Gran vino blanco de Rioja, fiel a la tradición de estos Tondonia siempre inmejorables. Color amarillo dorado muy bonito y brillante. En nariz, y después de una oxigenación, encontramos unos aromas juveniles, con notas de crianza, cítricos, fruta en compota, especias y mucha mineralidad. En boca entra suave, con cuidado, para dar aviso que es un vino expléndido, es muy sobrio, carnoso, amplio, con una gran acidez, muy persistente y su gran mineralidad. Sí es una joya y cada vez, a pesar de sus años se va convirtiendo en diamante. Un gran, gran vino......Chapeau!

Dorado limpio y brillante.
Nariz de buena intensidad que pasa por varias fases en copa, al principio mucha madera y decidimos decantar, pero con la aireación se va limpiando poco a poco y a las dos horas se convierte en un espectáculo de complejidad y definición con frutos secos, frutas blancas, tonos florales, trazas especiadas, minerales, herbáceas...un vino complejo y sutil, con muchos matices.
En boca está joven y apretado, sostenido por una excelente acidez y con un paso firme y ligeramente graso, dejando en el final sensaciones de frutos secos, frutas maduras y ahumados, resultando largo y envolvente, con una larga persistencia. Nada hace entrever que tiene ya 20 años, es todo un bebé.
Este 94 es la última añada de esa saga única de vinos blancos que son los Tondonia GR, vinos que son casi una rareza mundial en la actualidad. No debe tomarse ahora, mejor guardar un mínimo de 10 años, pero si se hace lo mejor es decantar con mucha antelación porque el vino se abre espectacularmente. Un blanco de nivel mundial por poco menos de 60 euros.

Oro viejo de buena intensidad con reflejos que giran a los ambarinos. Limpio, imponente.

Decantado ante su cerrazón inicial y los matices predominantes de las crianzas, agradece la oxigenación de tal manera que al cabo de un buen rato el vino se rejuvenece y los recuerdos de la crianza se integran dotando al vino de un perfil joven. Entre medias van apareciendo los limones escarchados, crême bruleé, algodón de azúcar, balsámicos en forma de hierbabuena,yema tostada,mousse de limón, cera de panal, especias orientales(cúrcuma,ajedrea)...

El ataque en boca ya presagia un vino de imponente armazón,directo, sin concesiones,sobrio, de esqueleto muy definido, glicérico, voluminoso.Es muy amplio y con una acidez que le abre paso de forma rotunda. Persistente. Creemos que ganará en complejidad durante los próximos años, pero el vino es una joya hoy en día.