Estamos ante uno de los grandes vinos blancos españoles, procedente de viñedos con más de 100 años y de baja producción, tan solo 20.000 botellas en 2004. Lo abrimos y esperamos dos horas, metiendo y sacando la botella de la nevera y así mantenerlo a 11°C hasta su valoración. Corcho largo, compacto y humedecido 1 cm desde la base.

VISUAL: Su color es amarillo anaranjado, evolucionado, con tonalidades ambarinas y con reflejos dorados, precioso. De lágrima escasa, gruesa y lenta (95).

OLFATIVA: De entrada encontramos ciertas notas oxidativas acompañadas por apuntes de fruta con hueso, a melocotón y níspero. También hay aportes de la madera marcados, a ebanistería fina. Al agitar aparece una fruta más dulce, como a orejones o fruta escarchada. Al rato se aprecia algo de caramelo y un puntito lácteo a natillas, acompañado por especiados avainillados y de canela. Por último encontramos aromas de frutos secos (nueces y avellana tostada), así como matices amaderados de roble, y el deje dulzón de la fruta en sazón, fruta y madera muy bien ensambladas, con el toquecito oxidativo de fondo. Su intensidad es media-alta con una rica complejidad (92).

GUSTATIVA: Una pegada brutal, alta acidez, de gran amplitud y con las notas de ebanistería presentes de entrada, curioso pero la madera aparece en boca antes que la fruta. Enseguida podemos distinguir un retronasal floral (flores silvestres), con un post-gusto carnosito, de cierto cuerpo, apareciendo ese puntito dulzón de la fruta escarchada incluso con algo de mazapán. Seco al tacto, con recuerdos de mermelada de albaricoque y de frutos secos, a nueces sobre todo. Por último y durante toda la valoración, la madera es la protagonista, roble y ebanistería fina marcados a fuego. Intuimos que una o dos horas más abierto le irán de maravilla, lo iremos viendo en los próximos días. Vinazo, sensacional en boca, ¡una auténtica maravilla! (94).

La RCP atendiendo al precio de compra en 2017 de 23 euros y viendo que en 2022 está ya sobre los 45, pues me parece excelente.

MARIDAJE: Lo abrimos con un picudo (pez espada) en salsa de guanábana y tomillo. Al siguiente día acompañó un platito con camarones empanados y un salteado de chipirones. Nos lo terminamos con una rica torraeta de anchoas. Decir que el último día estaba en un estado magnífico, tal y como intuíamos, necesitaba tiempo para acabar de oxigenarse. Los intensos sabores salinos y especiados de las anchoas y el pimentón, maridaron fabulosamente con las notas amaderadas y frutales de nuestro delicioso Tondonia blanco. Qué gran disfrute amigos, vinazos para recordar.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/3qY4ZvAGggE

Salud-os!!

Un claro exponente de los mejores Tondonia blancos. Además, esta vez la botella ha salido expresiva desde un primer momento y no ha dado giros inesperados. Dorado, glicérico, con esa oxidación tan característica, con flores secas, madera vieja y humedad, aunque no tanta como en otras ediciones. En boca encontramos corpulencia y untuosidad, aunque también mucha frescura. El sorbo tiene pegada y ya todo está muy conjuntado.

Final largo y complejo.

Muy buenas las dos botellas. Creo que la añada 2004 va a ser de las grandes de la década. Le auguro un gran futuro.

Otro grande de los blancos de Rioja, éste ya de los más clásicos, con una relación calidad precio óptima. Un vino ya disfrutable, pero todavía le queda mucho tiempo en botella para dar muchas satisfacciones. Color amarillo dorado intenso. En nariz aromas a fruta de hueso, notas cítricas, flores blancas, notas especiadas y su fondo mineral. En boca es un vino seco, muy graso, muy buena acidez, frutos secos, fruta blanca, flores blancas, especias, muy mineral y un final muy largo. Siempre es un vino de referencia.

Esperaba algo mas de este Reserva.Tiene un preciosos color amarillo-rosado,ligera turbidez.En nasal intensidad media flores blancas,acacias,especias...En boca textura media,acidez muy justa,no muy largo.Interesante pero esperaba algo mas.Me gustaron mas los blancos de Allende o Artadi.Pero sobre gustos...