Vamos con este "clasicote" riojano, el hermano pequeño de las bodegas López de Heredia, y pese a eso, con tres años de crianza en barrica, una barbaridad para además calificarlo como crianza, suena a chiste... Abrimos la botella y esperamos 45 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C. Tapón de longitud media, compacto y tintado en un 50% de su longitud.

VISUAL: De color rojo cereza, de capa media-alta y con un amplio ribete en tonalidades rubí. Su lágrima es abundante, de grosor medio y transparente (90).

OLFATIVA: A copa parada asoma la fruta por todos lados. Hay fresas, frambuesas, así como compotas de ciruela negra y moras. Al agitar nos vienen perfumes de duela envinada, con matices alcohólicos y amaderados junto con notas especiadas de canela y vainilla, y una pátina terciaria fabulosa mostrando apuntes de cacao y cuero curtido. También se percibe un toquecito más aviejunado a flor marchita, acompañado por unos elegantes tostaditos y unos frescos balsámicos de regaliz. Fabuloso en nariz, con las notas tostaditas como protagonistas absolutas y de intensidad media (92).

GUSTATIVA: Estos vinos nos llevan a "estados mentales etéreos" con perdón de los palabros, nos emociona sentir esa delicadeza y esa calidez en boca. Con una pegada brutal, de alta acidez, pero manteniendo un paso por boca tremendamente amable, con los taninos maravillosamente dulcificados y subiendo de tono tras cada sorbo. Muy frutoso, con presencia de fruta fresca y en compota, reiterando la sedosidad que posee al tacto. Encontramos matices de culís de fresa y un puntito alcohólico que nos recuerda a las guindas en licor. En retronasal hay flores marchitas y un toque viejuno de cuero curtido. Y en el post-gusto las notas frutosas iniciales van dejando paso a todo lo que tiene que ver con la madera, duelas envinadas, ebanistería fina, roble y esos delicados tostaditos inmutables y armoniosos. Una auténtica delicia, como siempre, y con muchísima vida por delante (93).

La RCP es excelente, no hay ningún vino en el mercado con esos precios (sobre los 12 euros) y con 36 meses de crianza, es realmente encomiable.

MARIDAJE: Abrimos la botella con nuestro recurrente e inmenso Porterhouse steak al romero. Otro día acompañó un surtido de queso curado, jamón y embutidos ibéricos, y nos lo terminamos con unos contramuslos de pollo en masala. Fantástico con todos los ágapes, destacando el maridaje con el "cacho carne". Los sabores sanguíneos y cárnicos armonizaron a la perfección con las notas frutosas y amaderadas de nuestro increíble "crianza" riojano.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/32cqdfwz020

Salud-os!!