Crianza de 25 años, catado en visita a la bodega a 15ºC.
VISUAL: Color dorado precioso, burbuja finísima y lentísima, limpio y brillante.
OLFATIVA: Alta intensidad aromática, aún se nos presenta muy vivo y maduro, aún aparece fruta, y decimos aún por los 26 años que tiene, la primera impresión es frutal, con cítricos confitados, fruta confitada, fondos complejos, con toda la gama aromática de un excelente cava de larga crianza, difícil de definir porque te emociona, evoluciona y aparecen más cosas, lacas, hidrocarburos, lías, humedad, toffes, cafés con leche, caramelos dulces, sin perder nada, no parará de evolucionar, extremadamente complejo…emocionante, da la sensación de que puede ser eterno.
GUSTATIVA: Se presenta vivo y fresco, una frescor y acidez que nos hace pensar que aún puede aguantar 25 años más. Es increíble, te emociona tanto que te paraliza, espectacular, excelente trabajo con el sello del fundador de la bodega.
Por el momento, la compañía, el escenario y el producto otorgamos nuestro primer 10 en Verema.
Cava muy difícil de encontrar, quizás en Celler Vallés de Castelldefels.
Gràcies Ton.

Color dorado con los ribetes algo más acentuados, decir que en la oscuridad de la enoteca dentro de la cava y el éxtasis no me permitía ver con claridad. En nariz complejo profundo e intenso, la paleta aromática es amplia desde alguna flor blanca ajada, huellas de cítricos, ciruelas amarillas maduras, recuerdos de las levaduras, los tostados son elegantes y constantes seguimos con notas de bosque umbrío que recuerdan al pie de un tronco donde conviven la pinocha, la hojarasca, alguna seta, humedades finas, sutiles hierbas aromáticas se entremezclan y así el vino continúa hablando, después de tanto tiempo tiene mucho que decir…

En boca es un señor; el carbónico sigue presente integradísimo, chispea sutilmente convirtiéndose en un caricia al paladar, su paso por boca mantienen estructura fina que deja protagonismo a la elegancia, profundidad, equilibrio y definición, finaliza una acidez fresca que da nervio al vino. Persistente, al final se crece una vez mas. Nadie jamás diría que este vino tiene 311 meses de crianza,

Tras haber paseado por los túneles que fueron hechos a pico y pala por el fundador de esta bodega, cuando los sentidos están extasiados, cuando la conversación, la humedad y el aroma de la cava te embriagan. Cuando la honestidad, la pasión y la coherencia conviven y son hilo conductor de ya tres generaciones… De repente sin esperarlo te encuentras ante la posibilidad de catar este Recaredo Reserva Particular del 84 con degüelle en directo - Jordi es energía y jovialidad puras, joven que da continuidad a un oficio en extinción el de degollador a mano y sin congelación - entonces la cata organoléptica es mero palabrerío ante un vino emocionante que ha de senitrse…

Gracias a Don Antonio Mata y a Ton por su cercanía y generosidad puesto que bebimos parte de su historia familiar.

Poco mas que añadir a mi anterior cata hace ya ¡¡4 años!!. Un vino de este tamaño, no puede ser descrito con percepciones empiricas si no por sensaciones que van mas alla de lo cuestionable. Sigo pensando que no pasa el tiempo para este maravilloso cava, repleto de sensaciones, equilibrio sedosidad y vida, sobre todo vida. En esta ocasion tomado en la enoteca de Recaredo hizo que el vino, recien degollado, se mostrara con toda su presencia ya que estaba en casa y asi lo sentimos. Dar gracias a Ton y a su padre, es muy poco cuando te estan dando parte de la historia de su familia. Me sigue pareciendo sublime. Enorabuena por demostrar que los cavas estan mas que preparados para encerrar historia...durante mucho tiempo. Felicidades a la familia Mata con mencion especial a su abuelo que, para cuando nacio este cava...aun estaba vivo.

Precioso color amarillo dorado claro, limpio y brillante parece como si el tiempo...no hubiera pasado. Su nariz es limpia, una vez mas, sutil, alguna ligera nota oportizada, suaves mieles, monte bajo, suave panadería, hierbas aromáticas. En boca es...GRANDE, un vino con volumen de gran recorrido, cremosidad, suavidad,...terciopelo...y un final que deja huella. En resumen es un vino que por resumirlo en pocas palabras diría que es, complejo, completo y ELEGANTE. Nunca pensé encontrar un Cava con tantos años y con tantas cosas que contar Felicidades a Ton i a Joan y a toda la Familia Mata...este vino guarda el recuerdo y la esencia de la filosofía implantada por vuestro abuelo.