Botella bordelesa ligeramente alargada, etiquetado sobrio, corcho de buena calidad, suficiente longitud y anchura, apenas bañado en vino rojo granate claro rosáceo. Huele bien.

Abierto entre 90 y 120 minutos antes de la cata.

Visual

Rojo rubí granatoso con destellos picota, capa media-alta, ribete granate-transparente con destellos violáceos, limpio, brillante y de buena y abundante lágrima de lenta caída.

Bonita visual que muestra su actual juventud.  (9,5)

Nariz

De buena intensidad a fruta roja y negra madura, flores violetas, chocolate, regaliz, coco, pimienta negra, vainilla, canela en rama, ligeros lácteos, herbáceos de monte, balsámico-mentolados poderosos y un buen fondo de madera nueva de calidad.

Nariz intensa y equilibrada (aunque con puntas ligeramente alcohólicas), de bastante seriedad y elegancia, EMHO. 

Cuando se deja un buen rato en copa, aparecen también notas licorosas a toffee, nueces bañadas en miel, pólvora, así como abundantes ahumados, algo de madera tostada y cenizas. (8,9)

Boca

Ataque potente y de cierta contundencia pero, a la vez, fresco y sabroso, muy sápido, toque goloso y ligeramente maduro, de buena acidez (media-alta) que, junto con su estupenda estructura, lo arman muy bien en la fase gustativa. Se percibe de densidad media-alta (se masca prácticamente el vino), buen cuerpo y excelentes taninos que, aunque aún por terminar de pulir e integrar, están muy dulces, sabrosos y ricos en el momento actual.

Paso por boca tremendamente agradable con notas ligeramente mentolado-amargosas junto a un buen fondo de chocolate negro.

El final es aterciopelado y de muy buena longitud, con notas de fruta negra madura, menta, sensaciones minerales, regaliz, especias, pimienta, herbáceos de monte y chocolate que lo rematan excelentemente bien en retrogusto; en vía retronasal se repiten sensaciones y aparecen también toques ligeramente lácteos, tostados, de madera ahumada, bacon ahumado, ceniza y balsámicos que lo rematan estupendamente bien. (9,2)

No parece que tenga 14.5% (se bebe fácil y parecía tenerlos más en nariz que en boca).

Vino que está muy bueno ya mismo pero que ganará en redondez del tanino, integración, equilibrio, elegancia y sedosidad en los próximos 4-5 años (pongo esa horquilla porque es la que creo de consumo óptimo de subida todavía, óptimo total en 2-3 años y óptimo más maduro en 4-5 años). Creo que estará en óptimo total en 2020-2021 pudiendo estirarse el consumo, si es bien guardado (en óptimas condiciones de temperatura y humedad) hasta finales de 2022 (pues tiene mimbres para ello).

Su PVP ronda los 12€. Muy buena RCP para lo que ofrece.

=====

Postdata 5 días después de abierto (quedó 250 ml en la botella y estuvo con Vacuvín en nevera). Lo saco una hora antes y sirvo, todo lo que queda, en copa amplia.

En nariz nada de oxidación todavía, fruta negra madura, tostados, regaliz, maderas finas nuevas, chocolate, tinta china y toques miernales. Impertérrito e inmortal en nariz. 

En boca tampoco ni atisbo de oxidación, nervio, fuerza, garra, voluminoso, de taninos poderosos aunque algo más dulcificados que recién abierto, sabroso, largo, redondo y suave. Fenomenal. Tampoco decae aunque sí se nota algo más refinado que el viernes pasado.

Excelente y prácticamente como el viernes (muy pocos tintos pueden decir esto pasados 5 días desde su apertura).

Es un tinto maduro que responde perfecto al perfil que marca la cencibel en todo ese contorno. De color cereza brillante con buena capa y el ribete morado. En nariz, es una ciruela negra andante, llega a ser por momentos su única cualidad, luego se le van sumando notas del tipo aceituna negra, grosellas, tabaco negro, sobre todo éste con la aireación, tímidos balsámicos... En su paso por boca, muestra volumen, aunque no es muy poderoso, de hecho, lo parecía más de inicio, lácteos amables, con los taninos amargosos del fruto y acompañados por otros más secantes del roble, el cual, estando presente, no se come a la fruta. Cuenta, además, con una buena acidez que le otorga futuro.

Botella y etiqueta clásica, sin muchos aspavientos pero reconocible para los que nos gusta el tema. Oscuro, profundo, rubí, con ribete rosado intenso. De capa media-alta, brillante, lágrima media también que cae lentamente. Creo que nos muestra su crianza esa profundidad interior del vino. Limpio.

En nariz tiene un primer ataque poderoso, con alta intensidad y donde prima la crianza en barrica sobre la fruta. Tras agitar la copa la fruta toma un lugar protagonista, en especial fruta negra. Con el paso de los segundos aparecen de nuevo esos aromas del roble pero en forma de especias, balsámicos, casi con un toque mineral.

En boca la primera impresión es de una intensidad media, equilibrado, amable, alejado, según mi punto de vista, de los nuevos estándares de vinos ligeros, con volumen, pero ese mismo peso en boca lo hace elegante ya que se mueve en su interior por igual, llegando a todos los puntos y con una acidez justa. Esa acidez junto a un tanino aún presente pero también amable le da elegancia al vino y lo hace, creo, que pueda conservarse en botella unos años. Está ya bebible pero creo que mejorará todavía con el tiempo.

Color cereza con ribete amoratado y capa alta.

En nariz el factor dominante es la crianza en estos momentos, torrefactos, cremosos, especiados, regaliz, cacao, balsamicos, monte mediterraneo, los primarios estan algo tímidos aportando fruta negra y roja madura.

