Botella bordelesa de 375 ml. En teoría no esperamos gran cosa del vino (por su edad y formato de pequeño tamaño).


Cápsula y corcho en buen estado, al sacarlo con sacacorchos de 2 tiempos, se parte cerca del final (sin embargo, el corcho no aparenta finalmente estar muy bañado en vino aunque sí tiene bastante poso las paredes de la botella).


Se decanta 30-45 minutos.


Visual: rojo picota-rubí oscuro de capa media-alta casi alta, ribete anaranjado-transparente, limpio, brillante y con buena y abundante lágrima de lenta caída.


Nariz: de muy buena intensidad; fruta negra compotada, chocolates y cacao, regaliz, especiados, balsámico-mentolados que aportan un punto de frescura, maderas finas, crema pastelera, toffee (bombón de licor), monte bajo, laurel y ligeros herbáceos. El vino, por su formato y por los casi 10 años que tiene, ha desarrollado aromas ligeramente dulzones (sobre todo a chocolate, cacao, pastelería y toffee). No se perciben apenas cueros y ningún aroma cárnico ni animal (típico de otros crianzas de esta edad). Nariz compleja, fresca, rica, golosa y evolutiva.


Boca: entrada de ataque potente, de buen volumen y estructura, con tanino pulido pero presente, sabrosa y fresca, con más acidez de la esperada en un Crianza de 10 años y siendo en formato pequeño. Vino de paso por boca a fruta negra compotada, toques de chocolate, maderas, regaliz y ligeros herbáceos. Un punto de humedad ligero en la retronasal deja. Final largo, muy largo, con postgusto dulzón y ligeramente amargoso a un mix de frutos negros en mermelada, especiados-balsámicos, finas maderas, laurel y herbáceos en retronasal que invitan claramente a otra copa.


Excelente vino este Arzuaga Crianza 2006, con 10 años, y en formato de botella de 3/8 (que, en muchos casos de otros vinos, andaría en declive o cerca del mismo por ser el volumen de líquido la mitad que en una botella estándar de 3/4 y, por tanto, la potencial oxidación, notablemente mayor).


Me ha gustado mucho y, si digo el precio pagado (negociado con vendedor), es de risa (2€ en una pequeña bodega de Elche). En este caso, merece la pena dos botellines de éstos frente a una botella estándar (que costaría todavía bastante más de 4€).