Año y medio después volvemos con esta joyita riojana. Estamos en la Colla la Farigola de Castellón, de cena de Navidad y re-encuentro con mis colegas del alma. Abrimos la botella y dejamos que respirase por espacio de una hora y media antes de proceder con su valoración a 17°C.

VISUAL: De color rojo picota, capa media-alta, con el ribete en tonalidades rubí ligeramente atejadas ya. Muestra una lágrima gruesa, escasa, lenta y transparente (94).

OLFATIVA: A copa parada encontramos un carácter muy frutal, frutos rojos y negros, frescos y en compota, moras, arándanos, fresas y frambuesa. Agitamos y aparecen balsámicos de eucalipto y regaliz junto con ciertos aromas especiados, a canela, vainilla y laurel. También desprende notas más viejunas junto con un sin fin de terciarios: flores marchitas, trufa negra, pelo animal, cacao, tabaco habano y cuero curtido... espectacular el desfile de descriptores en nariz, rematados por un final amaderado y licoroso de duelas envinadas. Grandioso en complejidad y de intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: Mantiene una buena pegada. Acidez alta, amplio, licoroso y carnoso al tacto, con los taninos todavía presentes. Paso por boca seco y frutoso, con recuerdos de fruta acompotada, a mermelada de ciruelas y compota de fresas. Retronasal especiado, vainilla, clavo y pimienta negra, junto con un atisbo de flores marchitas. Pero una vez más es el post-gusto el que enamora, transmitiendo frescas sensaciones balsámicas y frutosas al principio, que dejan paso, sorbo tras sorbo, a matices tostados y ahumados intensos. Siguen los terciarios marcados, apuntes fúngicos, animales, sanguíneos, de cacao y trufa, con un espectacular fondo amaderado de ebanistería fina y con el tanino presente hasta el final. Persiste casi 3 minutos en boca. Una vez más, qué vinazo y a qué precio... (92).

La RCP la mantenemos en excelente, más bien imbatible dada su larga crianza.

MARIDAJE: Nos lo tomamos con un arroz caldoso de cigalas y gambones para 20. Maridaje super acertado, intensos sabores yodados y especiados en total sinergia con la frutosidad y los apuntes terciarios de nuestro vinazo. Una gozada!!.

Salud-os!!

Otro vinazo de la casa López de Heredia de un fantástico clasicismo y con hechuras de reserva, vida por delante y previo por debajo de lo que realmente debería costar.
A la vista cereza rubí y tonos amarronados. Nariz de fruta roja madura, especias dulces, clavo y pimienta, notas de ebanistería, tabaco rubio, cuero fino, algo de trufa y cárnicos, tostados y balsámicos de la mano y un puntito de mineralidad en una nariz compleja y con la elegancia de la casa
En boca es un vino sedoso que mantiene una buena acidez, tanino pulido y un final de fruta roja, mineral y de cerezas en licor

Porque te da una barbaridad de placer por un precio de risa.

Nariz clásica, con fruta roja bien madura, laurel, tabaco, esa guindita en licor y una buena carga balsámica. Las especias picantes y dulces se unen a una madera de desván, con flores marchitas, toques cárnicos, como de sangre, y tostados, con cacao y café. De fondo aparecen toques de coco muy sutiles, con una mineralidad suave y de matorral.

La boca ofrece esa fruta madura, con la guinda en licor y esas notas vegetales, de tabaco y suaves herbáceos, con los balsámicos y las especias picantes. Gana con oxigenación y se muestran los toques cárnicos, esos apuntes de coco y vainilla, notas de compota de fruta y un retronasal floral. Notas terrosas, con el tanino aún vino y amargoso, con una buena acidez y los tostados suaves, pero vivos. Es largo en su postgusto, amargo, clásico, con ese toque de laurel, de guinda, de tierra húmeda y con notas ahumadas.

Vinazo que vale muuuuuuuuuuuuuuuuuucho más de lo que cuesta. 

Otra añada de este gran crianza de una gran bodega. Muy clásico, muy agradable y sabroso de color rojo rubí brillante. En nariz, aromas muy frescos y ligeros, persistentes a regaliz, especias y algo de fruta con textura consistente. En boca entra muy bien con un gusto muy fino, fresco y persistente. Un vino para diario de categoría.