En boca actualmente esta bajo el dominio de la crianza, torrefactos, cremosos, regaliz, toffe,correcto de acidez, gama balsámica, especiados, fruta roja y negra madura. Los taninos que repuntan un poco todavía hacen presagiar que le vendra bien algún año de reposo. Persistencia medio alta.

Un vino bien realizado.

Botella bordelesa con etiqueta sobria y elegante. Muy buen corcho.

Color rubí intenso, limpio y brillante, de capa media. Ribete rubí pálido algo violáceo. Lágrima gruesa y perezosa que tinta ligeramente la copa. Aspecto glicérico. Muy bonito.

En nariz fruta negra madura pero predominan aromas balsámicos a regaliz y anís, y notas torrefactadas de café y chocolate. De intensidad media, van apareciendo matices con el tiempo.

En boca, buena entrada con una acidez correcta que le asegura un buen envejecer, fruta madura y sobre todo nuevamente café y cacao tostado, regaliz. Taninos presentes, algo secante y con un final amargo que resulta muy agradable.

Un magnífico vino de Pago de Bodegas Arzuaga en Malagón, a base de cencibel. Muy recomendable

Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una sencilla etiqueta de diseño moderno. Corcho que la cierra de calidad.

       A la vista muy buena, densa y gruesa lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa. Con color rojo picota de capa media-alta. Ribete granatoso y con ligeras notas cardenalicias.  Limpio y brillante.

      En nariz abundantes y frescas frutas rojas y negras en sazón. Notas balsámicas. La madera, de calidad, de su crianza es poco presencial. Notas de complejidad y de mineralidad.

      En boca le encuentro muy elegante, pulido, equilibrado, sedoso, fresco y con abundante carga frutal, pues retornan con muchísimo agrado las frutas percibidas en la fase olfativa. Con volumen y carnosidad en boca. Con la madera de su crianza sin sobresalir. Manda la rica, fresca y abundante fruta. Mineral y expresivo en boca. Con los taninos domados y con una elegante acidez que invita a beber y que le dará buena vida. Muy grato, frutal y elegante paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,00 minutos.

     Un vino que cuantas veces le he probado he quedado muy satisfecho con el mismo y pensando cuando beberé otra botella.

Color intenso, capa media, rojo picota, con tonos violáceos, brillante, lágrima menuda, en nariz destaca la fruta roja madura, toffe, violetas, balsámicos. En boca es intenso, toffe, lacteos, violetas y balsámicos,chocolate, tiene una buena acidez que  permitirá disfrutarlo durante largo tiempo.

  Color granate de capa medio alta (tiñe la copa) con abundante y densa lágrima coloreada.

  Alta intensidad en nariz, destacando tostados, toques de madera nueva y algunos matices alcoholicos, conforme se va abriendo aparecen frutas maduras en compota y matices dulces caramelo mermeladas.

  En boca todo poderio, llenando cada rincon con magnifica intensidad de los mismos aromas de nariz , con algun matiz especiado, tabaco tte verde y algunos recuerdos de barrica nueva,  buena acidez y buen recorrido medio largo con final astrinjente que lejos de molestar pide comida y otra copa.

   Muy rico/a esta cencibel.

Botella clásica bordelesa, imagen sobria aunque elegante y con escueta información sobre el Pago del que proviene. Magnífico corcho.

Precioso color rojo picota límpido de capa media-alta con ribete morado, asemejando un vino más joven de lo que realmente es. Lágrima fina, abundante y densa que resbala lentamente por la copa y la tiñe ligeramente.

A copa parada en nariz resulta notablemente balsámico y muy fragante. Notables toques especiados (pimientas, clavo) que al agitar dan paso a los dulces (vainillas, canela) y finalmente a los tostados (café, ahumados). Despliega su paleta aromática con sorprendente orden y nitidez. La fruta roja y confitada permanece en un segundo plano.

En boca aparecen a copa parada notas vegetales muy bien integradas con los toques mentolados. Seguimos con las especias dulces, que se incrementan con la aireación, aparecen los granos de café y se diluyen las notas vegetales para dar paso a toques de after-eight y finalmente los tostados. El alcohol y la acidez decaen con la aireación, haciéndose el conjunto más armónico. Jugoso (acidez que provoca salivación), de postgusto largo y tanino aún por domar, agradecerá al menos otro año de guarda en botellero, aunque ya está disfrutable.

Vino que pide comida, la exótica puede ser una buena opción dados los notables toques especiados del vino. Un tinto elegante donde más que la fruta se buscan las sensaciones que la madera aporta al vino, algo que quizá pueda defraudar a quien busque la expresión del terruño del Pago del que procede.

En la línea de calidad de la casa madre ribereña, estupendo vino.

Visual: Botella con etiqueta sobria pero elegante. El corcho sale elástico, perfecto. El vino presenta un bonito color picota limpio y brillante con un bonito ribete violáceo. También presenta una capa media/alta y una densa lágrima que se agarra a la copa y tinta ligeramente la misma.

Olfativa: Complejo, aromas a fruta en sazón, hierbas de monte bajo, especias (pimienta, canela en rama...) y unas notas que yo las percibí como amieladas pero que podrían pasar perfectamente por toffee. Balsámicos en forma de regaliz, cacao y fondo tostado. En líneas generales, una mayor presencia de aromas terciarios que de la fruta.

Gustativa: Cremoso, untuoso, potente, casi se puede masticar, vuelven a aparecer esas notas dulzonas, ese chocolate y un leve final amargo. Un bombón con el tanino áspero aún que, junto con una acidez correcta, creo que le aseguran un par de añitos de mejora en botella, pero no mucho más,