Precioso color rubí rojizo de capa media-baja, muy claro, translúcido. No hay un solo precipitado en la base de la botella, limpio como una patena. Reflejos rojizos y ambarinos, brillante, refulgente. Borde amplio, atejado, sin diferencias respecto al menisco.

Aromas de enorme sutilidad, muy fino, complejísimo, con una tenue sensación de madurez y de fruta acompotada (naranja escarchada, guinda en licor) que nos trae perfume de pétalos ajados y saquitos de hierbas aromáticas. Está tan elegantemente reducido que no hay manera de dejar de oler la copa. El aire le insufla vida y se viene arriba sin pausa, ganando paso a paso en intensidad y apretujándose en registros de trufa negra, sotobosque, castañar, humus y un fondo con apuntes de soleras y duelas húmedas.

En boca tiene el equilibrio justo. Integrado en todo, placentero, acariciante, sedoso, con un airoso hilo de acidez y de registros especiados que se prolongan hasta cobrarse el olfato en retroolor. Larguísimo, de enorme personalidad, con un estilo de clarete riojano que cuesta creer que esté tan olvidado. Está de escándalo!!! Vinos así convierten al más escéptico de los catadores. Otro grandísimo vino de Bodegas Bilbaínas de 1962, y no van pocos...

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/05/bodegas-bilbainas-1962-gran-reserva.html

Se presenta con muy poca capa. De color rubí marronoso, ribete arananjado, claro, brillante, reflejos rojizos y asalmonados. Casi sin diferencia entre menisco y borde. En nariz es suave y de media intensidad, ligeramente reducido. Necesita de un rato para ir abriéndose. Hay suaves notas de fruta roja madura con apuntes de cereza en licor, confitura de naranja, nectarina, cítricos dulces y un fondo perfumado con aromas a flores marchitas, pétalos y un vaina de vainilla fresca que rezuma frescor. Al ir respirando gana en profundidad y sensación de crianza, cremosos, especias ahumadas, polvorilla, pedernal y un deje finísimo a hojarasca y trufa negra. Muy diferente a los claretes de 1955 y 1964: más compacto y serio, con semejanzas al Reserva Especial y al Vendimia Especial de la misma bodega. En boca es donde muestra más claramente estas diferencias. Un tinto redondo y concentrado, elegante, sabroso, con taninos firmes y vivos, y una acidez punzante. Mantiene el perfil básico de un clarete de Bodegas Riojanas pero con mayor profundidad y detalles. Se abre poco a poco a una mayor presencia de fruta madura y en segundo plano un fondo de barrica clásica, especias y tostados, que se repiten en retronasal. Muy largo. A medio camino entre un clarete y un riojano de estilo borgoñón. Gran vino!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/05/bodegas-bilbainas-1962-gran-reserva.html