¡ Que boca, Dios ! es una delicia, muy suave, con acidez, sabia virtud, y al final notas de cáscara de naranja confitada, es largo. Cada sorbo, un privilegio, un acierto como aperitivo, con pescado,....

En nariz notas oxidativas, chocolate amargo, hojas mojadas. El color rojo amarronado, intenso.

Me saca bastante más años de los que algún amigo decía, pero que bonito "bacile", que bien llegan algunos, yo no vacilé con esta joya.

Una nota de cata de la añada 1954 escrita Fede Vidal, me ha servido para sacar las variedades. Plagiando de nuevo a Fede en reciente post, se lo dedico a Bosco, se lo que le gustan estos Bosconias.