Hoy tenemos el privilegio de abrir este clásico riojano entre los clásicos, un Tondonia reserva 2005. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de 45 minutos antes de proceder a su valoración a 17°C. Tapón perfecto, largo, compacto y tintado 1 mm desde su base.

VISUAL: Presenta un brillante color rojo picota de capa media con un ribete amplio en tonos rubí con reflejos atejados. Con abundante lágrima, esbelta y transparente (87).

OLFATIVA: A copa parada encontramos notas de pan de higo y especiados de canela y pimienta negra. Al agitar la copa asoman aromas de montebajo mediterráneo, finísimos tostados, herbáceos de té negro y regaliz acompañados por apuntes animales, sanguíneos y crin de caballo. De fondo unos sutiles terciarios a cacao en polvo, tabaco inglés y duelas envinadas. Notable bouquet en complejidad con una intensidad media (89).

GUSTATIVA: En boca posee un ataque delicado, de acidez alta pero con los taninos muy mulliditos. De gran amplitud, opulento y con un paso por boca suave y lácteo, sedosito y rico. Los aromas retronasales son de fruta roja en compota (coulis de fresa) y rosas marchitas. El post-gusto de lo más agradable, con cuerpo medio y muy sabroso aportando apuntes amaderados intensos de roble y con un final secante donde esos increíbles taninos salen del alma de nuestro vino aportándole personalidad y señorío. Nos da una persistencia de tres minutos y 10 segundos de gran disfrute. Cómo no, con mucha vida por delante. Buen Tondonia, muy delicado y elegante, una delicia (92). Manteniendo su nivel, estos no fallan.

La RCP en estos Tondonias es excelente, ves y busca por menos de 25 euros vinos con 6 años de crianza...

MARIDAJE: Nos lo tomamos en cuatro ágapes. Con un arrocito de mollejas y "pilotes", con una sopita de jamón ibérico de bellota, con unos fríjoles con manitas de cerdo y nos lo terminamos con un chuletón cuencano a la salvia. La verdad es que lo disfrutamos enormemente con todos y cada uno de los maridajes. Quizás destacar la combinación con las alubias pintas y esas manitas de puerco... uhmmmm... sabores térreos, vegetales y cárnicos en delicada armonía con los apuntes acompotados y amaderados de nuestro Tondonia... qué maravilla por Dios!!!

Salud-os!!

Un vino magnífico, sin peros, clásico, con mucha vida aún por delante. Beberlo es un placer al disfrutar su finura y categoría, y una remordimiento , al pensar lo que todavía puede crecer sin más. El color rojo picota, el ribete totalmente teja, la capa ya más baja que media, brillante, entrada algo ligera, astringencia perfecta , la fruta roja madurísima, la nariz de cacao, resinas y pimienta negra.
Larguísimo y con estupenda acidez.

Nueva añada de Tondonia que como es habitual se viste de color rojo rubí y menisco atejado de capa media baja. La complejidad en nariz es maravillosa, la fruta roja crujiente se ve acompañada de todo tipo de especias, cedro, ebanistería, cera, cueros, almizcle, balsámicos y unos curiosos destellos florales de rosas.
En boca el vino creo que todavía está algo por hacer, afilado con una acidez impresionante y un final elegante y muy largo de carácter tostado.
A mí también me gustó más la 2004

Viña Tondonia es inconfundible en su linea. Quizas me gusto a mí tambien el 2004, pero es un vino fresco y elegante. Un vino sedoso, muy agradable. Color rojo rubí evolucionado no muy oscuro, con bordes teja. En nariz aromas finos, suaves y sutiles a fruta madura, notas especiadas. En boca es suave, sedoso, te llena la boca, tiene cuerpo, muy buena acidez y muy refinado. Un clásico, con mucho tiempo por delante. 

La linea de siempre que tan solo parece modificar la añada. A mi me gustó algo más la anterior. Esta es fresca, pero de menor intensidad. Los ahumados, frutillos rojos , tostados y terciarios habituales , están presentes , sólo que con menor intensidad. En boca es muy seco , altísima acidez. Finura y livianidad habitual