Picota apagado de capa media-alta ribete atejado. Nariz inicialmente cerrada poco a poco se va abriendo para mostrar nota de fruta roja primero y fruta negra en compota después sobre fondo de tostados y especiados de la barrica, (cacao, vainilla, cedro, tabaco). En boca tiene una entrada ligera, sedosa, donde sorprende la carga frutal y la acidez que le da vida todavía para unos años más. Retrogusto largo.

Vuelvo a catar este vino, sigue estupendo buena nariz y buena nota, un año despues de la anterior cata, y me ha seguido enamorando tiene un paso larguisimo dejando rastre como los autenticos vinazos, buenisima elaboracion de la firma, nunca defrauda.

Color picota de capa media alta, en nariz desarrolla aromas muy intensos de frutas negras del bosque, moras y zarzamoras, sobre un fondo de chocolate, y madera de cedro, vainilla y tambien tostados, pasa por boca con gran personalidad, estructurado, sedoso, persistente y con postgusto muy prolongado deja impronta de gran vino, muy bien hecho y armonioso.

Aspecto envejecido, falto de brillo, apagado.
Nariz previsible, incluso algo tosca, notas de cuero poco curtido, dan un aire menos elegante de lo esperable, notas de vainilla, ligeros tostados, correcto pero simple.
Boca suave, sedosa, equilibrado pero previsible de nuevo.
Recuerdo este vino mucho mejor cuando lo compré, la crianza no le ha aportado gran cosa, y sin embargo ha perdido frescura y elegancia.

Color picota intenso con borde anaranjado.
Aroma no muy potente, pero limpio y complejo a especias, frutos rojos y negros muy maduros, lácteos, anisados, torrefactos, las maderas se notan de buena calidad, toques minerales. Como siempre buen abaníco olfatívo.
En boca es sabroso, amplio, con un paso de boca redondo y esquilibrado, ademas de agradable, tiene buena variedad aromática en la via retronasal, es largo. Mejor que el del 97, aunque sin destacar y sin tener buena relación calidad/precio. Cuesta sobre 20 Euros.
El corcho un 8.