Hoy estamos con uno de esos vinos bajo mi punto de vista infravalorados (¿por su bajo precio?), siendo realmente un vinazo, con tres años de crianza en barricas, ahí es nada. Un amigo me comenta que es (o era) el vino de chateo en el propio Haro... gran elección desde luego. 

Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de una hora antes de proceder con su valoración a 17°C. El corcho perfecto, largo, muy compacto y tintado 1 mm desde su base.

VISUAL: De precioso color rojo picota de capa alta, intenso y bastante opaco. Ribete estrecho en tonalidades cerezas con reflejos atejados. Su lágrima es escasa, gruesa, lenta y transparente (94).

OLFATIVA: En primer término asoman fragancias balsámicas de eucalipto mentolado acompañadas por apuntes de fruta fresca (fresa y frambuesa). Al agitar apreciamos aromas de flor marchita y un toque mineral de arcilla húmeda. También hay especiados de pimienta negra, de clavo, y terciarios de cuero curtido (tabaco habano y chocolate negro). Al final encontramos unas elegantes notas tostadas con un puntito de coco y licoroso, como de duelas envinadas, mostrando madera en todo momento. Sensacional aromáticamente y de intensidad media-alta (91).

GUSTATIVA: Un vino con un punch brutal, acidez alta y taninos a flor de piel, proporcionando un paso por boca secante y ligeramente licoroso. Los aromas retronasales son de flor marchita, de fruta roja en compota (mermelada de fresas) con apuntes especiados de canela y vainilla muy riojanos. De cuerpo medio, ostenta un post-gusto delicioso apreciándose una cierta carnosidad y con notas tostadas y ahumadas del roble jugueteando con los recuerdos frutosos acompotados. Sabrosote, con el tanino presente, con todos los atributos de gran reserva y con la madera presente en todo momento. La persistencia es de dos minutos y 40 segundos de gran disfrute. Una delicia, un vino sobresaliente a un precio excepcional y con visos de mejorar mucho en los próximos años, taninos jóvenes y acidez alta... Un gran reserva disfrazado de crianza (92). El "vino chico" de Tondonia con 36 meses de barrica, qué grandes!, hagan acopio!!!.

La RCP es inigualable, 10-12 euros y tres años de crianza, alguien da más...?

MARIDAJE: Lo abrimos con nuestro surtido de embutidos ibéricos y queso curado de los lunes. Después acompañó un pollo al ajillo y otro día un solomillo de cerdo en masala con alcachofitas. Nos lo terminamos con un Porterhouse steak de 800 grs a la salvia con trigueritos. Fantásticos maridajes en los que destacamos la combinación con el solomillito de puerco, pues los apuntes cárnicos y herbáceos del plato armonizaron a las mil maravillas con los toques balsámicos y acompotados de nuestro vinazo. De nuevo otro grandísimo disfrute en esta ocasión con un vino "humilde".

VIDEOCATA:  https://www.youtube.com/watch?v=X5k73oZ74N8

Salud-os!!

Color rojo cereza de capa media con ribete de tonos teja, brillante. 

Nariz de buena intensidad, frutillos del bosque maduros, especiados dulces, cedro, toques de regaliz, sotobosque. 

En boca es fresco, sabroso, frutillos del bosque, cuerpo medio, cedro, especias dulces, vainilla, cacaos, chocolate, final balsámico de buena persistencia.

Rojo cereza de buena capa y ribete granate de irisaciones teja. Nariz elegante, fina, sutil, con aromas de frutillos rojos maduros sobre notas tostaditas de pastel de fresas horneándose. Hay un matiz delicado que interpreto bajo la influencia terciaria y de la serie animal y que va de la mano de los frutillos silvestres en confitura y de las especias. Hay menta, algo de tabaco y hojarasca. Sus tostados son sutiles pero evidentes, estos que no se esconden bajo la cremosidad de finas maderas ni de sus los balsámicos. En boca es rico, amable en el paso, con una fruta roja escarchada y acidez media. Levemente vegetal en el recorrido y con retronasal de fruta roja, tabaco rubio y flores marchitas. Posgusto de similares características, algo metálico y sanguíneo, maduro y medio respecto al agarre, lo que le hace confirmar su estilo clásico. Viña Cubillo es un símbolo de lo riojano y del vino español, genuino y con un precio que te hace meditar sobre cuestiones comerciales, productivas y de imagen, como les pasa a los vinos de Jerez. Le quedan años en botella para su desarrollo, hasta donde puede llegar su nivel y gama dentro de la casa madre Viña Tondonia.