y muy brillante.

En nariz es frutal; fruta blanca (manzana verde) hierba fresca, ligeros cítricos (lima), y notas tropicales de piña y melocotón. Discretos toques florales.

En boca es sabroso y muy fresco.
Con una agradable sensación cítrica y fruta madura de hueso. El final de boca es suave con un toque amargo muy bien integrado que no desagrada. Muy fácil de beber.
Una buena opción ( calidad/ precio) para tapear, por ejemplo....

Pues está teniendo una muy buena evolución, ahora con un punto maduro, pero manteniendo ese perfil seco.

Ya han caído algunas botellas desde la última cata y se ve ese crecimiento con la nariz incorporando aromas de hierba seca, esa manzana con un toque maduro, la pera, aparece un meñon por allí, muuuuuchas flores aún frescas, anisados, cítricos maduros, mango y ese toquecillo mineral.

En boca es carnoso, amargo, con una buena acidez, la fruta madura, los cítricos danzando por la lengua y las flores penetrando en el retronasal. Buena longitud, anisados, pimienta blanca, el toque goloso / cítrico del mango, los herbáceos y notas de panal de abeja.

Progresas adecuadamente!

Color amarillo pajizo, limpio y brillante.
En nariz es todo un gustazo, aromas a manzana verde, cítricos, piña, hierba recién cortada, muy bueno.
En boca es un vino redondo, acidez en su punto, con un amargor que te conquista, salivas, y con una persistencia más que notable.
Lo compré con ciertas reticencias por lo comercial de la bodega, pero me ha parecido de lo mejor que he encontrado en su precio (5,95), muy recomendable y de esos vinos que haces bien en tener unas botellas a mano.
Tomado junto a un pisto de verduras y queso manchego, el enlace fue más que exitoso.

Porque mantiene esas notas frutales, esos herbáceos, esa fruta.... Y me parece que le queda tiempo para crecer.

La nariz es que sigue impregnada con esas notas frutales de manzana, pera, suave melocotón, mango, cítricos, flores, mentolados... Tiene mucha frescura. Es radiante, que te hace salivar y te deja una nariz muy perfumada con un toque ahumado.

En boca sigue con esa buena tensión cítrica, con esa fruta blanca, herbáceos, esa acidez, toques de fruta tropical jugosa con esos toques cítricos, pero también un punto golosos. Las flores son las que completan este conjunto, con ese toque ahumado y mineral.

Uno de mis blancos de cabecera.

Pues eso, un verdejo fresco, limpio, con su fruta y su hinojo justo, sin mucho artificio... Un verdejo básico muy rico, que ya se nota tanto por sus aromas como por su boca.

Y comenzamos por la nariz, con mucha fruta blanca, en la que predomina la manzana y la pera. Hay hinojo, herbáceos suaves, piña aún madurando, mango, cítricos, flores... Es tremenda la frescura de la nariz, casi chispeante (como el pequeño carbónico que aún aparece en copa al servirlo).

La boca tiene una gran acidez, con esa fruta marcando el paso, unos buenos amargores, esas flores y herbáceos siguiendo el ritmo de un vino que tiene una gran entrada, muy fresca y con cuerpo. Buena mineralidad y un retroansal entre floral, frutal y ahumado.

Tiene margen para crecer y debe hacerlo, pues es una añada más fresca que las anteriores.
Me gustan estos verdejos sencillos y honestos de Protos.