Después de mucho oir hablar de este primer vino blanco de Contino me decidí a adquirilo y bien valio la pena.
Color amarillo dorado con reflejos limón, limpio y cristalino.
En nariz destacan las notas de fruta confitada, algo de miel de romero, corteza de naranja, pan tostado, manzana asada, praline y barnices, que conforman una naríz muy intensa, armoniosa y de gran complejidad.
En boca presenta un excelente ataque, es untuoso, graso, envolvente y con una excelente acidez. Fruta madura, golosa y fresca en perfecta integración con las maderas finas, y que dan como resultado un excelente paso en boca y un recuerdo muy largo, gracias a su estupenda acidez. En su final nos deja notas amargosas muy deliciosas y algun recuerdo a tostados.
Habrá que hacerse con unas botellas del 2008 y 2009.