Éste es el segundo de los tres viejunos que nos tomamos en una paella entre buenos amigos. Abrimos un Bodegas Bilbainas Vieja Reserva de 1955, este Contino Reserva de 1981 y un Rioja Alta 904 Gran reserva de 1995.
El nivel del líquido estaba justo al final del cuello y lo abrimos con el abridor de tijeras. El tapón salió entero y tintado hasta la mitad. Lo dejamos airearse una hora y media y lo catamos a 18°C:

VISUAL: De color rojo rubí un tanto amarronado, de capa media alta con una ligerísima turbidez y de ribete teja. Lágrima abundante, densa y transparente (88).

OLFATIVA: A copa parada nos muestra notas de guindas en licor y fruta roja en compota. Al agitar aparecen aromas especiados de canela y vainilla, herbáceos de ajedrea y poleo así como recuerdos de tabaco, algarrobas y unas finas notas minerales de arcilla húmeda. Al final surgen los terciarios, aromas a desván, café torrefacto, caja de puros, cuero curtido y chocolate negro. Exquisita complejidad y de intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: En boca tiene un ataque imponente, muy amplio, de elevada acidez y con los taninos mulliditos. De recia estructura, muy redondeado con recuerdos retronasales de fruta roja en compota, regaliz de palo y de nuevo notas de tabaco. De persistencia larga, unos tres minutos y medio. Con mucha vida por delante sin duda, hecho un mozalbete todavía. Confieso que es mi primer Contino y me ha enamorado, una delicia. Vino sobrio, elegante, de excelente manufactura y con mucha pegada. En un momento óptimo de consumo y lo que le queda al animalito...(94).

La RCP la dejo en correcta sólo pues me costó 50 euros en subasta que ya empiezan a picar aunque sin duda es muy buen vino.

Maridamos esta joyita como comenté al inicio con una paella de pato y costilla con caracoles. Realmente exquisito con el pato, acertadísimo maridaje. Esa brutal acidez nos desgrasó el arroz maravillosamente y el toque ahumado de la paella de leña combinó a la perfección.
Buen vino, a ver si conseguimos de otras añadas y comparamos.

Rubí con ribetes ligeramente atejados, capa media.
No muy intenso en nariz pero con limpieza desde un primer momento y mejorando con el aire. Notas de fruta licorosa, tabaco de pipa, un ligero fondo especiado, trazas de piel curtida y especias, ligeros recuerdos de café en grano, tierra mojada, hojarasca…una nariz con mucho encanto riojano y complejidad.
En boca se encuentra en plenitud, con una buena acidez y pegada, en forma, redondo en el paso y largo en el final donde nos deja recuerdos de fruta en licor, especias, tabaco y toques terciarios, con una buena persistencia y un tanino magníficamente integrado. Elegante y con fondo, un vino de disfrute.
Unos años después volvemos a encontrarnos con este Contino 1981 y continúa en plena forma, sin duda nuestro Contino Reserva preferido junto a 76/78 y 82, vinos que han forjado el nivel de uno de los mejores productores que hay actualmente en la Rioja. Una joya que sin duda hay que conocer.

Rubí rojizo de capa media-alta, brillante, con ligeros precipitados en el fondo de la botella. Muy estable de color. Reflejos anaranjados y rojizos, borde cobrizo.

De gran finura, intenso, perfumado, maduro con mucha fruta licor y un fondo elegante de pétalos y flores marchitas. Gana en intensidad y en elegancia al ir respirando. Hay notas térreas, sotobosque, trufa negra, múrgulas, especias ahumadas acompañadas de aromas a café aromático, maderas exóticas, cuero ruso, cava de puros, tabaco inglés... Elegancia a toneladas, equilibrio, de factura muy bella y nada tradicional. Un tinto casi vaporoso, brillante, pero de enorme entereza y precisión.

Todo lo que tiene que tener un gran vino: equilibrio, redondez, integración absoluta y unos taninos magníficos, sedosos pero vivos. No le falta nada. Sabroso, sólido, ágil, complejo, profundo, lleno de fruta con un deje de dulcedumbre matizada por una viva acidez. Para nosotros, el mejor Contino. No tiene nada que envidiar al de 1982. Cuesta creérselo pero le queda un largo recorrido todavía en botella. De este tipo de vinos se han hecho muy pocos en Rioja y los que quedan hay que guardarlos con avaricia. Sólo para grandes ocasiones.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/08/contino-1981-reserva.html

Uno se encuentra con estas joyas pocas veces, y hay que apreciarlas como se merece.

En nariz una vez reposado se encuentra la fruta roja, el roble, torrefactos y especias, sigue joven.

En boca la finura, el paso por boca redondo, goloso, equilibrado y persistente nos demuestra que estamos ante un gran vino, que esperara mucho tiempo en botella para seguir envejeciendo hacia una juventud gloriosa.

Rojo rubí con ribetes ligeramente atejados, capa media. Presencia de precipitados.
Aromas de media intensidad dominados por una gran complejidad y elegancia. Se muestra muy cambiante en copa. Hay todavía una fruta roja de corte licoroso y algunos toques especiados, pero destaca en especial un bouquet terciario de humedades, maderas nobles, tabaco de pipa, cueros y torrefactos.
En boca es pura fineza y redondez. Se muestra equilibrado, maduro y muy elegante. Paso sedoso, sin aristas, muestra todavía una buena viveza y el final es largo y redondo con unos taninos de seda maravillosamente integrados. Quedan esos recuerdos de torrefactos en el posgusto.
Un vino maduro, magnífico, que se encuentra a caballo entre los estilos clásico y moderno, es un “;estilo Contino”;, propio y difícil de imitar. Producto de una forma diferente de hacer vino que por desgracia no volverá. Tomado en un entorno privilegiado y con una excelente compañía queda en el recuerdo por su calidad.