Antes de tomarlo hay que dejarlo abierto o decantado al menos 20 minutos para que pierda un fuerte y desagradable olor a cerrado, luego es otra cosa.
Piel de cebolla brillante con tonos amarillentos y caoba.
Aroma muy complejo y vivo. Piel de naranja, humo, tabaco, madera vieja, con evolución a clou de girofle, y menta, recuerda a un amontilado.
En boca tiene mucho cuerpo, excelente acidez, vivísimo, tensionado, gran equilibrio en fase alta, poca fruta, paso de boca muy suave y agradable, magnífico retroolor, sensaciones en boca difíciles quizá herbáceos ( hierba seca o mojada). Muy largo. Lo encuentro muy parecido a su hermano del 93, quizá aquel aún más vivo. Lamento disentir de mis amigos antecesores en el comentario, pero lo considero un vino de los grandes, le falta fruta sin duda, pero me parece que en estos vinos hay que buscar cosas distintas.

Brillante color ámbar anaranjado pálido, piel de cebolla blanca. Nariz intensa y seductora de maderas finas, anisados, canela, piel de naranja, vainilla. En boca se viene un poco abajo, por la acidez excesiva, sobre todo a partir de una hora abierto, pero no tanto como una botella anterior. Persistencia media de tostados y vainilla. Salvando las distancias, recuerda un palo cortado de medio pelo. En nariz, sobre 9.0, en boca sobre 7.5. El corcho estaba empapado sin llegar a traspasar. Mejor recién abierto.

Color ámbar anaranjado pálido, piel de cebolla blanca. En nariz, cuando se despeja la reducción (pronto) aromas agradables de crianza: maderas finas, canela, matalahúga, piel de naranja, ralladura de limón, crema tostada. En cambio, en boca no cumple lo que promete, por la agresiva acidez y por un punto de oxidación que lo desequilibran. Persistencia media de tostados y vainilla. Salvando las distancias, recuerda a un palo cortado de medio pelo. En nariz, sobre 8.5, en boca sobre 7.0; penaliza más la falta de armonía en boca. El corcho estaba empapado y traspasado por completo. Le viene bien una leve oxigenación inicial, después de quince minutos no cambia significativamente.

Añadir al acertado comentario anterior que este vino posee un color piel de cebolla intenso con brillos anaranjados y sensación visual de peso. No ha sido decantado y posee los mismos aromas que denota Andreu: muchos terciarios y nada de fruta. En boca posee una extraordinaria acidez. No me ha gustado nada y se aleja completamente de mi concepto de rosado. No hemos acabado ni media botella. Precio 8€;

Decantado dos horas antes. Color caramelo líquido diluido o miel clara. Muy brillante. Extraño pero muy interesante aroma a mueble viejo en sótano húmedo, algo de regaliz y notas anisadas. En boca es seco, fresco, algo graso, con cuerpo medio y extraordinaria acidez. Nada de fruta. Final fresco y algo amargo. Postgusto a madera vieja y regaliz. Poca persistencia. Extraño vino, mucho mejor en nariz que en boca, donde se muestra algo corto y falto de colorido (fruta?), es como una película en blanco y negro. Un rosado que juega en otra liga.